Vientos de Cambio Justo

martes, 4 de diciembre de 2018

Ahora, hay que gobernar Andalucía, pero otra vez igual?



Ahora la líder andaluza del PSOE ya representa al partido más votado aunque: ha perdido casi medio millón de votos, ha abierto, con sus prisas, la puerta del parlamento a la ultraderecha, ha ratificado la ruptura del bipartidismo y por primera vez los votos de la derecha superan a los de la izquierda. ¿Habrá ocurrido todo esto para poder acabar donde empezó, en un gobierno PSOE-C’s?.


Antonio Sánchez Rodríguez



Sevilla 4 diciembre 2018



Es hoy un día histórico, que no podemos obviar, un día de los más importantes de la historia de Andalucía, un día en el que hace 41 años (1977) salieron a la calle cerca de dos millones de personas y en el que se produjo el asesinato del trabajador Manuel José García Caparros a manos de la policía en la manifestación de Málaga, el día que marcó el destino de Andalucía para los próximos años y que fue ratificado en ley el 28 de febrero. En definitiva un día con un fuerte carácter reivindicativo.
Es importante evocar esta fecha, a dos días del final de las elecciones del 2 de diciembre de 2018, unas elecciones de especial relevancia porque son la base no sólo de los cuatro años que siguen, sino que han de enfrentarse al ataque neoliberal, con una crisis diseñada como la del 2008, para frenarlo y anularlo o dejar que este ataque se consolide.





Antecedentes que han cambiado la conciencia social:



Esta última decena de años les ha servido al Neoliberalismo para implantar, a un pueblo en estado de shock, una austeridad letal traducida en duros recortes que ha trastocado toda legislación laboral y social. Estos han sido llevados a cabo por los gobiernos del bipartidismo para dejar un pueblo en la indefensión, en la supervivencia y en la incertidumbre de un futuro incontrolado que se escapa a toda lógica humana.


Se ha tratado simplemente de llevar a la práctica lo que el neoliberalismo planificó en los 80 y que iniciaron los gobiernos de EE UU con Ronald Reagan y el Reino Unido con Margaret Thatcher privatizando lo público para dejar un Estado débil y obediente; al tiempo disminuyendo la potencia de las Administraciones Públicas creando Entes Instrumentales o Agencias con gestión similar a las empresas privadas y reforzando los conciertos en los Servicios Públicos otra forma de sustraer poder a la gestión pública.

Una de las primeras estrategias de éxito, fue reducir las plantillas de las grandes empresas privadas y públicas, o sea reducción de los gastos fijos de personal, aplicando las teoría económica del “outsourcing” ('subcontratación' o ‘externalización') en definitiva ir desagregando las grandes concentraciones obreras y hacer que aparecieran multitud de pequeñas empresas y autónomos –falsos en muchos casos-. Tal cambio del modo de producción alteró la cultura obrera y transformó su conciencia de clase, que pasó de una conciencia de trabajador-asalariado a la de empresario, y desde ese momento adversario natural de los sindicatos. Un cambio de clase sutil que causó un daño al sindicalismo sin precedentes. Cambio encaminado hacia el individualismo y a la competitividad directa entre los trabajadores-empresarios que disminuían su precio en las ofertas a las grandes empresas. Otro logro para ellos fue, y aún lo es, cambiar la nómina salarial en factura, de tal manera que el pago que correspondía a la Seguridad Social para las pensiones pasó al Estado a través del impuesto del IVA. Una nueva estructura en la que cada vez más la sociedad se atomizaba y al individuo se le concienciaba de que sólo él era responsable de sí mismo y el que debería solucionarse su propia vida.


Del mismo modo han ido dejando fluir en su propio beneficio el desarrollo tecnológico –un avance que es patrimonio de toda la sociedad- que no ha tenido repercusión alguna en los trabajadores: ni en reducciones de jornada ni en la mejora de sus salarios, ni en la posibilidad de participación en el sistema productivo u otras mejoras laborales. Todo lo contrario: reducción de puestos de trabajo, temporalidad, precariedad y una vida ubicada en la incertidumbre.

