También
ahora es el momento de eliminar la BRECHA SALARIAL (RENTA ANUAL), existente en
la PAC, en perjuicio de los ganaderos de extensivo.
“Los ganaderos/as de extensivo reciben actualmente de la
PAC una Renta Anual que es un 60% inferior a la que reciben los demás
productores agrarios, por realizar la misma función (producir alimentos,
mantener el campo activo y fijar la población en el medio rural), además de
desarrollar unas prácticas agrarias muy respetuosas con el medio ambiente y con
el bienestar de los animales”
Francisco Casero
Rodríguez
Presidente
de Fundación Savia
17
de marzo de 2020
Nos
gustaría llamar la atención sobre la injusticia que se está cometiendo con los
ganaderos de extensivo, desde hace décadas, porque creemos que es el momento de
abordar esta discriminación, dentro del movimiento en favor del mundo rural que
afortunadamente vive España.
Estamos
en un momento crítico de la elaboración del Plan Estratégico de la nueva PAC
(2021-2027). Las Comunidades Autónomas están trabajando sus propuestas y
prioridades para negociarlas y consensuarlas a nivel estatal, y nos ha
preocupado lo que hemos leído, en la prensa especializada, con respecto a las
Jornadas tituladas: “La PAC 2020 y la Oleicultura”, en la que un
alto cargo de la Administración Andaluza ha dicho: “No vamos a permitir caminar
hacia una Tarifa Plana que perjudicaría a las ayudas que reciben los
Agricultores”, dejando claro que Andalucía se negará a aceptar un cambio de las
regiones productivas existentes en la actualidad o una Tarifa Plana para todos
los agricultores y ganaderos de España.
Estas
declaraciones nos obligan a recordarle a la Administración que tengan presente
que defender estos postulados puede provocar que se siga manteniendo la
injusticia que se está cometiendo con los ganaderos de extensivo, pues intentar
mantener las Ayudas a la Renta (Primer Pilar de la PAC) dentro del
injustificado marco en el que se encuentran (Derechos Históricos) perjudican
claramente a los ganaderos de extensivo que reciben, de media, de la PAC unos
100 euros/hectáreas/año frente a los 277 euros/hectáreas/año que reciben, de
media, el resto de los productores agrarios españoles.
Con
este planteamiento se está condenando a nuestros ganaderos de extensivo a que
sigan estando en el estado de vulnerabilidad económica en el que se encuentran,
padeciendo una Brecha de Solidaridad Europea (Ayudas a la Renta) injusta e
incluso arbitraría, pues va en contra de las directrices que emanan de
Bruselas, que les pide y reglamenta a los estados miembros, que primen
especialmente en esta nueva PAC a todos aquellos productores que realicen unas
prácticas agrarias que favorezcan la conservación medioambiental, mantengan la
biodiversidad, protejan el bienestar de los animales, contribuyan a la
amortiguación del cambio climático y eviten la despoblación.
En
este contexto, de exigencias de la nueva PAC y de Pagos Compensatorios Europeos
para los productores que hagan uso de unas buenas prácticas agrarias, no
encontramos, cuando miramos alrededor, ningún tipo de producción agraria que
cumpla estas exigencias mejor que la ganadería extensiva. Unos ganaderos de
extensivo que realizan un trabajo absorbente inconmensurable (por su dedicación
diaria), en lugares muchas veces inhóspitos, y que aportan a la sociedad muchos
Bienes Públicos que nunca les han sido valorados (paisajes, biodiversidad,
bienestar animal, sumideros de carbono, prevención del fuego, mantenimiento de
la población rural, etc.)
Para
finalizar les pedimos a los negociadores de la PAC que no olviden que esta
forma artesanal de hacer ganadería en nuestras sierras, tiene para Andalucía
más importancia territorial que cualquier clase de cultivo, pues el 45% del
territorio andaluz son tierras de pasto, no cultivables, en las que el ganado
es totalmente INDISPENSABLE para aprovechar eficientemente estos recursos
naturales, que el campo nos ofrece estacionalmente, muchas veces de forma
gratuita, y donde los animales no solo actúan como verdaderas maquinas
naturales de recolección transformación de pastos en alimentos de
extraordinario valor gastronómico y nutritivo, sino que actúan como AUTÉNTICAS
HERRAMIENTAS DE CONSERVACIÓN DE ECOSISTEMAS, con un excelente valor ecológico,
social y cultural, que es lo que nos pide y exige la sociedad europea actual
(los ciudadanos) que son los que pagan y mantienen con sus impuestos la PAC
(Política Agraria Comunitaria).
Existe un grave problema actualmente en la sociedad y también
en la Administración con la Ganadería. Se habla constantemente de la Ganadería, en general, como una
actividad agraria generadora de problemas para los ciudadanos (altos consumos
de carne, maltrato animal, contaminación…), sin embargo, no se aclara,
diferencia y especifica que hay dos grandes sistemas o formas de producción
y manejo de los animales. Por un lado, esta ganadería intensiva o
industrializada (animales mejorados genéticamente, pequeños espacios, naves
cerradas, piensos concentrados, empleo de importantes cantidades de agua,
purines, estructuras contaminantes, etc.), pero por otro lado está la ganadería
extensiva (animales de razas autóctonas, sueltos en el campo, grandes
espacios, alto grado de bienestar, comiendo pasto, uso del agua solo para
beber, estructuras simples y no contaminantes, favorecedoras de la fertilización
natural del suelo, etc.). Es decir, dos sistemas o formas de producción
ganadera que tienen muy poco en común, y que no se parecen en casi nada.
Por tanto, deben de ser separados administrativamente cuando se habla de
Ganadería, pues son actividades diferentes, y sus objetivos finales también son
muy distintos: los primeros buscan ser competitivos económicamente y los
segundos buscan ser viables ecológicamente.
Esperamos
y deseamos que se tenga en cuenta esta injusta situación de la ganadería extensiva,
en las negociaciones que haga Andalucía de la Nueva PAC, y que nos demos cuenta
de que cuando vamos en una dirección contraria a lo que nos pide Bruselas, para
la Política Agraria Comunitaria, nos estamos equivocando… que ese no es el
camino.