Vientos de Cambio Justo
martes, 26 de marzo de 2024
Presentación
ANDALUCÍA EN LA ESPAÑA PLURINACIONAL.
Carlos
Arenas Posadas
26 de marzo de 2024
Este artículo se publicó originalmente en elDiario.es el 24 de marzo de 2024
El concepto de nación es
polisémico y ha tenido diversas acepciones a lo largo de la historia. En
España, se utilizaba en el siglo XVIII para definir la identidad política y
emocional de la población con un déspota más o menos ilustrado; por los efectos
de la Guerra de Independencia de 1808, la nación se identificó con el común,
con la soberanía compartida y la voluntad de pertenencia. En el segundo tercio
del siglo XIX, la clase burguesa se fue dotando de los mecanismos
institucionales que le permitieron poner en marcha un proceso acelerado de
acumulación de capital; como es sabido, uno de esos mecanismos fueron las leyes
de desamortización eclesiástica y civil que posibilitaron la usurpación legal
de bienes colectivos; otro, fue la ley de sufragio censitario que concedía el
capital político a menos del 4 % de la población, la adinerada y propietaria;
finalmente otro, fue revisar, o mejor inventar, un concepto de nación basado en
la tergiversación de la historia. España fue considerada una nación forjada de
santiagos y pelayos que cerraban España de la misma manera que la burguesía trataba
de cerrar el mercado interior a la competencia extranjera y usaba Ejército e
Iglesia para conservar los últimos baluartes de un imperio en decadencia. Mientras
esos objetivos se cumplieron, la nación española fue solo una; los vivas a
España se oían en todos las lenguas y dialectos del territorio español.
Mientras el concepto
militarista y místico de nación ganaba terreno, Andalucía era la vanguardia de
un nacionalismo cívico, republicano. El partido demócrata, luego republicano
federal, se extendió por toda la geografía andaluza, conformando un movimiento
de masas, de clases medias, artesanos y campesinos sin tierra, opuesto a la otrora
oligarquía señorial y ahora terrateniente. Como expresión del carácter hegemónico
de aquel fenómeno político sirvan los desfiles que gremios, cooperativas, clubes
federales, sociedades laicas o culturales desplegando sus particulares banderas
y gallardetes ante un público entusiasmado que los seguía. De igual manera,
decenas de periódicos federales reproducían el principal objetivo político:
proponer un modelo de Estado y de nación más abierta al mundo, menos
centralista y dogmática. Dicho modelo quedaría fijado en la constitución no
nata de 1873, según la cual España se definía como una única Nación –la
republicana- compuesta de Estados –pluriestatal-, con amplia autonomía política
y económica. Aquella alternativa andaluza para España fue defendida y derrotada
sangrientamente por la invasión militar de julio de aquel año. Desde entonces,
Andalucía ha conocido una decadencia que dura aún hoy.
Tras el “desastre” de Cuba de
1898, la máquina de inventar nacionalismos se pone de nuevo en marcha; arraiga la
versión castiza del españolismo anclada en valores mesetarios, centralistas,
militaristas y nacional-católicos, pero aparecen otros nacionalistas hurgando en
la historia regional con el propósito de identificar su específico nacional-catolicismo
y para hacer de la lengua la palanca de acción política que nunca había sido.
Los tres polos nacionalistas del siglo XX, Madrid, Cataluña y el País Vasco,
apenas logran disimular, sin embargo, un mismo propósito a veces compartido, a
veces disputado: ejercer como metrópoli de la colonia interior en que han convertido
el sur de España con la connivencia de las élites autóctonas.
Por estas razones, la definición de España como un Estado plurinacional –es decir lo contrario de 1873- no puede sino chirriar a los republicanos. En Andalucía existen rasgos idiosincrásicos, históricos y culturales suficientes para justificar su entrada en el selecto club de las naciones españolas, pero me temo, primero, que no será invitada a una fiesta reservada que comporta o puede comportar privilegios, y consiguientemente menoscabos, políticos y económicos; y, segundo, que mejor no dejarse invitar toda vez que la derecha ahora en el gobierno andaluz presume de nacionalista y se enfunda en la bandera blanca y verde al tiempo que privatiza lo que es público y asiste sin rubor al deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de andaluces.
El himno de Andalucía reclama “volver a ser lo que fuimos”; acabamos de asistir al 150 aniversario del Estado andaluz dentro del federalismo español. Démosle una nueva oportunidad a la sociedad civil organizada, a las organizaciones sociales en su conjunto y diversidad, para fraguar y ofrecer al Estado plurinacional nuestra peculiar manera de ser nacionalista, la republicana, la única capaz de sacar Andalucía de su dependencia y de su atraso.
martes, 19 de marzo de 2024
DEJEN DE ADOCTRINAR EN LA ESCUELA PÚBLICA, ¡POR DIOS!
