En una situación tan crítica como la que vivimos por la Pandemia Covid, la deriva de la guerra Rusia-Ucrania y la reconstrucción progresista que se está acometiendo en España, las elecciones en Andalucía rompen las perspectivas de CAMBIO que tanto esfuerzo costó en 2019 en las urnas y las instituciones del Estado para avanzar en Democracia e Igualdad.
Manuel Armenta
El protagonismo popular en la vida política de Andalucía deja un referente de difícil y compleja comprensión, desde la consideración de la situación que vivimos en ella y en toda España, por las crisis y sus consecuencias, así como por la actitud política de partidos asentados en las instituciones y los movimientos-organizaciones que luchan por conseguir mejores condiciones de vida e igualdad.
Andalucía, ya gobernada por las derechas PP-C´s-Vox, vive una situación social que fomenta el desencanto de su gobierno, si nos atenemos a hechos básicos de la vida:
- El desempleo en el 1º trimestre de 2022 estaba a
unas décimas del 20 %, cuando la media española estaba tocando el 13 %.
- El PIB per cápita está en el 74,9 % respecto al
100 % de la media española (en 2005 estaba 3 puntos porcentuales por encima),
ocupando el puesto 16 con 17.747 €, frente a la media nacional de 23.693 € (la
1ª Comunidad está en los 32.048 €).
- El número de personas en riesgo de exclusión severa
ha pasado desde que el PP gobierna de 600.000 en 2018 a 1.100.000 en 2021. Y
sin embargo, el nivel más alto de abstención -con un 90 %- se produce en los
barrios más humildes y necesitados.
- Los Servicios Sociales, a pesar del incremento del gasto en 2020, NO REPERCUTEN
en la atención de personas, sino que el porcentaje de los NO atendidos sube del
40,5 % al 62,2 %.
- En la Educación Pública desde que gobierna el PP
se han suprimido 1.381 aulas públicas y se han reforzado conciertos y
financiación en la privada, que han generado muchas movilizaciones, protestas y
el impulso de una ILP por más de 20 organizaciones sindicales, políticas y
otros colectivos.
- Datos estadísticos de la Sanidad Pública de 2021 sitúan Andalucía en el penúltimo lugar de las 17 CC. AA. con PEORES SERVICIOS, cuando en 2014 se situaba en el 6º. En PRESUPUESTO SANITARIO está en el puesto 14, con 1.388,86 €/habitante frente a 1.809,41 € de la 1ª Comunidad. En CAMAS HOSPITALARIAS -públicas/privadas- se sitúa en el último puesto con 2,19 unid. por cada 1.000 habitantes; y en camas públicas en el penúltimo lugar, con 1,7 unid. por cada 1.000 habitantes. En RATIOS DE PERSONAL Médico y Enfermería se sitúa en el último lugar en Especialistas y Enfermería, con 1,62 y 2,89 personas por cada 1.000 habitantes, y en Atención Primaria el puesto 13 con 0,76 por cada 1.000 habitantes.
Andalucía es la Comunidad con las 7 localidades más pobres de toda España según datos del INE: Níjar y Vícar con 7.097 euros por persona, y Los Palacios y Villafranca, Barbate, Alhaurín el Grande, Adra e Isla Cristina, que en ningún caso superan los 8.300 euros por persona. Y en este capítulo Sevilla ocupa el 1er. puesto del ranking de los barrios más pobres de toda España: Polígono Sur, Los Pajaritos y Amate.
Las elecciones de Andalucía y las de Mayo del 2021 en Madrid han ofrecido una gran transferencia de votos entre los bloques políticos -izquierdas/derechas-, pasando la brecha de 5,9 puntos porcentuales a 23,5, que nos posiciona ante una DERROTA de las clases populares y sociales en Andalucía y en la Comunidad de Madrid.
