José Luis
Molano Bravo (Movimiento
Andaluz en Defensa de las Pensiones Públicas –MADPP-)
25
de octubre de 2024
En el Sistema Público de Pensiones (SPP) asistimos a una onda larga
de retrocesos y deterioros de varias décadas. No hay más que mirar el “histórico”
de leyes, reformas legislativas y pactos sociales, desde los Pactos de la
Moncloa hasta nuestros días… Modificaciones y reformas que atentan contra la
suficiencia y el poder adquisitivo de las pensiones: ampliaciones periódicas
del cómputo de años trabajados para obtener la pensión; impedir el 100 % de la
pensión por jubilaciones anticipadas con más de 40 años cotizados; dejar fuera
de pensiones dignas por “lagunas de cotización” a miles de trabajadores y sobre
todo a mujeres; derivar cotizaciones a los Planes de Pensiones de Empleo (PPE )
privados; un mercado de trabajo pobre, que es igual a una cotización
insuficiente de pensiones…, y un largo etcétera. Medidas todas que configuran
una batería hostil de ataque a las pensiones públicas.
Lo más grave de este deterioro es que gobiernos de distintos colores, algunas veces en solitario y casi siempre acompañado por los sindicatos institucionalizados en el “diálogo social” (CEOE, Cepyme, CCOO y UGT)) trabajan, concienzudamente, para acabar con el actual sistema solidario y de reparto, basado en el salario diferido, del actual SPP… Con las jubilaciones demoradas y activas, intentan acercar el máximo posible las jubilaciones al fallecimiento de las y los trabajadores, mientras la juventud no tiene trabajo.
La vinculación de las pensiones con el salario diferido es lo más
idóneo y legítimo, dado que dicho salario es parte del valor creado por la
fuerza de trabajo asalariada del trabajador en la empresa, vinculado a una
cierta distribución de la riqueza creada. El salario diferido es la columna
vertebral del sistema público de pensiones y de su sostenibilidad.
Es tan caótica la situación creada y promovida (puño de hierro en
guante de seda) que actúa de forma perversa en la percepción del imaginario
popular, en el que se cuestionan las pensiones y la sostenibilidad del actual
sistema… Ese relato es un reflejo del desarme ideológico de las clases
asalariadas, que sólo nos puede conducir a un futuro de pensiones basado en la
beneficencia y la caridad de las ayudas sociales… ¡No podemos permitirlo!
Los pagos indebidos y las exenciones de cotización, junto con
bonificaciones de todo tipo, el trabajo no reglado en el mercado laboral y la
picaresca empresarial, producen una merma de recaudación e insolvencia en la
“Caja Única”, que, junto a la negación de la Auditoria de las cuentas de la
Seguridad Social, constituyen un potente ataque contra la línea de flotación de
la sostenibilidad de las pensiones
No estamos hablando de números fríos y desvinculados del
sufrimiento de millones de trabajadoras y trabajadores asalariados, estamos
expresando y cuantificando la situación objetiva de nuestras vidas y nuestros
sufrimientos, estamos estableciendo vías de toma de conciencia, de la necesaria
organización de ruptura y emancipación.
Por último, el movimiento pensionista y el movimiento sindical
alternativo a los sindicatos institucionalizados debemos caminar cogidos de la
mano y establecer una solidaridad activa con todos los movimientos sociales…
Sólo esa solidaridad puede cristalizar en un gran núcleo de resistencia
emancipadora y de ruptura con el actual sistema de desprecio a nuestras vidas.
!!! Gobierne quien gobierne, las pensiones y lo público se
defienden ¡¡¡