viernes, 27 de enero de 2023

2023: LA VOLUNTAD POPULAR DECIDE EL FUTURO

Este año será decisivo en todos los órdenes de la vida, por la confluencia de las crisis -sanitaria, institucional y la guerra- y sus consecuencias, unidas a las confrontaciones con el ultra-conservadurismo y los poderes fácticos económicos y mediáticos que no soportan las políticas de progreso y democráticas que beneficien a las mayorías sociales en Democracia e Igualdad.


Manuel Armenta

27 de Enero de 2023

La crisis sanitaria la arrastramos hace ya tres años y, aunque pervive, está siendo más llevadera y asumida por el conjunto de la sociedad con criterios de positivismo que eliminan confrontación y radicalismo político. En cambio la guerra Rusia-Ucrania, de la que nos hemos hecho partícipes a través de organismos internacionales que la soportan y la extienden, trae consecuencias muy negativas para los principios de PAZ, VIDA y ENTENDIMIENTO, así como para la vida económica y medio-ambiental, que afecta a España de forma muy particular. La confrontación institucional del Poder Judicial con el Gobierno es otra brecha que añade fuego a la crisis general que vivimos, influyendo de forma notoria en la falta de credibilidad en los poderes del Estado.

El “recurso previo de inconstitucionalidad” que utilizó el Tribunal Constitucional para que los órganos legislativos del Estado NO votaran una nueva ley se derogó en 1985 porque interfería en la separación de poderes y la formación de voluntad del Poder Legislativo. Lo indica Mª Victoria Rosell Aguilar (BOE 8 de junio de 1985 por el que se derogó el capítulo II del título VI de la Ley Orgánica 2/1979 del 3 de octubre, reguladora del Tribunal Constitucional). Y en esta misma dirección indica el magistrado Joaquín Bosch: el Alto Tribunal tiene asignadas funciones de control de la Constitucionalidad de las leyes una vez sean promulgadas, pero NO impedir que éstas se aprueben... y sería una extralimitación peligrosa de sus competencias que generaría un enorme daño al sistema democrático.

La guerra persistente, que a nadie beneficia y solo destruye, mata, refuerza el sistema armamentístico y busca un nuevo orden mundial, nos ha reportado una profunda crisis económica de difícil encaje en nuestras condiciones de vida, a pesar de las mejoras económicas y sociales implementadas por el gobierno, así como en los objetivos de lucha contra el cambio climático y medio-ambiental.

Estos tres referentes nos sitúan en unos momentos de fuerte complejidad, radicalidad y falta de entendimiento profundo con las personas y la sociedad, que dañan mucho la comprensión de las diferentes alternativas políticas: 181 iniciativas legislativas en tres años se están implementando por el Gobierno progresista del Estado, frente a la tendencia ultra-conservadora -PP-C´s-Vox- de recortes en derechos e igualdad.

2023 será un año electoral de enorme incertidumbre, porque una gran mayoría social de la población, a pesar de ser beneficiarios directos de las políticas laborales, sociales, de pensiones, impuestos a entidades energéticas y financieras, derechos de la mujer y un largo etc., ejercen su voluntad en las urnas en apoyo de los ultra-conservadores, que se oponen a todas estas leyes. Es el caso de las recientes elecciones en las Comunidades de Castilla y León, Madrid y Andalucía, así como los datos demoscópicos de 2023 que apuntan a que un 40,3 % de los nuevos votantes están dispuestos a decantarse por una de las dos marcas de la derecha PP-Vox, como ocurrió en las elecciones de Madrid y Andalucía, con diez puntos más que las izquierdas. Tenemos ahora la juventud más identificada con los valores de las derechas ultra-conservadoras de los últimos cincuenta años.

Es muy alarmante que en medio de una crisis tan compleja como la que vivimos, y en unas condiciones de reconstrucción de Más y Mejor Democracia, condiciones de vida dignas en todos los ámbitos de la sociedad e igualdad, vivamos unos momentos en el que resulte tan problemático identificar que sólo hay un camino de futuro para NO retroceder, el apoyo electoral a las fuerzas políticas que gobiernan el Estado y a las que les apoyan en la aprobación de las leyes políticas, económicas y sociales de progreso.

2023 se convierte en el año imprescindible para REINVENTAR el entendimiento con las personas y la sociedad en general, desde su diversidad cultural y conocimiento de la vida política e institucional, tan deteriorada por los poderes fácticos y sus medios de comunicación, que ya han impuesto en la sociedad el concepto cultural de que las ideologías de izquierda, progresistas y nacionalistas son todas iguales y similares a las derechas ultra-conservadoras, que todas sólo quieren gobernar y vivir de la política. Y aunque la historia y los hechos muestren egoísmos e intereses personales, la realidad es bien distinta según se impongan ideologías y corrientes políticas de izquierdas o de derechas, como se demuestra en la historia y la realidad que hoy vivimos en España.

