martes, 11 de mayo de 2021

La Financiación de la Sanidad Pública


Miguel Toro, Carlos Yáñez Barnuevo

11 de mayo de 2021

Recientemente hemos asistido a la gran victoria del PP en las elecciones de la Comunidad de Madrid. Estamos todavía en época de pandemia y es claro que Madrid ha sido y sigue siendo una de las comunidades españolas que menos dinero per cápita dedica a sanidad (solo por detrás de Andalucía). También con la Covid: desde julio, cuando las comunidades retomaron por completo el mando en la gestión, Madrid es la comunidad autónoma que menos restricciones ha aplicado. También la que tiene la mayor tasa de contagios y hospitalizaciones por 1.000 habitantes. Y ha estado por encima de la media nacional en pacientes críticos.

La pandemia, y su gestión, ha puesto de manifiesto la necesidad de discutir públicamente el gasto dedicado a sanidad y la homogeneidad de dicho gasto entre las diferentes comunidades autónomas por una parte y por otra comparar el gasto medio en España con el de otros países de la Unión Europea y del mundo.

Gasto sanitario público
           por habitante
          (En euros)

 

Porcentaje sobre PIB 

País Vasco

1.873

 

Extremadura

8,70%

Asturias

1.763

 

Asturias

7,40%

Navarra

1.694

 

Murcia

7,40%

Extremadura

1.682

 

Castilla-La M.

7,10%

Aragón

1.677

 

Canarias

6,70%

Castilla y León

1.661

 

Castilla y León

6,60%

Murcia

1.638

 

Cantabria

6,50%

Cantabria

1.621

 

Galicia

6,40%

Galicia

1.568

 

C. Valenciana

6,30%

La Rioja

1.535

 

Andalucía

6,30%

Cataluña

1.515

 

Aragón

5,70%

Castilla-La Mancha

1.501

 

Rioja (La)

5,40%

Total España

1.486

 

País Vasco

5,30%

Canarias

1.477

 

Navarra

5,30%

C. Valenciana

1.477

 

Balears

5,10%

Baleares

1.475

 

Cataluña

4,70%

Madrid

1.340

 

Madrid

3,60%

Andalucía

1.262

 

 

 

En las tablas adjuntas (año 2019) se puede observar que Madrid es la que tiene menor porcentaje del PIB dedicado a sanidad y también la que tiene menos gasto público por habitante, solamente seguida por Andalucía.

Claramente el País Vasco es el que más gasto por habitante tiene aunque su porcentaje del PIB dedicado a la sanidad cae muy abajo.

El caso de Cataluña también es significativo: su porcentaje de PIB dedicado a sanidad es de los más bajos, aunque su gasto por habitante está sobre la media de España.

Podemos ver que, en euros por habitante las distancias del Pais Vasco a Andalucía es de aproximadamente 1.5. Y que Extremadura invierte un 5% más de su PIB que Madrid. Teniendo Extremadura un PIB por habitante mucho más pequeño que Madrid dedica un 25% más de euros por habitante a sanidad.

Unas primeras conclusiones ya son obvias de los datos anteriores. La primera es que las regiones más ricas, con más PIB por habitante y un porcentaje medio de su PIB dedicado a sanidad, disponen de más euros por habitante. Disfrutan como es conocido, de una mejor sanidad.

Las regiones, como Madrid, con uno de los PIB por habitante más altos de España, pero que las políticas seguidas por el partido gobernante, el PP, ha llevado a tener el más bajo porcentaje del PIB dedicado a la sanidad pública, y la segunda con menos euros por habitante. La consecuencia es una peor sanidad pública, que es la única a la que tienen acceso las capas más desfavorecidas, tal como se ha evidenciado en la pandemia.

El caso de Andalucía requiere un análisis detallado que haremos en un próximo artículo. Y la pregunta que queremos responder, aunque no lo haremos ahora, es: ¿a qué es debido que con un gobierno socialista durante tanto tiempo la sanidad pública andaluza esté tan mal financiada?



También es interesante comparar los datos de España con otros países.

Vemos que Alemania dispone de más del doble de euros por habitante que España. Dispone de mucha mejor sanidad. Esto es debido a que tiene un PIB más alto pero también a que dedica un porcentaje mucho más alto (8,9%) a sanidad.

Algo similar podemos decir de Francia y Reino Unido. Italia, sin embargo, está en una situación similar a España.

De los datos anteriores queremos extraer varias conclusiones.

La primera es que los grandes países europeos, Alemania, Francia y Reino Unido, han construido durante mucho tiempo un fuerte sistema público que incluye un robusto sistema sanitario público. Esto ha sido debido a un sistema fiscal progresivo que les ha permitido recoger los impuestos necesarios para financiarlo y en un porcentaje alto de estos recursos públicos dedicarlos a sanidad. España necesita subir impuestos –a las rentas y patrimonios altos- para que eso sea posible y dedicar un mayor porcentaje de ellos a sanidad, aunque las nuevas corrientes que vitorean al PP se resistan y nieguen las evidencias 

La comparación entre las comunidades autónomas españolas invita a otra reflexión. ¿Es justo que dediquen unos recursos financieros tan dispares, tan desiguales? Creemos que no. No es justo ni equitativo para crear una sociedad integrada y estable.

En este punto pensamos, como en la necesidad de la progresividad fiscal, que tiene que existir una redistribución entre las comunidades ricas y pobres. Desde luego en muchos temas pero en particular en sanidad.

Para que eso sea posible hay que buscar el objetivo de que todos los habitantes del Estado español dispongan de los mismos recursos económicos por habitante dedicados a sanidad. Evidentemente esto hay que buscarlo de forma progresiva pero lo que está claro que debe ser un objetivo del Estado propiamente, que no puede delegar en las comunidades autónomas.

Al igual que pensamos que el Estado tiene que impedir el dumping fiscal que el gobierno de Madrid está haciendo al resto de las comunidades autónomas, el Estado también tiene que ponerse como objetivo, centralizando las decisiones que sean necesarias, que cada español disponga de recursos similares para la sanidad pública. Independientemente de la comunidad autónoma en la que viva.