viernes, 5 de mayo de 2023

Eco-Economía para salvar el planeta

Los ayuntamientos son los espacios cercanos donde mejor se pueden poner en práctica las propuestas de cambio eco-social. Y el 28 de Mayo, elecciones.


José Carlos González Lorente. EcoActivista: blog para el cambio eco-social. Miembro de Ecologistas en Acción. Miembro del Ateneo Republicano de Andalucía.

5 de mayo de 2023

     ¿Qué es la Eco-Economía? La ecología política es economía.

     Sin balances no es posible avanzar en el urgente cambio del sistema económico social. A ciegas, sin ‘mapas’, la participación seguirá en manos de los poderosos e influyentes de siempre (1).

     Tras casi 50 años de procesos fallidos, la cuestión central son los indicadores que deben configurar esos balances, a pesar de la brutal resistencia a abordar los indicadores sobre desigualdad y fiscalidad justas.

     Ya está bien de dudas: boicot, desinversión y sanción sobre los expoliadores de los territorios y bienes. Condicionalidad eco-social ante evidentes violaciones de Derechos Humanos, sociales y culturales.

Si en mi artículo inicial en este blog ((‘A propósito de todo - Memoria contra los expolios’), que era un guion que prometí ir desarrollando, citaba varios aniversarios, hoy recuerdo algunos acontecimientos que enmarcan este nuevo artículo. Acaban de cumplirse 50 años del informe sobre los Límites del Crecimiento. En un ámbito más cercano, la semana pasada se cumplieron 25 años del desastre de la rotura de la balsa minera de la empresa Boliden, en Aznalcóllar. Por otra parte, el panel del cambio climático (IPPC) nos recuerda que vamos tarde, muy tarde, muy lentos. Sigue sin haber coherencia con la solemne declaración sobre emergencia climática de la ciudad de Sevilla. Y como marco global, vivimos en el contexto del intento de consolidación de la destrucción de Doñana como Reserva de la Biosfera (Unesco, 1980) y Patrimonio de la Humanidad (1994).

El problema de fondo es que vivimos para y bajo el poder omnipotente de unas empresas cuyo valor -‘de mercado’- no es real. Es tal el poder de su publicidad, sobre los medios y sobre la política, que no sabemos el valor real de las empresas, ni sabemos cuál es el impacto socioeconómico de los proyectos e inversiones, públicas o privadas. Hace tiempo que los mercaderes (1) destruyeron el concepto de economía, como la ciencia de satisfacer necesidades con medios escasos. Lo que vivimos no es economía. Es especulación.

Tras las también solemnes declaraciones y afirmaciones de que el sistema de mercados estaba roto, tanto en la pandemia del Covid como en la crisis de 2008, todo sigue igual. O peor: se instaló un tonto el primero que se le ocurra ejercer la condicionalidad eco-social para aplicar fondos e inversiones. Las diversas burbujas siguen inflándose: turismo, energía (la economía del hidrógeno, el capitalismo verde, la economía ‘azul’...). No aplicar fondos y esfuerzos en los sectores adecuados, y la amenaza del flagelo de la deuda ecológica futura tras proyectos fallidos, debería aterrarnos. Y no sólo deuda ecológica. Ahí están las amenazas de la vuelta de la austeridad (mal aplicada: siempre, a los más débiles, en vez de a los privilegiados de siempre), y el acoso de la prima de riesgo (mecanismos en manos de los mismos especuladores).

No hay duda. La Eco-economía es la solución. ¿Qué es eso?

La solución sigue siendo un nuevo sistema de contabilidad y de balances, que reflejen también las llamadas ‘externalidades’, los impactos negativos de las empresas y del poder empresarial en la sociedad y en el medio ambiente. El obstáculo, la resistencia (brutal), sigue siendo la desigualdad, evidenciado en una afirmación directa pronunciada por el representante de EEUU durante la negociación del Acuerdo de París: ‘si se intenta incluir la desigualdad /equidad en la ecuación- evaluación de la sostenibilidad, abandonamos el proceso’ (recordado por Oscar Carpintero en este recomendable vídeo que también apuesta por la socioeconomía como solución (nota 2. Minuto 14).

