Vientos de Cambio Justo

viernes, 5 de abril de 2019

Condicionantes en las EEGG del 28 de Abril (II)

La introducción de la ultraderecha en el espacio político; la fragmentación de la lucha de clases; los finísimos y sensibles matices de la Izquierda o estrategias entre personalismo o decisiones de las bases y una cuestión: Del capital cultural o simbólico hay que olvidarse?. Todo pesa en la memoria global e influirá en los resultados del 28A.


Antonio Sánchez Rodríguez 
5 de abril de 2019

Decíamos en la primera parte de este artículo que determinados sucesos han sido por una parte la síntesis del fracaso  de la economía de mercado, junto a las propuestas populares de cambio del sistema fracasado y por otra el salto cualitativo de una burguesía territorial insatisfecha con la distribución territorial de España y por tanto exigente del aumento de su cuota de poder. Decíamos también que estos hitos han marcado notablemente la visión social y política de la ciudadanía en la última decena de años (2008- 2018) e insinuábamos que otros, aparentemente casi de última hora  por estar más soterrados, iban a condicionar directa y especialmente -como complementos- los resultados de las EEGG del 28 de abril. Los vemos a continuación.


I.- La aparición de la ultraderecha en el espacio político español:

España venía siendo diferente a Europa en cuanto la ultraderecha no era una organización visible por sí misma. Algunos repetían su inexistencia, pero la realidad era que estaba inserta en sectores del PP que la controlaban en su propio seno. La debacle de los populares por la gangrena de la corrupción, la crisis económica, las exigencias de Cataluña que empezaban a endurecerse, etc. provocó que personajes con procedencia política del PP, UCD o CDS se registrasen como el partido Vox en diciembre de 2013. Un apunte: El PP en las elecciones del 20D de 2015 perdió 3,65 mill. de votos y 63 diputados respecto a las anteriores del 20N de 2011.


La ultraderecha española participó en las elecciones europeas de 2014 y autonómicas de 2015 y aunque sin mucho éxito en ellas si lo obtuvieron en las elecciones autonómicas andaluzas del 2D de 2018 en las que superaron todas las previsiones.

Europa ya tenía sus ultraderechas para contrarestar las reivindicativas izquierdas y hoy en España ya es visible, además lo más importante, las otras dos derechas, las dos opciones mainstream conservadoras, PP y C’s  no tienen ningún reparo en gobernar con su apoyo. Lo hecho en Andalucía es absolutamente posible en el estado y en el resto de comunidades y queda constancia de que a C’s se le concedió el permiso para gobernar con el apoyo de Vox ¿Cómo si no estarían gobernando?, así la banca española permitió a C’s dar el paso con determinados socios porque aunque no son buenos amigos, entre un gobierno de izquierdas y otro de derechas con minoría ultra eligen la segunda opción, es evidente que la banca española no es igual que la banca francesa que negaron los prestamos al Frente Nacional de Le Pen. Otro ejemplo francés es Manuel Valls que rechazaba acuerdos con Vox y prefería perder un gobierno en Andalucía.


En cualquier caso siempre estará Steve Bannon –exasesor de Donal Trump- y que para ayudar a Vox tanto económicamente como con herramientas informáticas de última generación desde el partido The Movement (El Movimiento) creado en enero de 2017 por un belga con la pretensión de dar apoyo a la derecha dura europea. Steve Bannon estuvo por Europa a finales de julio de 2018 apoyando el nacionalpopulismo o ultra derecha de Francia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Alemania, Italia y llega hasta los Países escandinavos e incluso con deseos de visitar a Vox e incluso al PP de Casado en España.


II.- La fragmentación o segmentación de la izquierda en la lucha de clases:

Tema tabú, asunto que puede considerarse como políticamente incorrecto, pero que debe ser tratado, en tanto que el silencio no sólo no ayuda sino que perjudica a la clase mayoritaria y peor tratada en nuestra sociedad: la asalariada, pequeñas empresas, autónomos, falsos autónomos, profesionales libres, parados, trabajadores en negro, etc. Éste conflicto aparece en cuanto se le aplica a la clase trabajadora en toda su extensión subdivisiones en grupos con demandas, consideradas de izquierda, más centradas en el ámbito social que en el económico. Estas demandas son paralelas y transversales, como por ejemplo: el género, la ecología, el animalismo o la libertad sexual.

Podría exponerse a la inversa la fragmentación

O sea observemos un mundo sin clases, un mundo entendido como sectores humanos agrupados por el género, la ecología, la defensa de los animales o de la libre elección de su sexualidad, pero que en cada caso inevitablemente se clasificarían por su actividad: hay unos que trabajan más de ocho horas con un sueldo miserable, otros viven de las rentas con un patrimonio holgado, otros salen adelante con la precariedad de los “mini job” o con una PYME de dos empleados, o con MicroPymes, de autónomo o de falso autónomo, otra de chapuzas en negro sin contrato alguno o con contratos que recogen sólo una parte del trabajo real que realizan y otros pueden estar atendiéndonos  en los servicios públicos, etc.

