Vientos de Cambio Justo

lunes, 23 de septiembre de 2019

NUEVAS ELECCIONES GENERALES EL 10-N ¡UNA SOLA PAPELETA!



Cuatro veces ha rechazado Pedro Sánchez a Unidas Podemos para formar un gobierno de coalición. Si alguna vez cedió algo fue para corregir su error, ante la población y los medios por el trato humillante y ofensivo, sobre su adversario Pablo Iglesias exigiéndole su suicidio político, pero sencillamente no fue un error, Iglesias tenía que quedar eliminado políticamente para lo sucesivo y en el gobierno nunca entraría ni él ni ningún miembro de Unidas Podemos, porque ni él ni el 95% de la Población podrían dormir tranquilos.

Lo demás fue dejar pasar el tiempo, ofrecer y retraerse y esperar la fecha para convocar nuevas elecciones.

Antonio Sánchez Rodríguez

23 de septiembre de 2019

Es un hecho no inesperado, iremos nuevamente a votar el 10 de noviembre de 2019, se formalizará en breve. Pero lo importante en la historia es el proceso que analizarán los historiadores, lo que es inevitable es que lo ocurrido quedará en la mente de la ciudadanía, y como ciudadano de a pié, y ahora, me pregunto: ¿Cómo hemos llegado a esta situación otra vez?

Votamos el 20 de diciembre de 2015, el 26 de junio de 2016, una moción de censura cambió el gobierno el 1 de junio de 2018 y el 28 de abril de 2019 volvimos a votar, no se resolvió pronto la formación de gobierno porque interesaba a todos los partidos conocer los resultados propios y ajenos de dos elecciones más, aunque no fuesen Generales, o sea las Europeas y las Municipales y Autonómicas del 26 de mayo de 2019. Terminadas estas se empezaron, sin prisas ya para algunos, las conversaciones para formar un gobierno “progresista” ¡ojo! No de izquierdas sino ‘progresista’. ¿Da igual?. NO.

Caída y remontada de Pedro Sánchez y de nuevo a empezar:


Por un lado hemos tenido al PSOE con Pedro Sánchez, que llegó hasta la actualidad como un ave fénix, después de vivir un proceso épico el cual inició sufriendo las peores derrotas electorales de su partido. Un PSOE amortizado porque sus votantes así lo entendieron: la crisis, el bipartidismo que se balanceó durante decenas de años en una Democracia Representativa, los casos de corrupción política, la debilidad del Estado quedando como simples gestores de las multinacionales, todas las instituciones estaban en duda, etc. porque la crisis no era sólo económica.

En el otro, una coalición de partidos y movimientos surgidos de la gran protesta social del 15M que sintetizó su queja con lucidez con el “No no representan” que demandaba cambios en las estructuras más profundas del sistema. No eran ni son ni radicales ni antisistema en el sentido peyorativo que se ha querido dar a estas definiciones. Simplemente exigían el cambio de una sociedad fracasada, eran parte de un pueblo que se sentía libre y reclamaba cambios profundos para que este país pudiera seguir adelante avanzando en sus derechos, en la igualdad y en la equidad, etc.

En las dos primeras de las elecciones mencionadas ambas partes estaban muy equilibradas. En el caso del PSOE el candidato a presidente era Pedro Sánchez y los resultados del PSOE fueron los peores de su historia. En el primer caso obtuvo el 22,01% de los votos con 90 diputados (20 menos que en caso anterior). En paralelo el bloque de izquierda real agrupado alrededor de la idea 15M obtuvo el 20,68% con 69 diputados pese a una fragmentación que castiga la Ley D’Hondt. En el segundo caso fueron aún peores obtuvo el 22,63% de los votos con 85 diputados (5 menos que en el anterior). Mientras que el bloque de izquierda real consiguió 71 diputado y el 21,15%.

Lo habitual era escuchar entre la gente: “El PSOE desaparece y será sustituido por Podemos”. Las encuestas eran muy significativas y el desencanto con el PSOE era ya viejo y potenciado por Zapatero con su Reforma Laboral del 2010 y el cambio del 135 en el 2011, la pérdida de más de 4 millones de votos mostraban que la decadencia de la socialdemocracia era patética, no sólo en España… no daba para más y el ciclo para muchos estaba cerrado.