Con el desarrollo tecnológico, al mismo tiempo, han ido cambiando aún más el modo de producción, lo que implica que obligatoriamente las relaciones de producción y laborales cambien igualmente –como hemos comprobado en el párrafo anterior- y con ello, también, toda la infraestructura social, tipo de contratos, impuestos, etc.

Todo este cambio se ha ido desarrollando en las empresas, en un silencio social y político, en el que, al parecer, nadie ha querido decir nada al respecto durante décadas. Los llamados a ello, fundamentalmente eran y son las fuerzas sindicales, pero también las políticas de izquierdas que mantuvieron la inercia sin acometer una adaptación acorde a los tiempos y a dichos cambios, bien parece que estancados en la época de la negociación en el entorno de una Sociedad de Bienestar cuando ya nada de lo que ocurría tenía que ver con ella, la realidad era otra muy diferente.

Una realidad, la actual, más dura que lo que se estaba dispuesto a negociar, pero los pasos siguientes, los que tocan ahora, no pueden seguir ese camino, porque de ser así dejaremos paso, como decía, a un futuro incierto sin más objetivos que la superproducción descontrolada y arrasadora de nuestro planeta, en una sociedad cada vez más desigual, más precaria e insolidaria.

Estos cambios comentados que han repercutido en la conciencia de clases han sido uno de los aspectos que han influido en las últimas elecciones de este país como en esta recientemente celebrada, además de un mal de fondo del problema territorial ¡Cataluña! y pese a ello se ha utilizado un transfondo nacionalista. Todo unido a la permanente situación de desempleo, ya crónica, una sensación de atasco institucional y de malos indicadores en la enseñanza, conflicto en la sanidad y una comunidad que no avanza después de casi cuarenta años de gobernanza de un mismo partido del que ya muchos han dejado de creer en él.

Quién puede, y qué hacer para cambiar esta realidad:

Hay tarea, tanta que no puede ser llevada a cabo por ninguno de los cinco partidos por si solos y mucho menos por los que defienden seguir el mismo camino que nos ha traído hasta aquí: como son el PP y la franquicia de C’s que muestran un claro apoyo al liberalismo. De VOX ni hablamos, y de la mejor alternativa, o menos mala, formada por el PSOE y la colación Adelante Andalucía (AA) el pueblo no la ha elegido, en tanto la suma de votos de esta izquierda es inferior a la suma de las tres versiones de derechas.  Es la primera vez que esto ocurre, por tanto si se atendiera a este resultado el gobierno saliente sería un tripartito que hundiría aún más a esta comunidad con la implantación de sus medidas neoliberales y ultra conservadoras.

Pero si nos atrevemos a mirar la situación con ojos de lo comentado de que el poder económico puede dictar o influir atendiendo a sus intereses a un Estado débil, podríamos plantearnos la cuestión ¿dejarán las élites económicas que forme parte Vox en ese tripartito? No parece muy factible porque no encajan bien Banca-Ultraderecha, en estos momentos de inquietante expansión por todo el mundo, salvo que se vean obligados a elegir, entre ella y lo que tampoco parecen muy convencidos en apoyar como una izquierda transformadora exigente y potente. También cabría hacerse otra pregunta: si a nivel de estado cesaron no sólo a Rajoy y dieron por amortizado  a todo el partido del PP, ¿por qué ofrecerles apoyo ahora en Andalucía?. Dicho esto tendríamos descartados a dos de los tres partidos y nos quedamos únicamente con C’s. Evidentemente, como hemos comentado más arriba ninguno puede gobernar por sí solo, pero aún queda el PSOE al que le ofrecieron el apoyo en la moción de censura, con lo que la solución del puzle podría resolverse con el mismo gobierno con el que se desarrolló la anterior legislatura PSOE-C’s y PP, Vox y AA quedarían en la oposición, sólo que a este último le terminarían pidiendo ayuda en algunas ocasiones. Eso sí, todo este barullo hasta que se celebren las elecciones del estado, europeas, la de otras comunidades y las municipales.