La otra evidencia de resistencia es la negativa (con bochornosa complicidad de los Estados) a reflejar, en registros públicos, en las memorias -o en los informes públicos de evaluación de estas memorias de sostenibilidad y en la trazabilidad de los productos- las huellas fiscales reales de las empresas.

Un esquema de este sistema de indicadores básicos para elaborar balances de sostenibilidad (real) es el siguiente:


Este esquema ha sido propuesto en multitud de procesos regulatorios e instituciones. Una condición para su aplicación es el equilibrio: no debe haber nada inaceptable en ninguno de los aspectos, ni en la cadena de valor. Esto es también un método para evitar el evidente ‘lavado verde’, e incluso lavado ético -atención al mercado de la caridad-, que sigue avanzando. Ver vídeo explicativo sobre cómo funcionaría el sistema (6)

Propuestas desde la ecología integral

Son las propuestas de una ecología política que incluye la consideración del cumplimiento de los Derechos Humanos y los medioambientales, situando la vida como objetivo central.

El eco socialismo, eco feminismo, eco pacifismo, siempre ha ofrecido las soluciones. En este momento, sería importante evitar las parálisis en las que caemos mediante discusiones sobre Decrecimiento (atención a la propuesta aclaratoria de que sea equitativo y enfocado hacia la felicidad), catastrofismos y colapsos. El derecho y deber a la rebelión (atención a los científicos enjuiciados por su protesta por el clima), eso de pegarse a un cuadro, teñir el congreso de rojo -con jugo de remolacha, ojo- , o verter una jarra de arena sobre la mesa de un presidente, no debería escandalizar. Debemos dejar de corregir a los indignados, muchos de los cuales han abandonado, con razón, los procesos institucionales y posibilistas, argumentando que sólo sirven para consolidar la impunidad. Deberíamos dejar ya el debate y teorización infinita (exuberancia irracional de las palabras), en el que los egos tienen un gran papel. Todo debe ser tomado como complementario. El activismo radical puede y debe ser complementado con propuestas tan positivas como las que señalo a continuación. La complementariedad y fuerza de la unidad también debe darse en el ámbito de las organizaciones e iniciativas sociales. Por ejemplo, con la unidad y coordinación de todas las plataformas e iniciativas que están denunciando el expolio de nuestro patrimonio, ya sea histórico o natural. Pero vamos a lo más práctico:

    Las 5 grandes organizaciones ecologistas proponen un gran cambio, mediante la campaña denominada ‘Yo apoyo la Casa Común’, basada en varios casos de expolio de nuestro patrimonio natural (enlace).

    Ecologistas en Acción también está haciendo propuestas específicas para CCAA y ayuntamientos (ver aquí).

    Y más concretamente, Ecologistas en Acción de Sevilla ha publicado un documento con 100 medidas para conocimiento de la población y sobre todo, para las candidaturas a la alcaldía, a las que se les ha enviado expresamente. El documento está dividido en 10 bloques de medidas. Me centraré en el bloque dedicado a la cuestión de los balances de la ciudad (y los de las empresas y proyectos) y mapas visuales de riesgos y problemas (y también, en positivo, de oportunidades y buenos ejemplos), así como en algunas de las 100 medidas que complementan esta línea de acción, que se mantendrá más allá de las elecciones.

Desde Ecologistas en Acción reclamamos que se publique anualmente un balance/diagnóstico socio eco-económico sobre el estado de la ciudad (con perspectiva metropolitana) con indicadores adecuados, y relacionados con las 100 medidas del documento, que sirva de diagnóstico y sistema de mejora continua. Debe incluir:

ü  Un balance mediante un sistema de indicadores sobre la calidad, dependencia y riesgos sobre: Agua, Aire, Energía, Movilidad. Residuos (¿sabéis donde va la basura de la ciudad? ver artículo), Calidad de vida - salud, y abarcando todo, indicadores sobre desigualdad.

