Rosario Granado
30 de marzo de 2021
Para la generación de jóvenes que vivimos los últimos años de la dictadura
franquista Europa constituía un referente en muchos sentidos. La cultura
europea estaba muy por encima de los niveles en que nos movíamos en los
círculos españoles sometidos a una censura atroz; la vida sindical y política
contaba con la participación democrática de una mayoría de la población; el
notable desarrollo económico atraía a miles de emigrantes, muchos de ellos
españoles; y sobre todo la democracia, la libertad y el respeto de los derechos
humanos eran valores reales por los que luchábamos en España y que plasmaban el
objeto de nuestra admiración.
Nada que ver con la Europa del siglo XXI, la Europa de la hipocresía, la
que habla de derechos sin cumplir ninguno, la Europa que militariza sus
fronteras, la que sigue manteniendo políticas coloniales, la que aumenta su
armamento y apoya la guerra, la que sigue las directrices norteamericanas de
forma servil, muchas veces en contra de sus propios intereses. ¿Dónde están los
valores occidentales? ¿Qué pasó con ellos?