martes, 25 de junio de 2024

REVOLUCIÓN EN EL INFIERNO

                                     

Publicado en árabe en el portal libanés janoubia.com (جنوبية) el 12 de junio.

Traducido al español por Waleed Saleh.

25 de junio de 2024

La editorial Poética de Málaga ha publicado recientemente el poema Revolución en el infierno del poeta iraquí al-Zahawi (1863-1936) traducido y prologado por Waleed Saleh, Profesor Honorario del Departamento de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid. Al-Zahawi fue uno de los grandes poetas y filósofos de finales del siglo XIX y comienzos del X. Ocupó diferentes cargos tanto durante la colonización del Imperio Otomano y el británico como durante el gobierno nacional de Iraq. Fue miembro de la Asamblea Educativa de Bagdad (1886) y miembro del Parlamento por la provincia de Muntafaq (1914) y por Bagdad (1915). Durante la ocupación británica fue nombrado presidente del Consejo de arabización de las leyes otomanas. Y en tiempos del gobierno nacional fue senador durante cuatro años (1925-1929).

Dominaba al-Zahawi además del árabe el persa y el turco. Y por medio de este último conoció numerosas obras occidentales traducidas de diferentes temáticas como la filosofía y la ciencia en general.

Su extensa obra comprende un nutrido número de poemarios (poemas clásicos y cuartetos) que tratan temas sociales, amorosos, filosóficos y políticos, además de varios textos como: Los seres, La carrera de caballos, La nueva caligrafía, Las causas de la gravitación y una novela titulada Layla y Samir entre otros.

Hizo al-Zahawi de sus versos un instrumento para la lucha contra los colonialismos, una crítica a la tradición y las costumbres sociales que impedían el avance cultural y dedicó buena parte de sus poemas a la defensa de los derechos de la mujer iraquí y árabe en general.

Revolución en el infierno es una epopeya porque se trata de un largo poema que supera los cuatrocientos versos. Fue publicado en 1929 causando un gran revuelo tanto en Iraq como en el oriente árabe. Muchos escritores iraquíes, sirios, libaneses y egipcios tomaron partido a favor o en contra de este poema. La clase conservadora iraquí lo denunció ante el rey Faysal I, que reprochó al poeta haberlo publicado, y este le contestó bromeando: «¿qué otra cosa podía hacer, señor mío? Cuando fracasé en prender la revolución en la tierra, la prendí en el cielo».

Este poema pese a las diferencias es una especie de eco de la obra del poeta medieval al-Maárri (973-1057) titulada La epístola del perdón. Y con mucha probabilidad al-Zahawi habrá conocido también el contenido de la Divina Comedia del italiano Dante (1265-1321).

Revolución en el infierno critica la visión tradicional hacia la religión que dominaba la vida de los musulmanes en tiempos del poeta. Después del fallecimiento y entierro de al-Zahawi, se presentan según la tradición islámica los ángeles Munkar y Nakir para interrogarle acerca de su fe, su pensamiento y sus actos. Le preguntan si era creyente o no, si cumplía con el culto religioso: el rezo, el ayuno, la peregrinación…, y por sus respuestas, los dos ángeles descubren que el poeta estaba más cercano al ateísmo que a la fe. Lo condenan al infierno, pero para escarmentarlo deciden llevarlo primero al paraíso para ver la felicidad y el lujo del que gozan sus moradores y hacerle ver lo que ha perdido por rebelarse contra la tradición y la religión. El poeta se da cuenta de que todos los premiados con el paraíso son imbéciles, subnormales y majaderos. Después los ángeles conducen a al-Zahawi al infierno, donde encuentra a todos los científicos, filósofos e inventores. Encuentra a Darwin, Sócrates, Platón, Shakespeare, al-Hallay, al-Ma’arri, Qays, Layla entre otros. Estos personajes ilustres celebran una gran reunión para buscar una forma de apagar el fuego. Aristóteles les aconseja esperar hasta que se agote el petróleo y se apague automáticamente, pero los demás deciden inventar un instrumento para tal fin. Consiguen su objetivo y comienza una lucha contra los ángeles y los guardianes del infierno que serán vencidos. Ya derrotados los ángeles se ven obligados a llevar a los sabios y filósofos al paraíso para expulsar a sus inquilinos y ocupar su espacio para gozar de su bienestar.

El poema representa una revolución contra el pensamiento dominante en tiempos del poeta acerca de la política, la religión, la ciencia y la mujer. Es una defensa de la ciencia contra el atraso, la ignorancia y la superstición.