Publicado en árabe en el
portal libanés janoubia.com (جنوبية) el 12
de junio.
Traducido al español por
Waleed Saleh.
25 de junio de 2024
La
editorial Poética de Málaga ha publicado recientemente el poema Revolución
en el infierno del poeta iraquí al-Zahawi (1863-1936) traducido y prologado
por Waleed Saleh, Profesor Honorario del Departamento de Estudios Árabes e
Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid. Al-Zahawi fue uno de los
grandes poetas y filósofos de finales del siglo XIX y comienzos del X. Ocupó
diferentes cargos tanto durante la colonización del Imperio Otomano y el
británico como durante el gobierno nacional de Iraq. Fue miembro de la Asamblea
Educativa de Bagdad (1886) y miembro del Parlamento por la provincia de
Muntafaq (1914) y por Bagdad (1915). Durante la ocupación británica fue
nombrado presidente del Consejo de arabización de las leyes otomanas. Y en
tiempos del gobierno nacional fue senador durante cuatro años (1925-1929).
Dominaba
al-Zahawi además del árabe el persa y el turco. Y por medio de este último
conoció numerosas obras occidentales traducidas de diferentes temáticas como la
filosofía y la ciencia en general.
Su extensa obra comprende un nutrido número de poemarios (poemas clásicos y cuartetos) que tratan temas sociales, amorosos, filosóficos y políticos, además de varios textos como: Los seres, La carrera de caballos, La nueva caligrafía, Las causas de la gravitación y una novela titulada Layla y Samir entre otros.
Hizo al-Zahawi de sus
versos un instrumento para la
lucha contra los colonialismos, una
crítica a la tradición y las costumbres sociales que impedían el avance
cultural y dedicó buena parte de sus poemas a la defensa de los derechos de la
mujer iraquí y árabe en general.
Revolución
en el infierno es una
epopeya porque se trata de un largo poema que supera los cuatrocientos versos.
Fue publicado en 1929 causando un gran revuelo tanto en Iraq como en el oriente
árabe. Muchos escritores iraquíes, sirios, libaneses y egipcios tomaron partido
a favor o en contra de este poema. La clase conservadora iraquí lo denunció
ante el rey Faysal I, que reprochó al poeta haberlo publicado, y este le
contestó bromeando: «¿qué otra cosa podía hacer, señor mío? Cuando fracasé en
prender la revolución en la tierra, la prendí en el cielo».
Este
poema pese a las diferencias es una especie de eco de la obra del poeta
medieval al-Maárri (973-1057) titulada La epístola del perdón. Y con
mucha probabilidad al-Zahawi habrá conocido también el contenido de la Divina
Comedia del italiano Dante (1265-1321).
Revolución
en el infierno
critica la visión tradicional hacia la religión que dominaba la vida de los
musulmanes en tiempos del poeta. Después del fallecimiento y entierro de
al-Zahawi, se presentan según la tradición islámica los ángeles Munkar y Nakir
para interrogarle acerca de su fe, su pensamiento y sus actos. Le preguntan si
era creyente o no, si cumplía con el culto religioso: el rezo, el ayuno, la
peregrinación…, y por sus respuestas, los dos ángeles descubren que el poeta
estaba más cercano al ateísmo que a la fe. Lo condenan al infierno, pero para escarmentarlo
deciden llevarlo primero al paraíso para ver la felicidad y el lujo del que
gozan sus moradores y hacerle ver lo que ha perdido por rebelarse contra la
tradición y la religión. El poeta se da cuenta de que todos los premiados con
el paraíso son imbéciles, subnormales y majaderos. Después los ángeles conducen
a al-Zahawi al infierno, donde encuentra a todos los científicos, filósofos e
inventores. Encuentra a Darwin, Sócrates, Platón, Shakespeare, al-Hallay,
al-Ma’arri, Qays, Layla entre otros. Estos personajes ilustres celebran una
gran reunión para buscar una forma de apagar el fuego. Aristóteles les aconseja
esperar hasta que se agote el petróleo y se apague automáticamente, pero los
demás deciden inventar un instrumento para tal fin. Consiguen su objetivo y
comienza una lucha contra los ángeles y los guardianes del infierno que serán
vencidos. Ya derrotados los ángeles se ven obligados a llevar a los sabios y
filósofos al paraíso para expulsar a sus inquilinos y ocupar su espacio para
gozar de su bienestar.
El poema representa una
revolución contra el pensamiento dominante en tiempos del poeta acerca de la
política, la religión, la ciencia y la mujer. Es una defensa de la ciencia
contra el atraso, la ignorancia y la superstición.