En Andalucía, 8 diarios del grupo Joly pedían en su portada el voto útil para Moreno Bonilla... y lo consiguieron... (AMARGURA, DESESPERANZA Y DESENCANTO), frente a las políticas económicas, sociales y laborales que se vienen implementando por el Gobierno de España, y que más benefician a los sectores sociales más desfavorecidos, lo que genera un gran desconcierto en los ciudadanos: ¿POR QUÉ SE ABSTIENE DE VOTAR EL 41 % Y UNA GRAN MAYORÍA ELIGE A QUIENES DESTRUYEN SUS DERECHOS Y LA VIDA DIGNA, AFINCADOS EN LA CORRUPCIÓN INSTITUCIONAL?
Estas expresiones de la VOLUNTAD POPULAR en las urnas y la carencia de interés para votar a quienes van a decidir sobre el futuro, en momentos tan críticos como los que vivimos, nos emplaza a tener que afrontar el futuro del corto plazo desde confluencias y entendimientos progresistas imprescindibles para avanzar y encontrar el mayor apoyo social en las urnas, como único camino de avance en Democracia y en condiciones de vida Dignas sostenibles en el tiempo.
2023 nos emplaza ya como el gran referente ELECTORAL en el Estado, Municipios y Comunidades Autónomas, para confluir y configurar una voluntad popular que nos acerque a la realidad de una Democracia más avanzada y progresista que tanto se necesita consolidar.
Si añadimos el agravamiento de la situación económica en España y todo el mundo, que nos hemos integrado en la guerra Rusia-Ucrania de una u otra forma, el desafío sistémico frente a Rusia-China, etc., tenemos que impulsar las políticas de avance y progreso no solo con la potencia y profundidad que se necesita, sino con la pedagogía de entendimiento y confluencia con mayorías sociales que solo podrán encontrar perspectivas de futuro progresista si empoderan a las izquierdas en las coaliciones de gobiernos de todos los ámbitos territoriales.
Las izquierdas y progresistas organizados que aspiren a representar y apoyar en las instituciones a las coaliciones de gobierno y las políticas de progreso deben cambiar el paso del “yo” partidista por el de “todos” en la vida política y la integración con la sociedad, para configurar el voto popular con un discurso y actitud unitaria, subordinada a la mayoría social que tanto lo necesita y debe apoyar.
Los movimientos reivindicativos en centros de trabajo, barrios y servicios públicos básicos: Salud, Educación, Igualdad y Ayudas a los más necesitados; Pensionistas y Mujeres que tanto destacan en sus luchas y demandas contra todo tipo de Gobierno en el conjunto de ámbitos territoriales del Estado, serán también fundamentales en los procesos electorales para actuar con protagonismo en la defensa de las opciones de gobierno que mejor garantizan las condiciones de vida de la mayoría, sin menoscabo de que cuando éstas gobiernen, se demanden a esos mismos gobiernos el cumplimiento de las reivindicaciones necesarias a través de las movilizaciones y paros. El liderazgo y protagonismo de todos los movimientos es imprescindible en todos los espacios.
La sociedad civil recibe una potente estrategia de comunicación con engaño siempre, pero en los procesos electorales es descarnada contra los que más se esfuerzan por mejorar las condiciones de vida e igualdad de los más necesitados, consiguiendo cambiar e influir en el sentido del voto y el abstencionismo. Y sin menoscabo de que a la gran mayoría de las personas nos interese EL BIEN por encima de todo, en política y en las sociedades de Democracia que vivimos, se necesitan aplicar algunos parámetros de relatividad y avanzar apostando en cada momento por quienes demuestran el mejor o menos malo indicador de confianza, y los movimientos organizados de lucha y liderazgos son básicos e imprescindibles en los procesos electorales, en los que es el poder popular el principal protagonista.
Aunque desde la sociedad civil siempre se luche y demanden derechos,
condiciones de vida digna e igualdad, se necesita una mínima claridad positiva
de la política y de las fuerzas que representarán a los gobiernos a través
del voto popular, para que todo confluya en beneficio de las mayorías
sociales tan necesitadas de un presente y futuro de progreso.