martes, 10 de diciembre de 2019

2019 – UNA NUEVA TRANSICIÓN



La crisis económica de 2008 desató un proceso de destrucción y deterioro de derechos, libertades y condiciones de vida dignas, transformándose en una crisis “social, política, territorial y constitucional” que cierra puertas a un futuro de progreso, necesitado ya de una Nueva Transición.


Manuel Armenta

10 de Diciembre 2019.

Muchos acontecimientos de gran relevancia para el régimen de Democracia y para las condiciones de vida: económicas, sociales y políticas de las personas, se han producido desde que la crisis económica saltó en el 2008, y los poderes Institucionales, económicos y financieros forzaron su destrucción para proteger sus beneficios e intereses de clase y de poder.

La paz social y convivencia sostenida durante 30 años se fracturó, abriendo caminos de confrontaciones en todos los ámbitos de la sociedad civil: social, laboral y política contra toda forma de poder. La crisis económica acabó abriendo espacio y confluencia con una crisis social, política y territorial que perdura en la actualidad, con dos tendencias claras de confrontación y cambio hacia: una Democracia sostenible y recortada en derechos y condiciones de vida dignas o una Democracia reforzada y fortalecida en las Instituciones Públicas para primar los derechos de las mayorías sociales y el bien común.

Una mayoría social dijo basta en las calles y centros de trabajo en el 2011, representada en el 15-M y hoy sigue siendo el referente de la quiebra del Pacto del 78 y de la Nueva Transición por una Democracia Justa, Igualitaria, Progresista y Sostenible para todas las personas sin discriminación de ningún tipo. Mayoría social que también se expresó en las urnas en las elecciones de 2014-2015-2018 y 2019, dibujando un nuevo escenario de confluencias para gobernar, y la fractura del bipartidismo mayoritario PP-PSOE.


Las derechas, tras la Moción de Censura que les arrebató el poder, actuaron con rapidez e inteligencia para configurar su núcleo confluyente de poder Institucional PP-C´s-Vox, de la España recortada en derechos políticos, sociales, económicos y territoriales a la que aspiran en el conjunto del Estado. Objetivo del nuevo modelo muy bien marcado por los poderes económicos, la Iglesia Católica e ilustres personajes del sistema del 78, ante la perspectiva de una Coalición Progresista, de Izquierdas y Nacionalistas que trabajan por la nueva confluencia de Gobierno de España y una nueva Transición.
Las izquierdas, tras la repetición de elecciones que les ha reportado un cierto recorte de apoyo electoral, siguen manteniendo la suficiente mayoría de representación para que haya un gobierno de progreso que NO profundice la doble crisis Constitucional, social y territorial que ha servido para justificar los recortes y pérdida de derechos en todos los órdenes de la vida. Y desde esta premisa, implementar el nuevo modelo de Transición que tenga como los objetivos preferentes: recuperar derechos y condiciones de vida dignas, aplicar los principios Aconfesionales de la Constitución y abrir caminos para un nuevo modelo de Democracia más Justa e Igualitaria para las personas y los territorios.

Y desde la sociedad civil, será imprescindible y necesario mantener y reforzar las luchas y movilizaciones en las calles, centros de trabajo y educativos como ya protagonizan y lideran las Mujeres, Pensionistas, Memorialistas y Estudiantes en el conjunto del Estado. Avanzar en la organización y sostenibilidad de los movimientos que permita una mayor y consistente representación en la sociedad civil –de la que ya se tiene- , y en las Instituciones de forma competencial –que no se tiene-, y que serán imprescindibles para conquistar las reivindicaciones que se necesitan en cada momento.

La clase obrera necesita refundar sus formas de organización y representación no solo en los centros de trabajo, sino gremiales y en su caso, territoriales, porque la estructura sindical está absorbida por el sistema Institucional y empresarial y muy alejada de la vida real y representativa del mundo del trabajo y de la clase trabajadora, que se enfrenta no solo a recuperar el derecho laboral y económico arrebatado, sino a su transformación consecuencia del avance tecnológico en el mundo de las empresas. Probablemente, el mejor camino de reinicio de organización del movimiento obrero, resida en la asamblea y la representación directa electa, sin menoscabo del sindicalismo organizado, y juntos avanzar en un modelo de Democracia participativa más inclusivo de la sociedad civil.

Los sectores progresistas provenientes del mundo intelectual, de la cultura, las ciencias y sistemas de I+D+I, que fueron tan importantes y determinantes en las luchas anti-franquistas, son hoy una necesidad de que retornen al mundo organizado de la lucha, al margen de los partidos políticos y desde su transversalidad, para sumar capacidad y fuerza social al modelo de sociedad Democrática que con ésta nueva Transición que se inicia es posible conseguir. Las calles, las urnas y hoy partidos y organizaciones unidos por una alternativa de progreso lo necesitan.

Los sistemas públicos básicos del régimen de Democracia: Educación, Sanidad, Vivienda y Pensiones, están siendo destruidos y privatizados en beneficio de grandes empresas y de la iglesia católica, causando estragos, discriminación y desigualdad entre personas y sectores sociales, que evidencian el modelo de Democracia en retroceso que estamos viviendo en España. Tenemos que cambiar ya ese rumbo para que las personas, la sociedad y las Instituciones antepongan en libertad, la convivencia y el interés general al particular, en todos los territorios del Estado con el otro modelo de Democracia en progreso, igualdad y libertad.

La Transición del 78 ya no ofrece la estabilidad política, social, territorial y aconfesional que necesitamos. Las alternativas y soluciones del 78 retroceden hacia un régimen más recortado, y solo nos queda el camino de progreso con una nueva Transición para poder reconstruir la Democracia con más libertad y derechos, con más igualdad y condiciones de vida dignas, con más libertad territorial para unir a España, con más I+D+I y con más democracia representativa y aconfesional en todos los órganos del Estado. Los próximos cuatro años y las nuevas fórmulas confluyentes de movilización, sufragio universal y la gobernanza progresista, son claves y únicas para avanzar hoy.