Sausan
Al-Khouli Marín. Plataforma Andalucía con Palestina.
23 de junio de 2023
El 20 de junio, se conmemoró como cada año el Día Mundial de las Personas
Refugiadas, para recordar la situación de las personas refugiadas y desplazadas
en todo el mundo. Este simbólico día se celebró por primera vez el 20 de junio
de 2001, hace ahora 20 años, en conmemoración del 50 aniversario de la
Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.
Según
datos de ACNUR, la Agencia de la ONU para las y los Refugiados, en el mundo hay
26,4 millones de personas refugiadas (hay muchísimas más desplazadas, cerca de
cien millones). De esos 26’4 millones, ocho millones son palestinas, aunque
sólo 5,8 millones están inscritas como tales en la UNRWA, la Agencia creada por
la ONU en 1949 específicamente dedicada a la tragedia palestina. Esto significa
que prácticamente una quinta parte de los y las refugiadas en el mundo, son de
origen palestino.
Lo cierto es que la población refugiada palestina es la más antigua del mundo. La UNRWA fue creada en 1949, un año después de la “Nakba” o la Catástrofe, que es como en el mundo árabe se conoce la partición de Palestina y la creación del Estado de Israel. En la Nakba, 700.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares y se fueron a refugiar a países del entorno, sobre todo Jordania, Líbano y Siria.
La
agencia nació como una institución temporal, sin embargo, su mandato ha tenido
que ser renovado hasta 24 veces a lo largo de estos más de 70 años. El motivo
de estas constantes renovaciones es que Israel se niega a reconocer a la
población palestina su derecho al retorno, a pesar de estar legitimado este
derecho según la Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU, y así lo
consagra también la Resolución 237 del Consejo de Seguridad de la ONU. Si la
población refugiada palestina hubiese podido volver a su hogar, la existencia
de la UNRWA quedaría caduca. Pero el ente sionista no está dispuesto a permitir
que esto ocurra, ya que su razón de ser como Estado xenófobo y supremacista es
expulsar definitivamente a la población autóctona palestina de lo que ellos
consideran su tierra.
En la
actualidad existen en Oriente Medio 58 campos de refugiados, donde viven 1,7
millones de los 5,8 millones de refugiados: en Líbano, Siria, Jordania, y
dentro de Palestina, en Gaza y Cisjordania. En cuanto a la distribución de
población refugiada, en Jordania es donde hay un mayor número de refugiados,
con algo más de 2 millones. En la Franja de Gaza, que tiene una población de 2
millones de personas, tienen el estatus de personas refugiadas un millón y
medio, es decir, ¾ partes de la población. En Cisjordania, 800.000 personas son
refugiadas. En Líbano, hay 500.000 refugiados que no gozan de los mismos
derechos que el resto de la población, y tienen un acceso limitado a los
servicios públicos. En Siria se cuentan 438.000 refugiados, de los cuales algo
más de la mitad son desplazados internos a causa de la guerra que ha asolado en
el país en los últimos 10 años.
El
derecho al retorno es, para la lucha por la liberación nacional palestina, un
derecho no negociable. Es de hecho la piedra angular de la lucha, es un derecho
individual pero sobre todo colectivo, ya que es considerado el pilar sobre el
que se asienta la construcción de un estado palestino, en el que todas y cada
una de las personas que fueron expulsadas y sus descendientes puedan retornar y
vivir una vida plena como población palestina autóctona.