viernes, 5 de noviembre de 2021

Los beneficios caídos del cielo para las eléctricas


Sixto Martín
, ingeniero

5 de noviembre de 2021

El precio de la electricidad sigue subiendo y los ciudadanos cada vez están más preocupados por el impacto que está produciendo sobre sus bolsillos y sobre la economía en general. La tasa de inflación está aumentando y en gran medida esto es debido al impacto de la subida de la energía en general y en particular de la electricidad. ¿Pero quiénes ganan y quiénes pierden con esto?

Empecemos por ver los datos de producción eléctrica de julio, agosto y septiembre de 2021 y de 2020   : 

Producción por tecnologías jul ago. sep. 2021 y 2020 Gwh

                                                 2.020                                 2021

 

Jul-ago-sep

% s/ total

Jul-ago-sep

% s/ total

Dif ª  2021 2020

CC GAS

15.427

23,9

10.646

17,6

-4.781

-31,0%

Nuclear

15.182

23,5

15.160

25,0

-22

-0,1%

Eólica

11.570

17,9

10.840

17,9

-729  

-6,3%

Cogenerac. GAS

6.795

10,5

6.492

10,7

-302

-4,4%

Solar fotovoltaica

5.058

7,8

6.663

11,0

1.605

31,7%

Hidráulica

5.395

8,4

5.476

9,0

81

1,5%

otros

5.179

8,0

5.342

8,8

163

3,2%

Generación total

64.605

100,0

60.620

100,0

-3.985

-6,2%

 

En 2021 se ha producido una disminución de 3.985 millones de Kwh respecto de la producción de 2020. Por tanto no parece correcto que el aumento de precios pudiera adjudicarse, en parte, al aumento de la demanda, cuando esta ha caído un 6,2 %. 

Por tecnologías, esta caída se concentra en el descenso en la producción con Gas (ciclo combinado y Cogeneración con gas) que ha pasado de 22.222 millones de kwh (el 34,4 % del total) en 2020 a 17.138 millones de kwh (28,3 % del total) en 2021. Este descenso en la producción con gas, superior al descenso total, se ha visto parcialmente compensado con el incremento en la producción fotovoltaica, que pasa de 5.058 Mill de Kwh (7,8 %) a 6.663 Mill de kwh (11 %). El resto de las tecnologías mantienen prácticamente su producción, con excepción de la eólica que desciende en 729 millones de kwh.

Los precios medios diarios (€/Mwh) en el mercado mayorista para estos meses han sido:

 

 

julio

Agosto

Septiembre

2020

40,01

35,72

40,41

2021

94,17

110,45

156,53

diferencia

54,16

74,73

116,12

 

Aplicando estos precios a la producción por tecnologías, obtenemos los siguientes resultados:

   ingresos

 

Millones

2020

2021

597

1.325

CC GAS

587

1.816

Nuclear

449

1.274

Eólica

263

780

Cogenerac. GAS

195

782

Solar fotovoltaica

208

633

Hidráulica

200

636

otros

2.430

7.246

Generación total

 

En estos tres meses, los ingresos del sistema de generación eléctrica han pasado de los 2.430 Millones de € de 2020 a los 7.246 millones de 2021.

Si descontamos las tecnologías que han visto incrementado su precio de generación por el fortísimo incremento en el precio del gas y de la tonelada de emisiones de CO2, es decir, si descontamos los ingresos de las tecnologías de ciclo combinado y cogeneración con Gas, el resultado es que se ha pasado de ingresar 1.569 millones de €, a ingresar 5.142 millones de € en 2021. Es decir las tecnologías que no usan Gas ni emiten CO2, han aumentado sus ingresos en 3.572 millones de en estos tres meses de 2021, respecto del mismo periodo de 2020.

Con los datos de los resultados obtenidos en 2020 por las tres empresas de generación eléctrica más importantes de España: Iberdrola (3.610 millones de de beneficios), Endesa (1.394 millones de €) y Naturgy (876 millones de €), y los precios en el mercado mayorista en 2020, en el entorno de los 40€/Mwh, podemos deducir que los costes de producción medios de las tecnologías que no emplean gas están por debajo de esa cantidad de 40€/Mwh (de no ser así, no podrían haber tenido beneficios).