En los procedimientos de investidura de estas últimas elecciones en la que el presentado era Rajoy en el primer debate fue rechazado en las dos votaciones (30 de agosto y 2 de septiembre), el “No es no” de Pedro Sánchez era así de rotundo. Este asunto quedó paralizado para dar paso a las Elecciones autonómicas de El País Vasco y de Galicia del 25 de septiembre. Lo que ocurrió es que en ellas la caída del PSOE aumentó aún más.

El “aparato” del PSOE era consciente de que el bipartidismo estaba totalmente tocado… Tal vez un apoyo a Rajoy frenaría el ritmo de caída libre de su partido e incluso durante la legislatura les daba tiempo para recomponerse, y se puso en marcha el 28 de septiembre de 2016 dimitiendo varios miembros de la Ejecutiva, forzaron la disolución de la misma y la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE que presentó el 1 de octubre de 2016 dando paso a la formación de la gestora que reclamaban sus críticos.

En el segundo debate de investidura (26 de octubre de 2016 y 28 de octubre de 2016) seguía optando a presidente Rajoy, días antes, el 22 de octubre el Comité Federal acordó abstenerse en la segunda votación, algunos socialistas no atendieron la orden y se abstuvieron, pero la mayoría se acoplaron a la ley de partido. El 29 de octubre de 2016 Pedro Sánchez entregó su acta de diputado.

Hemos de decir que a la Gestora del PSOE no le importaba mucho, la importancia que tenía ceder un gobierno al presidente Rajoy, a sabiendas de que lo realizado por él con anterioridad a la cabeza del PP como partido de Derecha Neoliberal. Evidentemente el resultado fue que Rajoy nos volvió a machacar con sus medidas, que costarán un gran esfuerzo legislativo para derogarlas. Nunca Rajoy debió acceder a la presidencia de gobierno y en esto la posición de Pedro Sánchez del “No es NO” era acertada.

Pedro Sánchez no se dio por vencido, sabía que una cosa era el aparato y los barones y otra diferente eran las bases del partido, y en enero de 2017 anunció su candidatura a la secretaría general del PSOE para las primarias previstas para el 21 de mayo de 2017 donde fue reelegido como secretario general del PSOE frente a las candidaturas de Susana Díaz y Patxi lópez obteniendo más del 50 % de los votos de los militantes

Moción de censura en la que lo elevan a presidente:

A finales de mayo 2018 se publica el fallo de la Audiencia Nacional de la primera macrocausa del Caso Gürtel en el que se señaló al Partido Popular (PP) como partícipe a título lucrativo de la trama, apuntándose además la falta de credibilidad del testimonio como testigos de varios políticos del PP, incluido el del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Tras la difusión de la sentencia el 25 de mayo de 2018 el PSOE registró en sede parlamentaria una moción de censura contra Rajoy presentando a Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno. El 1 de junio de 2018 tuvo lugar la votación que salió adelante. Pedro Sánchez no debería olvidar nunca quién puso los votos para hacerlo presidente.

Al final Pablo Iglesias –con sus confluencias- no asaltaron los cielos y lo más que, de momento, pudieron hacer es ayudar a desalojarlos. Pedro Sánchez cuya épica iba a toda marcha ni se lo podía creer. Una llamada de la banca prácticamente obligándole a presentar la moción de censura y en paralelo ordenando a Rajoy que se fuese por ser impresentable ante el mundo y los inversionistas en España un presidente y un partido de gobierno corrupto.

