La
sociedad se ha expresado en las urnas y con más silencio abstencionista a la
repetición de convocatoria electoral, consolidando la “fragmentación y
confrontación” de las derechas frente a izquierdas y progresistas. PSOE y UP
apuestan YA por una coalición de gobierno progresista.
Manuel Armenta
19
de Noviembre de 2019
La incapacidad de los partidos políticos
(PSOE-UP) para el entendimiento y gobernanza tras las elecciones del 28-A,
proyectó al candidato Sr. Sánchez y a la jefatura del Estado a convocar nuevas Elecciones el 10-N y
que el voto mayoritario cambiara la tendencia plural y transversal de los partidos y organizaciones de izquierda,
progresistas y nacionalistas en beneficio propio, y en su caso, el retorno del
bipartidismo histórico en los poderes del Estado. El NO es NO ha sido la respuesta contundente.
La primera respuesta de la ciudadanía a la
repetición electoral, es el incremento
de la abstención en algo más de 2 millones de personas (6% respecto del
28-A). Es evidente el fuerte rechazo a la forma de proceder de quien tenía la
obligación de formar gobierno y no quiso
y al conjunto de los partidos que con su actitud lo permitieron.
Y respecto del significado de la tendencia del voto destacar:
·
El
reforzamiento de la ultraderecha:
VOX y el liderazgo del PP en representación y votos, a costa del hundimiento de
C´S, como expresión de una reorganización del tripartito potenciando el modelo
de recortes políticos y sociales.
·
Los
partidos y organizaciones nacionalistas de Cataluña y País Vasco mantienen la
máxima representación y liderazgo de sus territorios en el Congreso y Senado.
·
Los
partidos de izquierda PSOE y UP pierden votos y representación en las urnas y con la abstención, a
pesar de mantener la mayoría y el referente progresista para el nuevo gobierno con el liderazgo del partido
socialista.
La segunda respuesta de la ciudadanía votante ha sido la de radicalizar la
confrontación del voto de derecha contra el de izquierda, en la doble dirección
de: reforzar al sector de las
derechas más firme, conservador y radical: PP-Vox que aleja el entendimiento de la forma de gobierno bipartidista
histórica, y al sector de las izquierdas debilitándolo moderadamente para seguir manteniendo su protagonismo
de la opción de un gobierno progresista desde el entendimiento en la transversalidad política, y el necesario apoyo
de las fuerzas y movimientos nacionalistas
que apoyaron la Moción de Censura contra el PP de Rajoy, y que hoy han
mantenido el equilibrio y respaldo del voto en las urnas.
El 10-N ha sido desde el punto de vista de la
sociedad protagonista del Sufragio Universal la reafirmación de la quiebra de la Transición del 78, y la apertura del nuevo ciclo de
reconstrucción de la Democracia que refuerce los derechos políticos y
condiciones de vida dignas que se han venido destruyendo con la pretensión de hacerlos sostenibles en detrimento de
las mayorías sociales. Lo que ya se inició en los Ayuntamientos y las
Comunidades del CAMBIO, se continuó con la Moción de Censura al PP de 2018 y en
las Elecciones del 28-A de 2019 y que no se pudo materializar con el gobierno Progresista, vuelve a exigirse e
imponerse en las urnas con el NO es NO a
la confluencia izquierda-derecha del bipartidismo histórico, y el SI a la
alternativa de gobierno Progresista.
Y aunque un PSOE y UP debilitados, siguen
siendo los más representativos para liderar el nuevo gobierno progresista, y
los llamados una vez más a entenderse y
confluir en su formación. Solo 24 horas después del 10-N se ha sellado el acuerdo básico confluyente de un nuevo
gobierno y de sus políticas referenciales para la gobernanza. Rectificar
los desaires y desaciertos políticos ha sido todo un alarde de autocrítica y
facultades para el buen hacer, que les posiciona al nivel de exigencia de la
realidad que vivimos y que la mayoría social ha vuelto a exigir en las urnas.
La tercera respuesta de la ciudadanía votante en Cataluña y País Vasco, ha
sido de clara y contundente fortaleza,
con el mantenimiento del liderazgo y supremacía de las fuerzas nacionalistas y
progresistas que mantendrán viva y
necesitada de entendimiento la crisis territorial que tanto daño está
haciendo al modelo de una España unida con base en la libertad de los pueblos y las personas para convivir en su ámbito y
en el Estado, frente a los intentos de imposición dictatorial de las
derechas y ciertas Instituciones.
La cuarta respuesta mantiene vivo el
referente de hacer confluir el
entendimiento y la participación directa de movimientos y organizaciones de
base que hoy protagonizan la lucha y movilizaciones en las calles:
Pensionistas, Mujeres y Jóvenes, en las Instituciones y órganos del Estado para
el mejor entendimiento de las medidas que se deben aplicar con las nuevas
Normas y Leyes que hagan posible la
recuperación y mejora de derechos y condiciones de vida dignas arrebatadas
a las mayorías sociales. Y en esta dirección es clave el referente de colaboración y entendimiento en el día a día, de los partidos más representativos
de las políticas progresistas y nacionalistas del Cambio.
En
conclusión una
vez más se ha puesto en evidencia el asentamiento de la conciencia política de
una mayoría social de las personas en todos los ámbitos de la sociedad, tanto
con el voto como con la abstención
de que quieren y demandan soluciones y actitudes claras a los problemas que
vivimos, y todo ello, sin menoscabo también del importante sector de personas
que han radicalizado su apoyo al
sector más ultraderechista que amenaza la controversia y confrontación de la
convivencia. Situación que nos obliga a
todos, y principalmente a los sectores y organizaciones progresistas, a vivir y
proceder siempre con los valores y principios de una Democracia Real y Justa.
El nuevo proyecto de gobierno de coalición
que se gesta entre PSOE-UP, es fundamental que culmine su constitución, y se
haga extensiva la colaboración más transversal para la gobernanza, con las
mayorías de fuerzas progresistas de todos los ámbitos territoriales. Porque
ello es POSIBLE a pesar de la crisis económica, territorial, y de la oposición
de los poderes fácticos ultraconservadores en las Instituciones y fuera de
ellas.