Si consideramos que no ha habido incrementos significativos en los costes de producción de estas tecnologías de 2020 a 2021, y que con 40€/Mwh se han alcanzado beneficios por encima de los 5.880 millones de € en el año 2020, entonces podremos afirmar sin riesgo a equivocarnos que en los meses de julio, agosto y septiembre de 2021, el sistema eléctrico, al aplicar el sistema marginalista en las subastas de fijación de precios, ha obtenido una sobre retribución (retribución por encima de la obtenida en el mismo periodo de tiempo en 2020) por importe de 3.572 millones de €.

Mercado diario y mercados a plazos

Aquí entramos en el terreno de las suposiciones e hipótesis, pues no hay transparencia y no existen datos acerca del mercado a plazos que pudieran tener las grandes empresas de generación. El mercado a plazos mediante PPA, (Power Purchase Agrement), acuerdos bilaterales o cualquier otro mecanismo de mercado, consiste en que un generador se pone de acuerdo con un gran consumidor o una comercializadora y pactan la energía y los precios de ésta que van a aplicar entre ellos para sus necesidades a medio o largo plazo. Es decir, van a fijar una cantidad de energía a suministrar y el precio de ésta, con independencia del precio del mercado diario, para un periodo de tiempo futuro. De esta manera ambas partes se aíslan de las fluctuaciones del precio en el mercado diario y se garantizan unos ingresos (generador) y unos costes (comercializadora o gran consumidor) razonables para ambas partes.

En Europa este mecanismo está muy extendido y eso ha evitado que se traslade al consumidor la escalada de precios que venimos sufriendo desde julio de este año. Pero en España este mecanismo no está muy desarrollado y se desconoce la cantidad de energía negociada con este procedimiento. Tal es así, que una de las medidas del Gobierno es obligar a generadores y comercializadoras a participar en subastas a medio plazo en un porcentaje de la producción/consumo que tengan, y así reducir el impacto sobre los consumidores de los cambios de precio diarios.

Por otra parte, las grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa y Naturgy) han utilizado esta figura para argumentar que no se les pueden reducir parcialmente los beneficios “caídos del cielo” (generados por el mercado marginalista al pagar a precio de gas tecnologías no contaminantes y mucho más baratas) pues no podrían mantener los contratos bilaterales a medio plazo que tienen con sus clientes industriales y sus propias comercializadoras.

El gobierno ha sido sensible a este planteamiento razonable, admitiendo que para ese tipo de contratos no serán de aplicación las medidas aprobadas de devolución parcial de los “beneficios caídos del cielo” que, a priori, ha estimado en 2.600 millones de €. Pero para no aplicar la medida, pide que se hagan transparentes los contratos bilaterales que los grandes generadores pudieran tener.

En todo caso, aun desconociendo la cuantía de energía sujeta a contratos bilaterales, hay un dato incuestionable: la energía consumida por los usuarios domésticos del mercado regulado, 11 millones de hogares, no está sujeta a contratos bilaterales y por tanto a esa energía les sería aplicable el descuento de los “beneficios caídos del cielo”.

Respecto del resto de energía que generan Iberdrola, Endesa y Naturgy y que venden sus comercializadoras filiales en el mercado libre, es dudoso que el porcentaje de energía en contratos bilaterales sea elevado. Como unidad económica es más rentable para el grupo (generador-comercializador) aplicar los precios diarios, y mejor si éstos son muy altos, que pactar precios moderados. El margen de beneficio con los precios de mercado diario en estos meses, con márgenes de entre 54 € y 116 € por Mwh (respecto de los 40€/Mwh de 2020) para el generador es muy superior al margen que pudiera tener la suma de generador y comercializador si hubiesen acordado un precio de 55€/Mwh en un contrato bilateral (el generador tendría un margen de 15 €/Mwh, considerando unos costes de 40€/Mwh, y la comercializadora de otros 10 €/Mwh, suponiendo una venta a 65€/Mwh)

Por otra parte, hay indicios indirectos de que esto es así. No tendría ningún sentido la política seguida con la hidráulica (vaciado de pantanos) si esa energía estuviera amparada por un contrato bilateral y no por el precio que marca el mercado diario. O la de parar la eólica para forzar la  entrada de gas. Tampoco se aprecia en el mercado una guerra de tarifas entre las grandes comercializadoras, cosa que sí podría ocurrir si alguna hubiese optado por contratos bilaterales masivos, podría estar ofreciendo precios muy por debajo de lo que marca el mercado diario.