ü  Y un sistema visual para que los ciudadanos sean conscientes de los problemas reales de la ciudad, con un sistema de banderas negras/azules: proyectos / empresas / situaciones especulativas - endeudantes, contaminantes… Y proyectos positivos.

Entre las 100 medidas se incluyen algunas que inciden en esta línea de acción:

     Seguir insistiendo en la instauración de la Compra y contratación pública con condicionalidad eco-social, por lo que la exigencia de indicadores y balances válidos a evaluar es imprescindible.

     Seguir promoviendo e incidiendo en un sistema correcto de etiquetado y sellos de calidad (tal como se cita en la propuesta sobre soberanía alimentaria): para turismo / hoteles (hay dos iniciativas un tanto estancadas), o incidir en el etiquetado correcto de vehículos, clave, por ejemplo, para las iniciativas de Zonas de Bajas Emisiones.

     En urbanismo / patrimonio, incidir en la recuperación del patrimonio público expoliado u ocupado por intereses privados: de los caminos, veredas, vías férreas… a los bienes inmatriculados irregularmente por la Iglesia católica u otras confesiones-organizaciones privadas.

     En Democracia y participación: Derecho a la información - derecho a saber. Garantizar y facilitar el acceso público a los registros oficiales, archivos, balances públicos (y privados) reforzando a su vez todos los sistemas relacionados con la trazabilidad (en conexión con lo propuesto sobre sellos de calidad). Este derecho debe incluir una participación real y efectiva en el diseño y la elaboración de planes, proyectos y programas.

Estas propuestas combinan el objetivo de Ecologistas en Acción (EeA) de incidir en la regulación del poder empresarial, denunciando la acción de los oligopolios y lobbys, en especial en la regulación de los procesos sobre Derechos Humanos desde una perspectiva EcoSocial, impulsando una Ley integral de empresas y derechos humanos y un instrumento internacional vinculante sobre empresas transnacionales y derechos humanos en Naciones Unidas, y en los procesos relacionados con las taxonomías y balances. Este es uno de los objetivos de EeA cara a la presidencia española en la Unión Europea.

La motivación de estas propuestas se basa en la evidencia de que los informes que se están elaborando no son válidos, pero son el camino. En este momento, son más importantes las respuestas desde las organizaciones sociales (contra-informes) que los propios informes. Su no contestación consolida la impunidad. Y ya sea el ayuntamiento o las empresas, deberían tener una actitud más positiva: no deberían tomarse la crítica como una ofensa, sino como una oportunidad para el cambio. El análisis sobre el estado de la ciudad que se elaboró en el entorno de Sevilla - Agenda 2030 no fue válido. Los informes anuales del Consejo Económico Social - CES (5) sobre el estado de la ciudad de Sevilla siguen sin incluir indicadores válidos sobre:

     Calidad del aire de Sevilla. En el informe no aparece ninguna mención a la calidad del aire que respiramos.

     Agua. Sin menciones sobre las amenazas y dependencias, ni refieren alguna medida o posibles datos positivos (ahorro de los consumidores). Tampoco se menciona nada sobre el río Guadalquivir, ni el Guadaira (y otros ríos), ni una referencia a Doñana.

     Sobre energía, cuestión directamente relacionada con la movilidad, tampoco hay ninguna mención al uso y dependencia de la ciudad respecto a las fuentes de energía, ni a su impacto socioeconómico.

     No hay coherencia ni mención a la declaración de emergencia climática de la ciudad.

     Sobre la vivienda y el suelo, aunque hay referencias a la cuestión de la vivienda, no se citan las amenazas al patrimonio (histórico, natural), suelo y urbanismo, ni la principal amenaza que es la posible burbuja-especulación turística, energética…. Tampoco se menciona el impacto del ruido, otro factor clave sobre la calidad de vida, eternamente olvidado.

     Sobre movilidad no hay datos e indicadores suficientes, al igual que sobre Biodiversidad/especies amenazadas-invasoras, pese a la importancia que tiene en relación con las pandemias (de nuevo, perdemos la memoria...) y a que somos la puerta de Doñana, patrimonio de la humanidad amenazado.

