Análisis y reflexiones sobre la situación sanitaria en Europa y las políticas europeas señalan que, en un contexto de políticas de derechas, se podría agravar aún más la sanidad pública en España
Sebastián Martín Recio. Médico. Portavoz Marea Blanca en Sevilla. Miembro de la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas
2 de junio de 2024
La
situación sanitaria europea es alarmante. El titular de un informe al respecto
dictamina textualmente que la escasez de profesionales sanitarios tendrá
consecuencias dramáticas en toda Europa; otro diario titula: “la sanidad
pública de Europa amenazada por la falta de personal” “…es una bomba de
relojería”.
1.- Esta escasez
de profesionales sanitarios viene dada por múltiples factores: falta de
atractivo de la profesión, envejecimiento del personal médico siendo el número
de jubilaciones superior al número de nuevas incorporaciones, formación
insuficiente para asegurar la cobertura, baja inversión… Y afecta a todos los
países europeos. El hecho de que las retribuciones del personal sanitario sean
tan diferentes, -en países como Francia o Alemania pueden ser el triple que en
España-, nos señalan una línea de fugas médicas que perjudicará a nuestro país
y a los más débiles económicamente.
2.- Amplias capas de la población, sobre todo zonas rurales y de menor capacidad económica, están sin cobertura sanitaria de calidad. Son los llamados “desiertos médicos” y están expandiéndose por los distintos países europeos. Junto a ello, la crisis hospitalaria, acentuada aún más en los últimos tiempos por las epidemias invernales y las preocupantes consecuencias de la escasez de profesionales de la salud en los sistemas sanitarios, ya en mal estado tras dos años de crisis ligada a la COVID-19, deben llevar a los países a tomar medidas de emergencia, afirmó la OMS.
3.- Las
políticas de reconstrucción europea, en lo que a los servicios públicos
sanitarios se refiere, son manifiestamente insuficientes y están enfocadas a la
llamada “colaboración público privada”. Las líneas de digitalización e
inversiones tecnológicas adquieren el papel primordial, a expensas de limitar
los aspectos relacionados con la atención primaria, la atención universalizada,
la prevención y promoción de la salud.
4.- La sanidad pública europea está enferma.
Es cierto que esta problemática es muy compleja, pues nos encontramos con una diversidad muy amplia de situaciones,
con modelos organizativos, de financiación y de gestión sanitaria distintos.
Pero hay problemas
comunes muy claros que podrían servir para forjar UNA ALTERNATIVA SANITARIA EUROPEA DESDE LA IZQUIERDA y que seguro
que sería bien recibido por amplias sectores de la ciudadanía. Esta perspectiva
de construir la alternativa, aunque se debería contemplar como un proceso a
largo plazo, plantea de inmediato
cuestiones comunes del mayor interés por la gravedad de la situación, que
podrían abordarse con políticas europeas comunes en el marco de la cooperación
entre países:
-
La falta de
profesionales sanitarios.
-
Los procesos de
privatización y expansión de los copagos y seguros privados.
-
Los llamados
desiertos médicos (amplios sectores poblacionales sin cobertura médica).
-
El encarecimiento de
los gastos y provisión desde la tecnología y de la industria farmacéutica.
Medicalización excesiva y entrada de la Inteligencia Artificial. Preponderancia
de la clínica médica tecnologizada, en detrimento de la relación con los
pacientes en su calidad de personas.
-
Y, por supuesto, los
problemas derivados de los determinantes en la salud como la alimentación
(hablamos aquí de la obesidad, de las enfermedades cardiovasculares, etc.), el
impacto en la salud del desempleo, los sectores que sufren la exclusión social
especialmente la población migrante, o el impacto en la salud de la
contaminación y el cambio climático en las grandes ciudades y en la población
en general.
5.- UNA PLATAFORMA SOCIOPOLITICA EN DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA EUROPEA
Podría ser un buen momento este proceso electoral al Parlamento Europeo para poner sobre la mesa los graves problemas que la sanidad pública tiene en los diferentes países de la Unión Europea.
Analizando los problemas comunes, que son bastantes y de mucha gravedad, podríamos concluir que sería factible elaborar una estrategia unitaria que abordase el conjunto de problemas que los servicios sanitarios públicos tienen en Europa. Llevar esta problemática desde el Grupo Parlamentario de la Izquierda a la Comisión de Salud del Parlamento, a ser posible ampliada. Y constituir una plataforma sociopolítica junto con las centrales sindicales de la Confederación Europea de Sindicatos y otras organizaciones, así como aquellas entidades sociales, cívicas, movimientos y colectivos de amplia implantación que estuvieran en defensa de la sanidad pública, tanto desde la perspectiva de los usuarios como desde la visión de los profesionales de la salud
Esta Plataforma Europea por la Sanidad Pública podría
plantear movilizaciones unitarias en la ciudadanía europea y acciones
institucionales comunes en los Parlamentos de los distintos países, generando
un vínculo programático reivindicativo y social enorme entre todas las regiones
europeas para alcanzar líneas de trabajo
compartidas y ratios comunes en: presupuestos públicos suficientes, indicadores
de salud homologables, pautas
relacionadas con hábitos de vida saludables, así como todo lo relacionado con
los indicadores sanitarios más importantes, como el número de profesionales
sanitarios por habitante, infraestructuras de Atención Primaria y Hospitalarias;
abordando específicamente el tema de los desiertos médicos, así como limitar y
disminuir drásticamente el incremento de los seguros privados y los copagos en
una perspectiva de llegar a una situación equivalente a lo que es una sanidad pública
universal y de calidad que no tuviese coste o pago al ser recibida, sino que se
sufragase solidariamente por el conjunto de cada una de las poblaciones.