Algunas consecuencias de los precios actuales de la electricidad

La primera consecuencia directa es el sufrimiento añadido que van a tener millones de hogares en España que ya estaban en pobreza energética y por tanto no podían disfrutar del confort y las condiciones de salud que proporciona la energía.

La segunda es la pérdida de poder adquisitivo que van a tener las familias de menor renta, al tener que disponer una mayor cantidad de sus cortos ingresos para hacer frente a la subida de la factura eléctrica.

La tercera es la escalada de la inflación, que ya se ha situado en el 5,5 % en lo que llevamos de año, con lo que esto representa de pérdida de capacidad adquisitiva, y por tanto del consumo interior, que puede provocar un estancamiento de la economía con el consiguiente efecto sobre el empleo. Deterioro de los salarios que no se incrementarán en la misma cuantía que el IPC.

La cuarta es un mayor desequilibrio en las cuentas públicas, con aumento de la deuda, por reducción de los ingresos y aumento de los gastos. Se ha bajado el IVA de la electricidad y suprimido otros impuestos sobre la misma, al tiempo que se han suprimido temporalmente los cargos que se aplicaban en la factura eléctrica; simultáneamente se han aumentado las ayudas sociales para paliar el incremento en las facturas eléctricas.

Colateralmente, hay que señalar que un aumento del 1 % de inflación supone un incremento de 1.000 millones de € al año en las pensiones públicas.

La quinta es la puesta en peligro de la transición energética justa impulsada por la Comunidad Europea y a la que nos hemos sumado en un intento por frenar el cambio climático y cambiar nuestro modelo productivo, apostando por la electrificación de la economía. Se puede producir una vuelta al carbón, combustible fósil más contaminante que el gas, pero más barato.

La sexta, aunque parezca baladí, no lo debería ser para los que se proclaman patriotas y tienen a España siempre en la boca: más del 65 % del accionariado de las tres grandes eléctricas es extranjero, lo que quiere decir que el beneficio de estas empresas que se reparte entre los accionistas (lo que se llama dividendos), sale de España, por lo que nos empobrecemos a nivel nacional.

¿Qué respuestas se dan a esta crisis?

Desde la política, el gobierno ha realizado diversas propuestas, alguna estructural pero la mayoría coyunturales y de carácter temporal (hasta diciembre unas y hasta marzo de 2022 otras), plasmadas en decretos ley, que han contado con el apoyo de la mayoría del arco parlamentario y el rechazo del PP y Vox, que se han posicionado con las grandes eléctricas. El gobierno ha llevado sus posicionamientos a Europa en un intento por encontrar una solución a nivel europeo, del que aún no se han obtenido resultados (se plantea modificar el mercado marginalista).

Desde las grandes eléctricas se ha declarado una guerra al Gobierno considerando que éste actúa de forma arbitraría y no respeta las reglas del mercado. Han actuado maximizando el beneficio a corto plazo (vaciado de pantanos), olvidando su responsabilidad social y el daño que causan a la economía nacional y han propuesto acabar con el actual sistema del PVPC y que la tarifa regulada de electricidad se aplique sólo a los hogares vulnerables (nota de prensa del 25 de octubre ), olvidando que el mercado libre siempre ha resultado más caro que el regulado en periodos anuales, aunque pueda resultar más caro en cortos periodos de tiempo.

En los medios de comunicación la electricidad se ha convertido en un tema que llena páginas, pero se nota que una parte importante de sus ingresos de publicidad los pagan las grandes eléctricas. El posicionamiento en este tema se vincula con su posicionamiento ideológico, generalmente de rechazo al Gobierno, más que en un análisis de la grave situación que está creando la subida de precios de la electricidad.

Parecería que los beneficios de tres empresas y las reglas que lo permiten estarían por encima del interés público, de forma que si en un platillo se ponen los beneficios y en el otro la recuperación económica y el cambio de modelo productivo, el primero debe prevalecer sobre el segundo. Ninguna  norma o reglamento puede estar por encima de la Constitución, que proclama “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica”.