Un grandísimo error cometió Pedro Sánchez al elegir para su gabinete el 7 de junio 2018 como jefe del mismo al asesor político Iván Redondo. Hay que recordar que este profesional todos sus trabajos anteriores habían sido para líderes del PP: Xavier García Albiol, José Antonio Monago, Antonio Basagoiti y ahora lo haría con el PSOE de Pedro Sánchez al que al parecer ya ayudó en la campaña de las primarias. En este aspecto lo que he de resaltar es que Pedro para estrategias y comunicación política, etc. abandona la ideología y pone su atención en la mal llamada “eficiencia empresarial” o sea el objetivo siempre será “ganar” como sea, todo vale. Para “ganar” al adversario éste podrá ser atacado sin compasión, desprestigiado, humillado, ni honor, ni lealtades, nada de caballerosidad, nada de nada… “Ganar” y sólo ganar. Creo que en todas estas campañas esa mano se ha notado bastante.

Gobierno de Pedro Sánchez, Presupuestos para 2019 e independentistas:

Las presiones de los acuerdos con la, hoy desdeñada, izquierda real hizo que se dieran pasos importantes en leyes y correcciones de algunas otras sacadas adelante por Rajoy. Tras su nombramiento, Sánchez manifestó su voluntad de agotar la actual legislatura y no convocar elecciones hasta junio de 2020

Pero el ciclo se frenaría parcialmente, digo parcialmente porque aun en funciones se le ha dado salida -antes también- a importantes Reales Decretos que, no siendo la tramitación más indicada, eran más que necesarios para avanzar en la línea de compromisos, hasta el rechazo de los presupuestos generales de los independentistas catalanes…


ERC Los independentistas

Hoy Gabriel Rufián, más tierno y suave en sus declaraciones, algo le dolerá lo que hizo, no deja por ello de sacar partido con sus intencionadas declaraciones, por ello apunta a Unidas Podemos como culpable de que vayamos a una nuevas elecciones… pronto se quiere olvidar de su inexplicable rechazo a unos presupuestos generales consensuados y que, si no eran los mejores, abrían avances económicos al tiempo de una línea de coaliciones y encajes entre las nuevas izquierdas y un PSOE que deseaba volver a la socialdemocracia, al menos en estos momentos, o eso es lo que quería que se entendiese.

Por otra parte en las elecciones generales del 28-A ERC salió muy bien parada, entre otras cosas porque ante el freno global al independentismo donde toda fuerza era igual de independentista. ERC entendió pronto que su matiz de izquierdas era necesario destacarlo para separarse del otro matiz claramente de derechas… Lo que ocurre es que a partir de ese momento empiezan a aparecerles otros adversarios en ese ámbito político como pudieran ser Podemos, la CUP, En común, etc. Por tanto decide achacarles culpa de que hayan sido incapaces de pactar. Como decía antes, cuando ellos se atrincheraron en un no irrevocable, en un momento político mucho más importante, que hubiese evitado la presente situación  

Elecciones Generales 28 de abril de 2019

El PSOE fue el partido más votado y casi duplicaba al PP. Obtuvo el 28,67% de los votos con 123 diputados (38 más que en caso anterior). En paralelo el bloque de izquierda real obtuvo el 14,98% con 43 diputados (22 menos que en el caso anterior) con la penalización por la fragmentación de la Ley D’Hondt. Con ello sumaban 166 escaños que junto PNV, Cantabria y Canarios llegaban a los 175, a uno de la mayoría absoluta.

Pedro Sánchez exultante en la noche electoral dijo cosas, que a estas fechas contribuyen a una mayor desorientación ante la realidad actual del desacuerdo, que no encajan, ni guardan coherencia entre aquella noche y ahora. Bien claro le gritaron sus bases “Con Rivera NO” una y otra vez… que implícitamente también le decían que “con Unidas Podemos SÍ”. Su proceso político personal seguía viento en popa, su ego personal igualmente ascendía. Hay que aprender a asimilar y digerir las derrotas, pero creo que mucho más las “victorias” y mucho más aún, si estas sencillamente sólo son parciales.