Carmen Yuste Aguilar
19 de marzo de 2024
Este
domingo se ha dado el pregón de la Semana Santa de Sevilla y a la consejera del
Pozo le ha llegado al alma. Eso ha dejado escrito, literalmente, en sus redes
sociales. No en las redes de Patricia del Pozo, como persona de a pie, en las
que podría expresar lo que le viniese en gana, sino en las corporativas de la consejera
de Desarrollo Educativo y Formación Profesional. Nada extraordinario, por otro
lado, si se echa un vistazo al histórico de publicaciones de estas cuentas;
raro es el día que no asiste a una tertulia cofrade, va a la Pascua Militar o a
visitar un obispado. Siempre tiene tiempo (¿libre?) para participar en los
actos y mítines de su partido y también, por supuesto, para pasearse por
colegios concertados. Todo en calidad de consejera, insisto, pues esta agitada
agenda mariana se publica en las redes oficiales que tiene como tal. No le
queda demasiado tiempo para la escuela pública, claro.
viernes, 15 de marzo de 2024
EL POPULISMO CLIMÁTICO QUE VIENE
Antonio Aguilera
15 de marzo de 2024
El negacionismo climático
está dando sus últimos coletazos. Siempre peligrosos. Apenas son un puñado los
que se aferran a la negación de la obviedad, algunos por llenar el bolsillo
propio, otros por una visceralidad venenosa. Estamos en una realidad innegable:
la acción humana ha alterado los biorritmos terrestres, la capacidad que nos ha
dado la ciencia y la tecnología ha hecho que hayamos cambiado el funcionamiento
del mundo, hayamos entrado en una nueva etapa geológica, la del Antropoceno. Sólo queda por desvelar si
seremos capaces de gestionarla y encontrar vías que permitan un mejor futuro
para las generaciones venideras, o demos la razón a los que se colocan en el
otro extremo del diagnóstico, y colapsemos.
Asistimos hoy a un
crecimiento de propuestas políticas populistas, mediáticas, cortoplacistas, que
enfocan los problemas con lemas, pero sin soluciones, culpando pero sin asumir
responsabilidades. Es más que probable, según el investigador Àkos Szegöfi, que
los populistas climáticos del futuro cercano resulten ser los mismos políticos
y expertos que hoy se presentan como los más ardientes negadores del cambio
climático antropogénico.
lunes, 11 de marzo de 2024
2024: EL “ESTALLIDO” DE LA DEMOCRACIA GLOBAL
Sebastián Martín Recio. Ateneo Republicano de Andalucía
12 de marzo de 2024
En un mundo globalizado como el
nuestro, el año 2024 será de la mayor trascendencia en las relaciones sociales, políticas, culturales y económicas: Más de cuatro mil millones de personas de cerca de 100
países celebrarán comicios a lo largo de los
próximos 12 meses. Y, de
ellos, 50 serán presidenciales. Será una prueba de fuego para las democracias, para los territorios, para las identidades… Será una prueba evidente de las tendencias políticas,
socioeconómicas y culturales que estamos viviendo en este principio de siglo. Y también de la calidad democrática. (1)
La agenda
viernes, 8 de marzo de 2024
LAS MOVILIZACIONES DEL CAMPO
Otra
vez están los tractores en las carreteras y en las ciudades. El campo de nuevo
se levanta. Una vez más vemos lo mismo y seguiremos viéndolo en el futuro porque,
en mi opinión, no están haciendo un diagnóstico correcto de sus problemas, no
están teniendo unas alianzas acertadas para defender sus intereses y en sus
luchas no apuntan a los objetivos que les causan esos problemas.
Manuel Lara Castejón
8 de marzo de 2024
De nuevo los agricultores y
ganaderos del Estado han salido a protestar con sus tractores a las carreteras
y ciudades. Las ya conocidas y tradicionales organizaciones agrarias, ASAJA,
COAG Y UPA convocan a estas movilizaciones con la novedad de aparecer en este
conflicto nuevas “organizaciones agrarias” no vinculadas a las tradicionales,
como PLATAFORMA 6F o UNION DE UNIONES, y hasta grupos independientes locales.
En esta ocasión son parte de una ola de protesta de varios países europeos que
reclaman la defensa del campo como medio de vida y de producción de alimentos.
Estas protestas europeas son indicadores de que el campo no va bien y también
de que el campo europeo se ha globalizado, compartiendo los mismos problemas y
soluciones.
martes, 5 de marzo de 2024
LA PAZ ES EL DESEO DE TODA LA HUMANIDAD, PERO, ¿UNA PERSPECTIVA IMPOSIBLE?
Enrique Cobo
5 de marzo de 2024
Estamos en un momento
especialmente importante, estamos en un momento en que en España, en Europa, en
el mundo nos estamos preparando para la guerra, para no ser vencidos, para
vencer o, al menos, para que el miedo al otro dé como fruto la paz.
Unos dicen que en realidad
existimos nosotros, y los otros que esos son los sujetos agentes y pacientes,
que las personas, la humanidad, no puede acordar la paz, no pueden actuar
unidas, que la humanidad no existe en este proceso ni como agente ni como
paciente, que la humanidad está dividida inexorablemente entre “unos” y “otros”,
dos conjuntos de personas; y algunos de nuestro continente, los más modernos,
piensan que nuestra mejor propuesta para vivir en paz sería crear un tercer
grupo -le llaman “autonomía estratégica de la UE”- preparándonos todos, eso sí,
para la guerra, porque los UNOS y los OTROS nos dominan y nos ponen a su
servicio y nos imponen lo que les conviene, así que mejor crear un tercer grupo,
el grupo de otros unos u otros otros, si queremos que no no nos puedan vencer
y, en su caso, para que podamos vencerles.