martes, 24 de enero de 2023

LA SANIDAD PÚBLICA EN LA ENCRUCIJADA


Sebastián Martín Recio
. Médico. Marea Blanca de Andalucía

24 de enero de 2023

En estos meses estamos presenciando numerosas movilizaciones en diferentes países europeos convocadas por organizaciones sociales y sindicales del ámbito de la salud y de los servicios sanitarios. Se puede afirmar que

Los sistemas de sanidad pública de Europa Occidental han sido considerados durante décadas como los mejores del mundo. Sin embargo, el envejecimiento de la población, el aumento de las enfermedades crónicas, la persistente crisis de contratación y retención de personal sanitario y el agotamiento por la pandemia de la COVID-19 son factores que, combinados, han dado lugar este invierno a una tormenta perfecta que es probable que no haga más que empeorar. (1)

Pero hay mucho más detrás de todo lo que está ocurriendo…

 

La ofensiva neoliberal

Desde las cien mil enfermeras en huelga en el Reino Unido pasando por las movilizaciones en Italia, Francia, Alemania y España, está claro que existe un proceso en toda Europa que viene a expresar una ofensiva neoliberal de primera magnitud contra los servicios públicos sanitarios. Son evidentes los mecanismos de privatización, ya sea mediante conciertos con la sanidad privada o externalizaciones, ya sea simplemente por la expansión de la sanidad privada como tal que, nutriéndose del deterioro de los servicios sanitarios públicos, va engordando su cartera de beneficios. Lo cierto y verdad es que este tema se está convirtiendo en una prioridad social.

Europa siempre ha presumido de tener lo que llaman un “Estado del Bienestar”. Así, tras la crisis económica del 29 y la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los Estados en los países capitalistas desarrollados, siguiendo los postulados del Informe Beveridge y de la política keynesiana, adoptaron políticas económicas intervencionistas tendentes a corregir los desequilibrios ocasionados por el funcionamiento del liberalismo y a asegurar la estabilidad del sistema económico, social y político. El Informe Beveridge (1942) planteaba la necesidad de paliar las desigualdades sociales a través de prestaciones sociales a los colectivos más desfavorecidos (2).

Pero no sólo se trataba de favorecer generosamente a los sectores sociales más vulnerables y más empobrecidos, se trataba igualmente de “frenar” los posibles avances de los movimientos sociales, políticos y sindicales de izquierdas, que miraban ya las conquistas sociales en los países del Este. El llamado “bloque comunista” era una “amenaza” para el sistema neoliberal que habría de ser combatido también con sistemas sociales de protección y la intervención desde los Estados en ello. En realidad, fueron importantes conquistas sociales que aún estamos disfrutando. Y así se fueron creando estos sistemas de protección social, con mayor amplitud y en diferentes grados y etapas en toda Europa, según las circunstancias y las correlaciones de fuerzas existentes. Pero, tras la caída del Muro de Berlín y habiendo tomado el sistema neoliberal una primacía mundial a través de la globalización económica y el dominio militar, se vio con meridiana claridad el gran negocio que supondría “apropiarse” de este inmenso capital público que se residenciaba en los sistemas públicos de pensiones, de los servicios sanitarios y educativos públicos, así como otros servicios e infraestructuras públicas existentes en el ámbito de los transportes, de la energía o del propio sistema bancario…

Y en ello estamos, presenciando todos cómo, de manera impúdica, los grandes consorcios económicos y financieros, las multinacionales de todos los sectores, han obtenido incalculables beneficios precisamente a costa de las grandes crisis que ellos mismos han creado o propiciado, ya sea la crisis inmobiliaria o con la crisis de la pandemia y, últimamente, con la crisis militar, política y energética desatada por la guerra entre la OTAN/Estados Unidos y Rusia, en territorio de Ucrania y a costa de las vidas y de la destrucción de este país. Así, “Las compañías cotizadas en la Bolsa nacional desafiaron a la pandemia, la crisis energética, la inflación y los atascos en el comercio mundial con un beneficio histórico en 2021 de 64.021 millones de euros. Un año antes las pérdidas habían ascendido a 9.389 millones” (3). El Banco de España constata que los beneficios de las empresas han crecido siete veces más que los salarios” (4)… “Los resultados de los nueve primeros meses del año que han presentado los grandes bancos españoles exhiben fuertes subidas en sus beneficios. Las seis entidades cotizadas del país —Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja— ganaron 16.014 millones de forma agregada” (5). Y un largo etcétera que viene a corroborar todo un proceso acumulativo de beneficios a expensas de crisis, desigualdades, guerras y destrucción del medioambiente. Y también ahora continúan, a expensas del desmantelamiento de todos los servicios e infraestructuras públicas…

Puede entonces comprobarse cómo cada crisis general lleva aparejada un proceso de reconversión con grandes beneficios para las élites económicas y grandes perjuicios para la población… Basta ver los causantes, las complicidades y quiénes se benefician de estas crisis para obtener un “mapa” de “los enemigos del pueblo” (valga esta “terminología clásica” para definirlos). 