No sólo se vio excesivamente afectado Pedro Sánchez que pronto se le vino a la cabeza que el bipartidismo lo resucitaba él, que eran “VENCEDORES de las elecciones” potenciado mucho más que ser “El partido más votado”. También mutaron Luis Ábalos Meco, María del Carmen Calvo Poyato y Adriana Lastra Fernández tres personajes, al menos los más visibles en los medios. Utilizar la palabra vencedores significaba dar por hecho que el serlo conlleva ser el presidente del gobierno, y tal vez podría ser, pero otra cosa es gobernar solos. Los otros, los perdedores tienen que aceptar esa gracia y regalarles sus millones de votos gratuitamente: “Y después hablamos”. Lo del gobierno bicéfalo tan potentemente rechazado por Pedro Sánchez fue un invento, un insulto más, es posicionar al coaligado en la estupidez, no obstante Pablo Iglesias le aseguró lealtad como no puede ser de otra manera. 

Es el PSOE el que no se ha ganado la credibilidad, porque aún pactando no ha respetado los pactos ¿Cómo no iba Pablo Iglesias a plantear un referéndum para tomar esa decisión? Evidentemente el resultado fue: o hay ministros dentro o elecciones. La propuesta del PSOE era que como gobierno les permitiría sacar adelante algo de lo que llevaban en sus programas, así en movimientos pendulares pactaba por un lado un avance social con Unidas Podemos y en el siguiente movimiento lo haría en lo económico con C’s. Todo ello sin establecer acuerdos ni pactos ni programas conjuntos. Sólo lo suyo se plantearía ante el parlamento y esperar el apoyo de quién quisiera o sintiese obligado a hacerlo y si no lo aceptaban que lo explicasen a sus votantes.

La realidad ha sido muy diferente y es que con todo el rango de vencedor nada podían hacer solos ni nadie ha entendido su elevada soberbia, su osadía, su descaro, su desprecio y sus declaraciones contradictorias que de ellas hay que decir, que si no eran aclaradas, obligatoriamente encerraban una propuesta falsa. Hasta ha habido que escuchar cosas tan extravagantes como que con C’s las cosas les irían mejor, o sea, claramente que el partido que estaba gobernando con la ultraderecha era una alternativa mejor para el PSOE, aquello de las bases de “Con Rivera No” les importaba un bledo.

En cuanto a los resultados de Unidas Podemos y otros partidos del mismo ámbito político pagaron los tributos propios de los partidos que apoyan a fuerzas mayores, pese a ser imprescindibles para lograrlas. Es un axioma político. El principal partido de un pacto sale reforzado y en la siguiente ocasión pide y se le concede el voto útil; y la segunda fuerza de un pacto lo paga caro. Esto sin olvidar que no se puede ir a las elecciones cada uno por su cuenta, su papeleta y su icono y después sumar escaños. Toda esta fragmentación es un enorme error. En los colegios de Andalucía la gente preguntaba ¿Pero la de Podemos cuál es? Y en otras comunidades, más de lo mismo.

Y Finalmente para empeorar las cosas, en las últimas semanas se han precipitado situaciones dentro y fuera de España que tendrán fuertes repercusiones como ha sido las apreciaciones que se detallan en el artículo anterior de Juan Torres López sobre la recesión económica cercana, de igual manera la posibilidad de que se llegue a un Brexit duro, las tensiones con Irán y las subida del petróleo, las tensiones EE UU con China o más en nuestro ámbito la resolución del Procés.

Nada tendría que significar esto, a la contra, en las negociaciones del gobierno de coalición, sino todo lo contrario porque el de coalición sería un gobierno más fuerte por tener gran representación social, pero sin embargo Pedro Sánchez lo ha utilizado diciendo que hay situaciones que requieren un gobierno de estabilidad ¿En qué se basará Sánchez para posicionar a Unidas Podemos como inestable?. Evidentemente bancos y empresarios lo han dicho abiertamente en la prensa: “con Podemos no”. Para este PSOE, que vuelve a las andadas, otra vez el establishment es más respetado que sus bases.

Para terminar sólo decir que el equipo de negociación de Unidas Podemos habrá tenido errores, muchos provocados y otros propios, pero han sabido mantener la dignidad de nuestros votos y no dejar que fuesen evaluados como de segunda categoría, para lo sucesivo pedir una cosa a todo movimiento de izquierda real, a todo el que requiera un cambio, la recuperación de lo perdido y seguir avanzando, algo que ya ha adelantado Mónica Oltra para las próximas elecciones.

¡ Una sola papeleta ¡