Diferentes acontecimientos marcarán este año los referentes del Cambio hacia un nuevo modelo de MAS o MENOS Democracia para las mayorías sociales.
Manuel
Armenta
22
de Enero de 2019
El nuevo órgano de gobierno tripartito y ultraconservador que se
acaba de constituir en Andalucía, culmina el proceso de acontecimientos que
acrecienta y profundiza en la crisis política y social que las mayorías
sociales y el modelo de Democracia –en su mejor expresión que hemos conocido-
viene sufriendo con recortes y pérdida
de derechos.
La transversalidad de quienes han liderado
los gobiernos políticos en todos los ámbitos territoriales de España los
últimos cuarenta años (PP – PSOE), soportada en un modelo de Democracia que en
ningún caso cuestionaba el poder y sistema económico como el elemento de primacía frente al Bien Común y unas
Condiciones de Vida Dignas para el conjunto de la sociedad, ha quebrado y fracasado después de diez
años de crisis y de recortes en derechos políticos, sociales y económicos.
Un nuevo ciclo de confrontaciones se abre
porque el conservadurismo y los poderes
económicos y financieros no están dispuestos a restablecer derechos
políticos, sociales y económicos arrebatados, y mucho menos, avanzar en
Democracia y mejoras para las mayorías sociales que sufren los efectos de la
crisis y las políticas de recortes.
La expresión de régimen de Democracia bajo la
figura de “Monarquía Parlamentaria” pretende seguir existiendo con su
Constitución vigente incluida, pero con una realidad política y social en
derechos, libertades y condiciones de vida y trabajo, muy recortadas de hecho y de derecho. Esta es la senda por la que
pretenden avanzar en España, como ya lo están haciendo muchos países en todo el
mundo occidental.
La reorganización política de las derechas
bajo la fórmula del tripartito (PP-C´s-Vox) es el símil de ideales proveniente
del franquismo… y hoy, el bloque reaccionario integrador de las diferentes
corrientes de opinión política y social, que mejor les permite recuperar poder
y confianza en las Instituciones y en amplios sectores de la sociedad, para
seguir acometiendo dicha aventura de
quiebra y ruptura sin necesidad de renunciar al régimen de “Democracia” que
todo lo soporta en el mundo actual.
Las posibilidades de convivencia “serena” de
la vida política y social de las personas y los territorios, está siendo
atacada con tal profundidad de presente y de futuro, que solo cabe la respuesta
de confrontación y confluencia
democrática en las Instituciones, centros de trabajo y calles, de las
organizaciones políticas y sociales progresistas, la clase obrera, mujeres,
pensionistas, estudiantes, la cultura, I+D+I, y los sectores sociales que
defienden y luchan por recuperar y ampliar
derechos y condiciones de vida dignas para toda la sociedad en una Democracia real y más justa e igualitaria.
La nueva estrategia de conquista del poder
institucional con el apoyo social electoral de votantes y abstencionistas, por
parte del conservadurismo de derechas (tómese como referente lo ocurrido en
Andalucía el 2-D) con el protagonismo del PP, hay que evitarla a toda costa porque es posible, si se priorizan
las políticas y actuaciones que IMPIDAN a
ese nuevo bloque reaccionario conseguir o mantener más poder en las
Instituciones del Estado, las Comunidades Autónomas y los Municipios en las
elecciones de 2019.
La Moción de Censura del PSOE que acabó con
el gobierno del PP y su aliado C´s, gracias al apoyo incondicional de una mayoría parlamentaria, dibujó el nuevo
modelo de la confrontación de fuerzas políticas a nivel del Estado, y dibujó
también, la forma de confluencia
progresista que anteponía el exclusivo acuerdo inicial de acabar con la
corrupción Institucional, subordinando a siguientes etapas la concreción de
acuerdos y entendimientos para impulsar políticas más democráticas y más sociales.
La crisis territorial de Cataluña acabó
confrontando los principios Constitucionales de unidad del Estado, debido a las actuaciones “unilaterales de
independencia” de unos, y el recurso a la vía Judicial, a la aplicación del 155
de la CE y a la intervención del Rey como protagonistas de la acción política,
por los otros. Crisis de imposible solvencia porque todos sobreactuaron en el ejercicio de sus funciones. Hoy, ha sido
posible abrir vías de entendimiento
gracias al diálogo político del nuevo gobierno y al conjunto de actores
políticos que anteponen otras formas de proceder más democráticas y libres.
Los Ayuntamientos y Comunidades del Cambio que formaron gobiernos
progresistas en el 2015, y que a pesar de las limitaciones impuestas por el gobierno
del Estado, han recuperado y aplicado políticas sociales sin recortes económicos y disminuyendo la deuda Institucional
heredada, demostrando que es posible y se puede actuar en esos ámbitos
territoriales con primacía en
valores democráticos que no destruyan derechos y condiciones de vida dignas para
la mayoría de las personas.
Las movilizaciones, protestas, huelgas y
demandas producidas en 2018 protagonizadas principalmente por Mujeres, Pensionistas y Estudiantes,
revolucionaron Instituciones y la vida política y social, -más de seis millones
de personas-, contra las nefastas políticas destructivas en derechos, contra la
precariedad y desigualdad en la vida laboral y por unas condiciones de vida
dignas para todos. También cabe destacar las movilizaciones por la Sanidad y
Educación Pública, la Vivienda y territorialmente las de Cataluña.
Andalucía con sus elecciones del 2-D ha
mostrado la fractura de la tendencia
progresista del Cambio, tanto por la acción política del conservadurismo
reorganizado bajo la forma del tripartito para acceder al poder, como por el
desconcierto y desconfianza sembrado en la sociedad civil por las fuerzas
democráticas. Fractura y Confrontación
que marca con claridad los objetivos de consolidación de los recortes en todos
los sentidos en un nuevo modelo de Democracia restrictiva en derechos y libertades políticas y sociales.
Las elecciones Municipales y Autonómicas de
2019 y las del Estado 2019-2020, marcarán los grandes objetivos de AVANZAR o RETROCEDER en Democracia.
Las organizaciones políticas y sociales, los
movimientos de lucha y el sufragio universal marcarán el camino y los objetivos
confluyentes. La práctica y experiencia demuestra
que es POSIBLE y se PUEDE avanzar progresivamente si aprendemos de los
aciertos y los errores en las Instituciones, en las movilizaciones y en la
convivencia social.