viernes, 11 de mayo de 2018

UN CRIMEN A CÁMARA LENTA O CÓMO ACABAR DE UNA VEZ POR TODAS CON LAS PENSIONES PÚBLICAS



“Todo crimen tiene un móvil. Para descubrirlo y, de paso, desenmascarar a sus responsables solo hay que seguir el rastro del dinero. En este caso, es difícil encontrar un botín más atractivo. En España, los actuales planes de pensiones privados llevan ahorrados 109.244 millones de euros, una décima parte del PIB. Un monto que representa, sin embargo, una minúscula muestra de lo que podría ser el negocio de las pensiones para los grandes bancos y aseguradoras si desaparece su principal competidor: las pensiones públicas. Ya lo han hecho en muchos países de América Latina. Ahora quieren terminar el trabajo iniciado en España.”

José Gil y Alfredo Oria - Activistas de la PSDPP

Sevilla 11 de mayo de 2018

Este es el título y el comienzo de un artículo publicado en el periódico saltodiario.com, por el periodista argentino Martín Cuneo, experto en temas sobre los movimientos sociales y de América latina, (desde aquí recomendamos sus lecturas).

Esta introducción nos sirve para desmontar la GRAN MENTIRA que nos están vendiendo y que por desgracia, poco a poco va calando, sin que tengamos medios para informar a la ciudadanía del engaño manifiesto al que nos están sometiendo tanto el Gobierno como el IBEX-35, las aseguradoras y la banca.



Nos dicen que el sistema público de pensiones es insostenible, que la Seguridad Social está en quiebra, que hay dos cotizantes por cada pensionista, por ello hay que ahorrar y hacerse planes de pensiones privados. Hay que recordar que el déficit estimado ronda los 18.000 millones de €.

Pero que es lo que no dicen ¿cuál es el móvil del crimen?, esto se lo callan:


 

·         Dan 45.000 millones € de dinero público al rescate de la banca.
·         La amnistía fiscal y el fraude fiscal supone cada año más 70.000 millones de € el equivalente al coste de la sanidad pública de un año.
·         En el 2011, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) desvía 14.000 millones de € de cotizaciones sociales para otros compromisos, que nunca se devuelven al Fondo de Reserva.
·         Se han gastado en los últimos cinco años, 69.915 millones de € del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, más los 3.000 millones anuales de intereses que producía la inversión de ese dinero.
·         El Gobierno ha dejado de ingresar a la caja de la SS. más de 20.000 millones de € por las bonificaciones por el fomento del empleo.
·         Se cuantifica por un Informe de la Intervención General de la Seguridad Social (órgano gestor contable del organismo) que entre los años 1990-2012 las arcas de la Seguridad Social financió los complementos a mínimos, responsabilidad de los Presupuestos Generales del Estado en 72.371, 5 millones de €
·         Todos los gastos corrientes de bienes, servicios, y nóminas que se generan en una Administración siempre van a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, a “excepción” de los derivados del funcionamiento de los organismos de la Seguridad Social
·         Otros gastos como por ejemplo las compensaciones a los afectados por el terremoto de Lorca, víctimas de incendios u otras catástrofes naturales… otros fines que nada tienen que ver con abonar prestaciones contributivas de la Seguridad Social.
·         El Estado, los Presupuestos Generales del Estado y el Ministerio de Hacienda no están haciendo un préstamo a la Seguridad Social para hacer frente a sus pensiones, esto es devolver unas cuantías que ya pertenecían por derecho al propio Sistema de Seguridad Social.

Esto es lo que pasa con los ingresos de la Seguridad Social, ese es el crimen, y que toda la caterva de manijeros de los poderes económicos esconde a la opinión pública.

Pero el final de las pensiones públicas no está escrito, el sistema es sostenible. La insostenibilidad no es, ni mucho menos, un hecho inevitable. Es necesario afrontar la transformación del sistema, no su insostenibilidad. El sistema de pensiones solo se degradará si se sigue con políticas amparadas en la ideología y no en la evidencia del análisis económico.

Disponemos de recursos para garantizar las pensiones públicas. Solo saliendo de la trampa ideológica y activando políticas inclusivas, podremos garantizar que nadie se quede atrás a causa de la crisis.

La sostenibilidad de las pensiones es un problema político y no económico, la cuestión es la distribución de la renta. Se pretende que creamos que lo importante para la sostenibilidad es “cuantos son los que producen”, cuando la variable importante es “cuanto se produce” y como se reparte, distribución de la riqueza.

La productividad es el factor decisivo en la sostenibilidad del sistema público de pensiones, se asume que la productividad apenas varía pero si productividad crece 1,5% por año, que es el promedio de crecimiento en los últimos 50 años, el PIB en 2060 sería de 1,95 veces mayor que en 2015 (en monedas constantes, es decir, en capacidad adquisitiva real)

Hace 50 años nos gastábamos el 3% del PIB en pensiones. Hemos casi cuadriplicado el gasto en pensiones y, sin embargo, los recursos para los no pensionistas también han aumentado, pues el tamaño de la tarta es mucho mayor ahora.

El problema es de voluntad política, es decidir en que nos gastamos el dinero que el Estado recauda, el cual no tiene en cuenta el artículo 109 de la LGSS en relación con el 41 y 50 de la C.E.

El 2014 España destinó a pensiones el 12% del PIB, Francia, el 15% y Italia, el 17%. Según Eurostat, el 2015 España tiene un gasto social sobre el PIB y una presión fiscal de las más bajas de la zona euro. Por lo tanto, y en contra de algunos presagios, tenemos margen para sostener el sistema.

La organización Economistas Frente a la Crisis propone:

·         Una reforma pactada con los sindicatos y los grupos parlamentarios.
·       Conseguir un nivel más elevado de cotizaciones sociales y de redistribución fiscal.
·         Volver a una reforma pactada del sistema de pensiones.
·         Mejorar las cotizaciones por el incremento de salario medio interprofesional.
·         Eliminar las bonificaciones en las cotizaciones a empresas.
·         Eliminar el techo de cotización a los salarios más altos (destope).
·        Contribución de los Presupuestos del Estado, como se hace en países de nuestro entorno.

La reforma del PP del 2013, ha sido injusta y políticamente inviable, solo garantiza un incremento del 0,25%, implica una reducción real de entre el 15%y el 20% durante la primera década. En ningún país de Europa hay una norma semejante, contrariamente, tienen garantizado un mínimo igual al IPC.

No solo es sostenible sino que además es el mayor pilar del Estado de Bienestar, y que reformas como las del 2011 y 2013 ponen en gran riesgo y perjudican mayoritariamente a todas las generaciones que en un futuro próximo o más lejano tengan la necesidad y/o el derecho de acceder a alguna de las prestaciones del sistema.

La aparición en la escena de Pedro Sánchez, proponiendo establecer dos nuevos impuestos de carácter finalista, uno a las transacciones financieras y otro a la banca para destinarlo a las pensiones, remitimos a los lectores, para comprender mejor esta parida de última hora al artículo publicado por la Plataforma por la Justicia Fiscal en nuevatribuna.es el pasado 12 de enero. Pique aquí para leerlo


Para terminar y en línea de lo que aquí se habla, recomendamos la lectura del artículo de Acacio Puig en la revista Vientosur, Pique aquí para leer