 

El deterioro de la sanidad pública y la expansión de la sanidad privada. Colapso global

Desde hace décadas hemos asistido a una estrategia bien articulada de la sanidad privada para expandirse, paralelamente a un deterioro de la sanidad pública, tal y como publiqué hace dos años (6) y es de público conocimiento (7). Tal estrategia no habría sido posible sin la complicidad de los gobiernos del Estado y de las comunidades autónomas, tanto del PP como del PSOE. El resultado concreto es que más del 33 % del gasto sanitario total corresponde ya a la sanidad privada, despuntando algunas comunidades como Madrid. Que cerca de 14 millones de personas en España (casi 2 millones en Andalucía) tienen pólizas de seguros privados. Un proceso y una tendencia que, auspiciada por el deterioro de la sanidad pública, está generando igualmente un colapso en la sanidad privada (8), pues el incremento de la demanda sanitaria a la privada no se corresponde con un incremento proporcional en sus recursos de personal y de infraestructuras. La sanidad privada, inmersas las compañías de seguros en una guerra competitiva por sus ofertas de pólizas, está siendo dominada por grandes multinacionales que no entienden nada más que de resultados en beneficios…, precarizando a su propio personal, y estableciendo diversificaciones (distintas categorías) que no son otra cosa que ajustar cada “cartera de servicios” a la cuantía de las pólizas, disminuyendo ostensiblemente la calidad asistencial y aumentando sus demoras… Y estableciendo “cláusulas de disputabilidad” en la conveniencia de rescindir las obligaciones del seguro si se considera que el paciente que lo contrata “no ha dicho toda la verdad de su situación de salud”.

Aparecen entonces dos procesos, el de la sanidad privada y el de la sanidad pública, ambos en circunstancias de colapso, tal y como se está explicitando.

En la sanidad pública, es evidente que el colapso, o más bien saturación asistencial, en la atención primaria está empujando a los pacientes bien a los servicios de urgencias hospitalarias públicas, bien a las urgencias hospitalarias privadas. Ambas en circunstancias de masificación.

Pero en ambas los procesos de colapso tienen diferentes expresiones.

Primero, porque la sanidad privada procura desentenderse de los casos complejos y pluripatológicos, derivándolos hacia la sanidad pública. Las personas mayores de 65 años y quienes tienen antecedentes de enfermedades de mayor riesgo, oncológicas, cardiovasculares, neumológicas o neuromusculares, difícilmente son acogidos en los seguros privados. Y esto que parece algo simplemente comprensible desde el punto de vista del concepto de “la enfermedad como negocio” que tiene la privada, en este ámbito se contradice, porque “estas enfermedades no son rentables”.

 

El aumento de la mortalidad y su relación con el incremento presupuestario público para la sanidad privada. El estudio de The Lancet

Y lo que es peor, este proceso “dual” en su conjunto está generando mucho daño e incluso aumento de la mortalidad. ¿Por qué ocurre esto? Es fácil de entender: en la medida que aumentan los presupuestos públicos que se derivan (conciertos, externalizaciones, etc.) a la privada, la sanidad pública, con esa merma presupuestaria, tiene no obstante que atender los casos más complejos y graves en los pacientes más vulnerables. Con menos presupuesto atender lo más grave, es más mortalidad. La privada “selecciona” pacientes menos mayores, menos vulnerables, casos menos complejos, pruebas diagnósticas, etc. Y esto significa más mortalidad en el cómputo total para la pública. Esto lo acredita un estudio realizado, publicado en The Lancet (9) tras una investigación durante 7 años en el Reino Unido, relacionando estos dos aspectos: tasas de mortalidad e incremento de dinero para la privada… Y, efectivamente, se concluye que

… un aumento anual de un punto porcentual de externalización hacia el sector privado con ánimo de lucro se correspondía con un aumento anual de la mortalidad tratable del 0.38% (IC del 95%:0.22-0.55; p=0.0016) o del 0.29% (IC del 95%: 0.09-0.49; p=0.0041) por cada 100.000 habitantes en el año siguiente.

Ahí tenemos la prueba más palpable de que la llamada “colaboración público-privada” es, en la tendencia que venimos observando, altamente perjudicial para la salud de la ciudadanía… Insistir en ese modelo, como se está haciendo en los proyectos para recabar fondos europeos para la reconstrucción, o en las líneas presupuestarias de las CCAA aumentando la financiación de conciertos con la privada, es un error.