Es imprescindible asentar formas de proceder y actuar desde la vida institucional y la política con la sociedad civil, con criterios sólidos de: convivencia, colaboración y entendimiento, desde la diversidad de las coaliciones de gobierno y las fuerzas políticas que respaldan las políticas democráticas y de progreso, que consiguen las mejoras que la sociedad y las personas necesitan. La estructura territorial de CCAA., Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos ofrece datos de desigualdades alarmantes en todos los servicios públicos básicos, que afectan profundamente a las condiciones de vida y los sistemas de gestión y aplicación de las medidas políticas, económicas y sociales que provienen del Estado. El último ejemplo lo tenemos con la ley del aborto en Castilla y León.

Las coaliciones de gobierno y los respaldos políticos de otras organizaciones, que hacen posible la aprobación de leyes y normas democráticas y progresistas, y que se impone como modelo de gobierno y gobernanza más DEMOCRÁTICO e IGUALITARIO para el conjunto de la sociedad, por la diversidad social y quiebra del bipartidismo, emplazan a que se reinventen y apliquen nuevas formas de proceder de todas ellas, con unidad y entendimiento compartido, ante la sociedad, de las políticas que se implementan. El personalismo imperante viene siendo escandaloso para la sociedad y dificulta que haya el mejor entendimiento posible de la ciudadanía de lo que significa confluencia, entendimiento y el apoyo popular en la vida política. Las leyes son de los gobiernos y fuerzas políticas que las aprueban en las instituciones legislativas, y las personas u organismos que las preparan y presentan en base a sus responsabilidades deben subordinarse a ellas.

2023 va a ser un año también de importantes movilizaciones y paros en la SANIDAD PÚBLICA, protagonizados por el personal sanitario y el conjunto de sus trabajadores, que ya no soportan más las condiciones de trabajo y el deterioro en la atención a los pacientes y en la estructura sanitaria. La crisis sanitaria evidenció el buen hacer de este sector para combatir la pandemia del COVID, pero los gobiernos de muchas Comunidades Autónomas, no paran de atacar el sistema de salud en general, a través de las malas condiciones de trabajo del personal y del desvío de recursos a la sanidad privada. Madrid, Cataluña, País Valenciano, Andalucía, Extremadura, Aragón y Navarra ya tienen convocadas movilizaciones y paros, a pesar del incremento de las inversiones del 7,7 % en toda España, que continúa siendo un 20 % inferior al de la UE.

Este referente actual de movilizaciones y luchas en la sanidad pública, por los derechos, la igualdad y condiciones de vida dignas, ya existe, es sostenida y organizada en casi todos los sectores sociales, por su acumulada conciencia de protagonismo en la vida económica, social y política desde la diversidad de su condición. Esta realidad está objetivamente emplazando al gobierno de coalición y a las fuerzas que respaldan sus políticas progresistas a la necesidad de que se REINVENTEN por parte de las instituciones y el Gobierno del Estado, dos líneas de colaboración y entendimiento con ellas:

§   Implementar sistemas participativos, presenciales y sectoriales (complementarios o al margen de los existentes reconocidos por ley) para que las necesidades, razones y demandas de la sociedad sean compartidas e impulsadas con fórmulas de entendimiento desde las instituciones.

§   Establecer normas y procedimientos de control y seguimiento de las competencias de las Comunidades Autónomas en las materias de interés básico para los derechos y condiciones de vida dignas de las personas: Sanidad, Educación, Vivienda, Igualdad, los derechos y ayudas a todos los sectores sociales, con especial incidencia en las mujeres, pensionistas, jóvenes y todo tipo de discapacidades. Las desigualdades entre CCAA. en todas estas políticas es brutal entre unas y otras, cuando todas las personas disponen de los mismos derechos constitucionales y leyes del Estado.

El régimen de democracia progresista por el que se avanza en ningún caso cuestiona el sistema económico liberal que vivimos, pero éste NECESITA ser REGULADO para abrir puertas y ventanas para que circulen “vientos sostenibles” que nos hagan avanzar en la Igualdad, Derechos, Libertad y Condiciones de vida dignas, frente a los RECORTES.

La “voluntad popular” también se tiene que expresar en las urnas mayoritariamente en favor de las fuerzas políticas que representan los avances en Derechos y Libertad, y eso depende en gran medida de la capacidad de CONVENCER con hechos y verdad.