Qué hacer y qué harán:

Las necesidades están claras, en el ámbito de competencias de Comunidad Autónoma, deben ir encaminadas a mantener unos servicios públicos, con gestión pública, esenciales y generales, y corregir un modelo productivo que ha resultado ineficiente en lo que concierne al empleo y al reparto de la riqueza, esto como dos patas principales. Pero requerirán establecer una fiscalidad progresiva y un cuerpo de inspectores acorde a la población, recuperar una banca pública de verdad, no la semipública de las cajas, para que aquellos que lo deseen abandonen los siete grandes bancos que han recogido el dinero de todos los españoles y lo prestan según sus propios intereses cómo y a quienes desean.

En el modelo productivo es preciso actuar conforme a nuestros recursos naturales en agricultura, pesca y minería, también en el turismo: sol y cultura propia, pero realmente hay que poner gran empeño en esa riqueza que es la inteligencia humana, por tanto la enseñanza debe cursar toda su trayectoria y que no se quede en la FP como un objetivo final, debe llegar a todas las ramas de las universidades, es fácil entender que un PIB basado en puesto de trabajo de bajo valor será también bajo e inferior la riqueza, pero si nuestro trabajo es de alto valor (ingenierías, investigación, comunicaciones, industrias avanzadas, etc.) nuestro PIB será alto, y será mayor, más diversa y por ende mayores las posibilidades de inversión que es el mecanismo directo de la creación de empleo.

Uno de los instrumentos más importantes para concluir los proyectos son las Administraciones Públicas (AAPP) que en primer lugar deben racionalizarse hasta hacer unos organismos de auténtica gestión pública y anular el bodrio de Entes y Agencias creado expresamente para quitar poder a la función pública argumentando la agilidad y la eficiencia que ha resultado ser falsa.

Otro aspecto es que dichas AAPP deben profesionalizarse, o lo que es lo mismo despolitizarse, (no lo digo sólo por Andalucía). Es probable que no se llegue a elaborar un informe que analice el coste de esta diferencia en la gestión, pero los funcionarios y profesionales de las AAPP conocen que la elección por las direcciones de los diferentes organismos por las recomendaciones de las empresas privadas antes que a los propios funcionarios -por ejemplo en materia de las TIC- ha supuesto un gasto excesivo y no tiene por qué ser esta materia la única. En cuanto a la calidad del gasto hay que decir que la propia Contabilidad Presupuestaria induce a una pésima gestión en los finales de los ejercicios, en tanto hay presiones de recepciones de contratos parciales o totales para efectuar pagos que disminuirían los presupuestos del siguiente ejercicio si no se realizaran, lo que induce a efectuar cierres en falso.

Del mismo modo el cuerpo de interventores debe dotarse de una independencia total y absoluta de los gobernantes. Corregir con una normativa propia aspectos de la Ley de contratos en lo concerniente en las adjudicaciones de contratos y en estos casos los trabajadores de las empresas adjudicatarias, hacerlas cumplir normas salariales para evitar los contratos basura a trabajadores que a la postre trabajan para las AAPP.

Pero hay tareas que deben fortalecer la Democracia y la proporcionalidad de los Parlamentos y para ello hay que concluir la Reforma de la Ley Electoral. No olvidar los desahucios y terminar con la Ley puesta en marcha de la Función Social de la Vivienda, la Ley Integral de la Agricultura, etc., etc..

¿Qué harán?

Estimado lector, despertemos, nada de esto se hará y entraremos en otro período, que deseo corto, de oscuridad e ineficiencia política y de contener al pueblo en sus reivindicaciones. De nuevo las calles se terminarán llenando de mareas verdes y blancas y marchas de mujeres, pensionistas y de la dignidad... Una pena. Mientras tanto analicemos con tiempo y detalle para corregir errores para las que vienen.

En cuanto a declaraciones de última hora de ayer del sr. Ábalos, al PSOE-A que le toque afrontar esta situación parece que debe ser diferente al equipo de Susana, ella incluida. Ya veremos…