 

Una salida alternativa a la situación: Recuperación y reconstrucción de la sanidad pública

La situación sanitaria en Andalucía (10) expresa claramente cómo los factores determinantes de la salud, tales como el empleo, la vivienda y la educación marcan unas tasas de mortalidad también desfavorables en el conjunto del Estado. Y junto a esto, los presupuestos para la sanidad pública, muy específicamente para la Atención Primaria, y el abordaje preventivo y asistencial de los principales problemas de salud como la obesidad, el cáncer y los procesos crónicos que llevan a la dependencia o a la discapacidad. Problemas estos que se agravan en la población más vulnerable (11), esto es, las personas mayores, y en aquellos que se encuentran en el ámbito de la exclusión social (12).

El contexto social, económico y cultural existente en las políticas europeas no es facilitador de procesos de reconstrucción y recuperación de los ámbitos públicos. Pero la ciudadanía, los partidos de la izquierda transformadora, los sindicatos y los movimientos sociales en defensa de la sanidad pública, están haciendo valer su descontento con el actual estado de cosas y la tendencia que se está provocando, que nos lleva a un incremento de las problemáticas de salud. Es de vital importancia que la ciudadanía tome conocimiento y conciencia de la situación, que se organice y se movilice y que preste su apoyo social y político a las alternativas que defienden la sanidad pública.

Por ello se impone un giro radical hacia la defensa de lo público en todas las vertientes de los servicios prestados a la comunidad. Una ampliación presupuestaria para los servicios sanitarios públicos. Una recuperación de los sectores, servicios y prestaciones ya privatizadas o externalizadas. Una disminución progresiva de todos los presupuestos públicos que acaban en manos de empresas o gestores privados. Una normativa legal que regule estrictamente las incompatibilidades para evitar el trasiego de intereses entre lo público y lo privado, siempre en perjuicio de lo público. Y mecanismos de control y participación ciudadana

 

NOTAS

(1).- La sanidad pública de Europa, amenazada por la falta de personal: “Es una bomba de relojería”:

https://www.eldiario.es/internacional/theguardian/sanidad-publica-europa-amenazada-falta-personal-bomba-relojeria_1_9796857.html?fbclid=IwAR3oFKyqldnVTN3Hg_ZxYVeu_jo0UKgVMmkcC5lGepsUcmWsb0VenBb1J1g

(2) Informe Beveridge:

https://sourcebooks.fordham.edu/mod/1942beveridge.asp

(3) Beneficios empresariales en la crisis:

https://elpais.com/economia/negocios/2022-03-05/y-en-medio-de-la-tormentarecord-de-beneficios-empresariales-en-espana.html

(4) El Banco de España constata que los beneficios de las empresas han crecido siete veces más que los salarios:

https://www.eldiario.es/economia/banco-espana-constata-beneficios-empresas-han-crecido-7-veces-salarios_1_9759653.html

(5) La gran banca aumenta su beneficio un 31% en España hasta septiembre:

https://elpais.com/economia/2022-10-29/la-gran-banca-aumenta-su-beneficio-un-31-hasta-septiembre-por-su-negocio-en-espana.html

(6) La estrategia de la sanidad privada

https://portaldeandalucia.org/opinion/17820/

(7) La estrategia privatizadora (evolución de la sanidad pública en España):

https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/estrategia-privatizadora-evolucion-sanidad-publica-espana/20210823153833190501.html

(8) El colapso de la sanidad privada y la burbuja de los seguros de salud:

https://www.eldiario.es/andalucia/en-abierto/colapso-sanidad-privada-burbuja-seguros-privados-salud_132_8544232.html

(9) The Lancet. Tasas de mortalidad tratable1 en Inglaterra y subcontratación-externalización de servicios sanitarios con el sector privado, 2013-20: un estudio observacional en relación con la privatización del Servicio Nacional de Salud (NHS). BENJAMIN GOODAIR, AARON REEVES:

https://www.thelancet.com/journals/lanpub/article/PIIS2468-2667(22)00133-5/fulltext

(10) LA ASISTENCIA SANITARIA EN ANDALUCÍA. Comparecencia parlamentaria:

http://vientodejustocambio.blogspot.com/2022/01/la-asistencia-sanitaria-en-andalucia.html

 (11) Alerta Sanitaria para las personas mayores:

http://vientodejustocambio.blogspot.com/2022/10/alerta-sanitaria-para-las-personas.html

(12) La pobreza que genera el coste de la asistencia sanitaria no cubierta por el sistema público: atención dental, óptica, audífonos, medicamentos…:

https://fadsp.es/wp-content/uploads/2022/09/30_31_32_33_34_SALUD2000_162_La-pobreza.pdf