     En el fondo falta un enfoque hacia las personas, a la calidad democrática, los derechos humanos, la educación/sanidad.

     Sobre desigualdad, en el capítulo sobre pobreza/equidad sólo se constata que tenemos los barrios más pobres del país sin más detalles sobre su evidente cronificación, no sólo material, sino cultural.

     La vida, y nada más: el informe del CES no habla de las causas de muertes, por mala calidad del aire, o por suicidios, por ejemplo. No hay ninguna mención a la situación o a las medidas tras uno de los episodios más graves de nuestra reciente historia: las muertes en las residencias de ancianos a consecuencia de la pandemia del COVID (tras la que todo iba a cambiar...). Sí se citan datos sobre siniestralidad laboral, que no son suficientes. Y no sólo muertes: es urgente evaluar la calidad de vida de la población. Podemos tener una población con cierta longevidad, pero es importante saber si, en general, somos gente cada vez más enferma (física o mentalmente).

El origen de los problemas es que existe un importante déficit de memoria histórica, y memoria de las crisis recientes, de sus causas. Si ni siquiera sabemos por qué perdimos la oportunidad de una banca pública (a nivel local teníamos dos importantes cajas de ahorro), o cómo se ‘tapò’ la responsabilidad de los que no hicieron nada ante el robo o fomento de negocios insensatos como los que afectan al agua en Doñana, o ante la denunciada rotura de la presa de Aznalcóllar, por citar tres ejemplos. Así será difícil avanzar. La memoria es el elemento de más valor como elemento de justicia, verdad y reparación, pero también posee su valor como previsión ante las amenazas citadas. Usémosla. La utopía no es tal utopía. El desconocimiento, fomentado, nos impide ver que hay posibilidades no ilusorias (7). Este modesto artículo pretende visualizarlas. Una vez más, seamos la pesadilla de los que quieren arruinar nuestros sueños. (Continuará…).

@jcarlosgonz - https://cambioecosocial.wordpress.com/  En este blog también aparecerá este artículo (enlace), en versión ampliable

 

Notas, referencias y eventos de interés:

  1. Economía y sociedad de los influyentes. La ‘colaboración público privada’, en 5 minutos (vídeo). En la misma línea, imprescindible vídeo con la ponencia: “La historia reciente de las grandes infraestructuras de transporte en España. La locura del hormigón en tiempos de emergencia climática”. Ponente: Paco Segura, de Ecologistas en Acción. Modera, Carmen Duce.
  2. Conferencia de Oscar Carpintero en la que describe la teoría de la Socioeconomía.
  3. Conferencia de Daniel Albarracín sobre los desafíos de la crisis ecosocial (blog - vídeo).
  4. Los trabajos del Profesor José Manuel Naredo en su blog (en especial ‘La Taxonomía del lucro’, o el más reciente, ‘La crítica agotada’) que incide en la idea de que vivimos en una falsa economía.
  5. Voto negativo al informe socio-económico de la ciudad de Sevilla (Artículo en prensa - Artículo en el Blog - Documento formal del voto particular en el CESS).
  6. Vídeo exposición sobre cómo debería funcionar el sistema de balances y trazabilidad.
  7. Algunos procesos posibles en Naciones Unidas o la Unión Europea. No deberíamos abandonarlos, aunque sea para denunciar a los impostores: Es posible legislar sobre el Ecocidio, sobre el Derecho Humano a un medio ambiente sano, hacer que el Agua sea efectivamente un Derecho Humano Universal; impulsar un Juicio por el Clima; un tratado vinculante (obligatorio) para controlar el poder de las multinacionales (en España hemos propuesto una Ley Integral, que no ha llegado a tiempo para tramitarse en esta legislatura); una nueva contabilidad, nuevos balances y trazabilidad; dotar de personalidad jurídica a nuestro patrimonio natural (El Mar Menor). Impulsar y recordar Constituciones que incluyen derechos de la Tierra (Chile, Ecuador, las viejas constituciones nórdicas…).