viernes, 31 de mayo de 2019

Podemos e IU deben asumir su responsabilidad



Miguel Toro

31 de mayo de 2019

Se han celebrado las elecciones europeas, las municipales, y las autonómicas en muchos territorios del estado español, con el resultado ya conocido: una gran victoria del PSOE que ha tenido como causa fundamental la generación de ilusión por Pedro Sanchez en los votantes socialistas y cercanos, una gran caída de Podemos y el mantenimiento de Madrid, y otras capitales de provincia, en manos de las derechas PP, Ciudadanos y Vox.

Se veía venir. Desde Vistalegre II Podemos tomó la decisión de acercarse a Izquierda Unidad y adoptar muchos de sus planteamientos políticos. Ello fue debido al desembarco en Podemos de un amplio núcleo de jóvenes formados en las filas de las Juventudes Comunistas con las habilidades suficientes para ocupar el Consejo Ciudadano Estatal y darle una nueva orientación a Podemos. Estos jóvenes liderados por Irene Montero siguen, alrededor de Pablo Iglesias, constituyendo el núcleo dirigente de Podemos. Desde ese momento se vía venir. Podemos renunció a ser un partido capaz de ganar las elecciones para irse colocando en la esquina del tablero político. Este camino se fue concretando con la defenestración progresiva de Iñigo Errejón y el acercamiento a IU que Errejón tanto denostaba. Las elecciones en Andalucía y las generales de abril han mostrado que la unión Podemos más Izquierda Unida resta y mucho en vez de sumar. Y resta fundamentalmente porque coloca a Podemos en la posición política que ya tenía IU. Una posición sin futuro. Ahora, ya desde hace un tiempo, podemos constatar que la operación ha progresado mucho: IU ha ocupado Podemos. No solamente el Consejo Ciudadano Estatal, también la mayoría del territorio. Los círculos han ido perdiendo fuerza y la estructura organizativa de IU ha ido ocupando la dirección de la alianza Podemos-IU. En particular Unidas Podemos ha sido en muchos casos IU con la cara de Podemos. Andalucía es un caso particular. Aquí la alianza Podemos más IU es entre IU y el sector anticapitalista de Podemos y, de nuevo, se concreta en la estructura de IU con la fachada en Podemos en muchos pueblos y ciudades de Andalucía con algunos casos singulares, que merecen un comentario aparte, como Cádiz.


Las elecciones andaluzas fueron un diagnóstico claro de la situación. La alianza Podemos más Izquierda Unida concretada en Adelante Andalucía no solamente no sumaba, sino que restaba y mucho. Y restaba porque las ideas defendidas por Teresa Rodriguez y Antonio Maíllo no convencen. No convencen porque han renunciado a ganar. Se conforman con mantenerse en la esquina izquierda del tablero político y esto produce desmovilización y desánimo. Por otra parte, el sector susanista del PSOE también genera hartazgo entre sus seguidores. Hartazgo por la forma de hacer en Andalucía, por las ideas defendidas en la batalla contra Pedro Sanchez, por su incapacidad para transformar Andalucía y por su empeño en mantener en el gobierno socialista andaluz a un importante grupo de personas que aportan muy poco. La razón de que exista un gobierno de derechas en Andalucía hay que buscarlo en el sector susanista del PSOE y en la alianza Podemos Izquierda Unida en Andalucía. Ambos desmovilizaron al sector progresista y permitieron que existiera un gobierno de derechas que va a aportar poco al progreso andaluz.

Las elecciones generales fueron un segundo diagnóstico de que la suma de Podemos Izquierda Unida restaba. La pérdida de votos fue elevada. Y no fue mayor porque Podemos, y en particular Pablo Iglesias defendió posturas coherentes de apoyo a la consolidación del bloque progresista. Fue muy positivo el apoyo a la moción de censura para quitar al PP del poder, el apoyo a los presupuestos elaborados por el PSOE, aunque no llegaran a salir y otras medidas de colaboración con el gobierno socialista. Sin esas iniciativas la caída de Unidas Podemos hubiera sido mucho mayor.

Pero es en las municipales y autonómicas donde Podemos e Izquierda Unida adoptan decisiones que los hace responsables de que Madrid ciudad y comunidad queden en manos de las derechas. Ambos toman decisiones claras que impiden la victoria del bloque progresista. Hablan en todo momento de unidad, pero la combaten, la impiden cuando hay la posibilidad de tener un bloque ganador. En el ayuntamiento de Madrid había un referente claro con muchas posibilidades de victoria: el bloque, y las ideas, liderado por Manuela Carmena. Pero no les parecía bien. Presentaron a Sanchez Mato con su candidatura Madrid en Pie para enfrentarse a Carmena. IU apoyaba explícitamente a Madrid en Pie, el líder de IU Julio Anguita comentaba que Manuela Carmena ya era una encarnación de la derecha y Podemos se mantenía neutral entre Manuela Carmena y Madrid en Pie. Lo consiguieron. Consiguieron que el bloque progresista Ahora Madrid más PSOE no sume en el ayuntamiento de Madrid. Ha sido un éxito para Ahora Madrid, pero los cerca de 43000 votos de IU-Madrid en Pie se pierden, Sanchez Mato no entra en el ayuntamiento y el nuevo alcalde será con toda probabilidad el candidato del PP. En cualquier caso, también es oportuno señalar que el PSOE de Madrid capital no se ha esforzado mucho por conseguir votos para su candidato.

En la comunidad de Madrid se repite algo similar. Iñigo Errejón decide montar un nuevo partido con ideas que defendía desde Vistalegre I. Ideas contrarias a la alianza Podemos-IU. Ideas que generan mucha simpatía entre un sector progresista que iba valorando la trayectoria negativa de Podemos. Tras un tiempo de indecisión Podemos-IU deciden competir con Errejón. ¿Por qué no apoyaron en la Comunidad de Madrid Podemos-IU a Más Madrid? La respuesta está ligada a su visión de la política. Pero lo que está claro es que las ideas de Iñigo Errejón en la Comunidad de Madrid han sido un éxito frente al bloque Podemos-IU. Pero en cualquier caso este conflicto ha sido una causa de que el gobierno de la Comunidad de Madrid quede en manos de las derechas.

Podemos e IU son responsables de que en muchos puntos de España y en particular en Madrid el bloque progresista no llegue a la mayoría. Podemos e IU tienen que decidir si quieren seguir evolucionando hacia la esquina del tablero o quieren ser un partido que genere mayorías progresistas necesarias. Posiblemente sea necesario refundar Podemos con premisas distintas a las actuales. A un partido progresista no le basta con tener ideas muy de izquierdas, tiene que tejer las alianzas y definir las metas concretas para hacerlas posibles porque si no lo hace se convierte en un lastre.

En cualquier caso, las elecciones municipales y autonómicas han sido un gran triunfo para el PSOE. Un PSOE empujado por la ilusión creada por Pedro Sánchez. Ahora podemos decir que el sector progresista en la corriente sanchista dentro del PSOE. Pero las elecciones han dejado otro mensaje. El sector susanista se ha reforzado. Los opositores a las ideas de Pedro Sánchez en Extremadura, Aragón, Castilla la Mancha y otros, se han reforzado. La contienda dentro del PSOE está servida. Colaboraremos a que la corriente sanchista sea más decisiva en el socialismo español.