Viñeta de Bernardo Vergara en eldiario.es del 30 de abril de 2020
Rosario Granado
5 de mayo de 2020
En los largos días que llevamos de
confinamiento, como era de esperar, el uso de las redes sociales ha tenido un
enorme aumento. A la primera fase de mensajes masivos de whatsapp y telegram,
siempre fríos e insuficientes por muchos emoticonos que les quisiéramos poner,
le sucedió una fase de llamadas telefónicas tradicionales y por whatsapp,
pasando después al uso de plataformas como skype, zoom y otras para vernos
mejor las caras. Se sentía ya necesidad de escuchar voces amigas, familiares,
de hablar largo y tendido, necesidad de saber de los demás más ampliamente, de
escuchar y de que te escuchen.
Por otra parte bien distinta, uno de los usos
más importantes que están teniendo las redes, especialmente whatsapp, es el de
la propaganda política. Por supuesto que no es nuevo, ya en las últimas
campañas electorales apenas vimos las tradicionales pegadas de carteles ni los
antiguos mítines por barrios y pueblos en los que los dirigentes políticos nos
explicaban sus programas. Es el manejo de las redes sociales la mejor forma de
lanzar los mensajes y conseguir crear opinión y futuros votos, siguiendo los
preceptos de la propaganda moderna. La extrema derecha lo tiene bien aprendido
y experimentado ya que lo ha usado con éxito en muchos países y especialmente
en EEUU y desde aquí lo ha difundido a toda la extrema derecha organizada del
mundo.
¿Cómo es esa propaganda que nos llega a todos
los móviles, a todas las listas, las de demócratas y fascistas, las de
politizados y apolíticos, las de derechas y de izquierdas? Hay que tener en cuenta que no toda es la
misma, es decir, que hay una propaganda elaborada específica para dirigirse a
cada grupo social. Una parte importante de esta campaña va dirigida
especialmente a los indecisos. Hay una izquierda que no los votará nunca y una
derecha que ya está convencida. Los indecisos serán los que decidan. Pero otra
parte también importante de esta campaña, (experimentada con éxito en las
elecciones andaluzas) va dirigida a gran parte de la izquierda para fomentar la
desmoralización y la desconfianza y conseguir finalmente la abstención en las
urnas.
Los entendidos la llaman «propaganda negra».
Es la que simula provenir de tu propio campo y te llega a través de tus
amistades, de gente de confianza que comparte tus propios ideales, gustos y
visión de la realidad y que resulta por ello muy persuasiva. Como ejemplo, un
caso concreto de campaña mediática en los peores momentos de la pandemia es la
que ha estado pidiendo test para todos los españoles, porque “todos los
españoles tenemos derecho”, porque “nos va la vida en ello”. Algunas de las
características de este tipo de propaganda son:
·
Está
puesta en boca de una persona como tú, un trabajador, una médica... que se dice
apolítica. Ataca duramente a los políticos, “todos” por igual son culpables.
·
Va
dirigida a los sentimientos, nunca a la razón. Intenta que te conmuevas pero no
que razones.
·
El
tono es alto y agresivo, te pide o más bien te exige un reenvío inaplazable.
·
El
vocabulario usado es el tradicional de la izquierda: derechos, libertad,
lucha...
·
No
nombra al gobierno, pero lo ataca indirectamente.
Este tipo de campaña por whatsapp cumple su
papel dentro de otra estatal más amplia que se realiza en los medios de
comunicación, está liderada por los políticos y en este caso concreto se trata
de una campaña de acoso y derribo del gobierno. Para ello ya tienen la
experiencia exitosa de la caída del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero
durante la crisis económica mundial del año 2008. La campaña actual está
siguiendo las mismas directrices que la de entonces, ésta mucho más agresiva
por la deriva extremista del PP y la presencia de Vox, por la misma gravedad de
la crisis actual y por la debilidad parlamentaria del gobierno de Pedro Sánchez.
Cuentan ellos con la formación necesaria para llevarla a cabo, el diseño
general ya les viene dado, y sobre todo cuentan con grandes medios y recursos puesto
que tienen el apoyo de los grupos de poder, de los empresarios, de la extrema
derecha internacional y de los grandes medios informativos que junto con las
redes sociales van a crear y a condicionar la opinión de la gente.
Algunas
de las características de esta campaña son:
·
Manipulación
de los datos, con bulos y mentiras repetidas hasta la saciedad, que terminan
aceptadas como supuestas verdades. (“cuando el río suena...”).
·
Repetición
como un mantra de la idea de caos, ineficacia, ruina, desastre total. (“no
podemos seguir así”)
·
Incidencia
en la crisis española, no existe crisis mundial ni datos de los demás países.
(“el gobierno es el culpable”)
·
Utilización
mezquina del sufrimiento de las víctimas, acusación de falta de sensibilidad
ante las muertes producidas por la pandemia. (“gobierno insensible”)
·
Descalificación
personal del presidente de gobierno y de las personas cercanas en la gestión de
la crisis, a las que se pretende denigrar con burlas, calumnias, insultos y
agresiones verbales.
· Utilización
de un lenguaje reivindicativo. Como hemos dicho anteriormente, en su
vocabulario se repiten palabras como libertad, democracia, derechos,
constitución... en un ejercicio de cinismo sin precedentes, en el que se
muestran preocupados por las víctimas, por los parados, por los pobres...
Ante todo esto es difícil actuar. Sus mensajes
demagógicos desvían la comprensión de los problemas y envenenan las relaciones
humanas. La crisis sanitaria es muy grave, el gobierno ha ido tomando las
medidas necesarias marcadas por los expertos siguiendo un protocolo ya
experimentado y que ha ido dando buenos resultados. De hecho, los datos de
España son similares a los de Francia, Gran Bretaña o Italia, mejores sin duda
que los de EEUU. Los hospitales de Madrid se vieron colapsados y las
residencias de mayores impotentes, el gran número de muertes producidas tiene
mucho que ver con el desmantelamiento de la sanidad pública y la privatización
de las residencias de mayores en la Comunidad de Madrid. Sin duda que en el
futuro los países con un buen Sistema de Salud Pública serán los que podrán
afrontar mejor este tipo de crisis.
La enorme crisis económica que ya estamos
padeciendo es igualmente internacional y afecta a todo el mundo. La salida de
ella también será mundial. Por mucho que insistan está claro que no es culpa de
Pedro Sánchez. Ya iremos viendo cómo se gestiona, pero sin duda requerirá un
esfuerzo colectivo de todos los partidos y de todos los sectores sociales. El
problema es que nos faltan medios para contrarrestar la propaganda masiva que
intenta derribar un gobierno elegido democráticamente. Habría que crear
instrumentos de comunicación propios, que con una información veraz nos sirvan
de referencia y nos fortalezcan ante el embate del nuevo fascismo. Habría que
seguir incidiendo en la necesidad de más cultura y más formación, en la
necesidad de contar con un buen Sistema de Educación Pública en el que se
prepare a los jóvenes para la integración laboral, sin olvidar el desarrollo
personal y la capacidad de pensar por sí mismos y de poder tener opinión propia
y juicio crítico. Los países más cultos afrontarán mejor las crisis, las que ya
están aquí y las que están por venir.