Un ejemplo: Imaginemos una trabajadora lesbiana en una fábrica o un gay. A lo largo del día o semanas, ¿estarían preocupados porque en el mitín "X" o en la entrevista "Y" se han olvidado de utilizar “queridos compañeros” y sólo se utilizó “queridas compañeras” o viceversa; o ¿estarían más preocupados por si le subirán el salario o si le prolongan el contrato para poder adquirir o alquilar una vivienda para vivir con su pareja?.

En términos de elegir la eficiencia de la lucha de clase ante la clase capitalista para, mejorar el reparto de las riquezas, los medios de producción, implantar una mejor fiscalidad sobre propiedad y beneficios, situar el mundo del trabajo como núcleo del desarrollo y bienestar, así como conseguir una libertad plena, igualdad, equidad, solidaridad y los derechos de las personas parece evidente que visión de las comentadas encuentra un nexo de unión mayoritario y en cual se corre el riego de dividir la lucha. Por otra parte cuantitativamente ninguno de los sectores mencionados, y otros que se podrían mencionar, constituyen una mayoría social para poder enfrentarse al capital. Las élites creo que lo tienen claro: divide y vencerás.

Quiere decir todo esto que la ideología de izquierdas ignora esos problemas?. Ya hace mucho tiempo que no es así, de hecho si alguien le da una prédica seria, serán las organizaciones de izquierda mientras que las derechas o se oponen a ellas o las utilizarán interesadamente.

¿Cómo tendría de actuar la izquierda progresista y transformadora convencida de la necesidad del cambio para conseguir sus objetivos?, Sencillamente priorizar. Priorizar porque todos somos personas: mujeres y hombres, animalistas o humanistas, heteros o gays o lesbianas o transexuales, ecologistas o dudosos de un cambio climático o del olvido de la naturaleza… Pero también está el paro, la precariedad, el inalcanzable fin de mes y las hambrunas cercanas de familias y niños, los barrios y pueblos olvidados, los suicidios causados por la angustia y el olvido, etc.  


III.- Son finísimos y sensibles los matices de la Izquierda o son estrategias entre personalismo y decisiones de las bases. De arriba abajo o de abajo arriba.

Creo que se ha hecho un gran esfuerzo por algunas organizaciones de izquierda para la unificación de IU y Podemos ya que dentro de ambas existen partidos de tendencias similares, pero reticentes y por ello ambas organizaciones han sufrido desgastes. Tal operación, con todo, Unidos Podemos es un logro.

Pero parece que la cercanía del 28 de abril ha hecho que desde dentro de ambas se hayan hecho cuentas que a los que las hacían no le cuadraban. Pero he de decir que los momentos elegidos no pueden ser más inoportunos y hasta dañinos por las consecuencias a los resultados de las elecciones

La primera noticia desafortunadas fue el 25 de diciembre del 2018 dada por  Gazpar Llamazares (asunto audios), de su dimisión de IU y presentación por Actúa. Era conocido que formaba parte de ACTÚA una plataforma que se registró como partido en agosto de 2017, además de Izquierda Abierta.

La segunda bastante peor por inesperada, no por desconocimiento de ciertas discrepancias, ha sido la carta de Manuela Carmena y Errejón para presentarse a la Comunidad de Madrid el 17 de enero de 2019, tres semanas después de hacerlo Llamazares. Hay que recordar que en marzo de 2016 el desencuentro de Errejón con Pablo Iglesias ya era un hecho y desencadenó una fuerte crisis en el partido.

Pero no queda ahí la cosa hace sólo unos días después el 6 de marzo de 2019 los Anticapitalistas se desgajan de Podemos en Madrid y las bases de IU Madrid, en contra de lo previsto por Alberto Garzón apuestan por confluir con los Anticapitalistas frente a Podemos en las autonómicas…

Todo un galimatías, donde parece que ha predominado, al menos, en los dos primeros casos la deslealtad, no sólo al partido correspondiente sino muchísimo más importante hacia los seguidores y a los votantes. No es necesario analizar las discrepancias ideológicas, ni siquiera si es cuestión de carisma y personalismo, porque estoy seguro que ambas podrían haber sido suficientemente válidas, es más no son tan diferentes como para no poder llegar a un acuerdo. Por más razones que se crea tener, ambos casos son dañinos, oportunistas y conllevan un punto de rencor que ayudarán a las derechas más que a ellos mismos. La izquierda no puede dar la imagen que ha dado ante la sociedad. El hecho es injustificable y el daño será irreparable porque nada puede justificar el momento elegido, se podría haber esperado a que las elecciones se hubiesen celebrado. Tiempo se tardará para recuperar una nueva imagen de unidad de las izquierdas.

Aún así esperemos que dado el impacto causado obligue a todos a reflexionar y recuperen la imagen y confluencias que los potenciales votantes necesitan, especialmente en estas elecciones de gran riesgo para el país con una derecha ansiosa por tomar sus riendas con peores intenciones que las anteriores. No se sabe cómo puede terminar la cosa, espero que haya tiempo para arreglar el desaguisado, porque aún se puede.


IV.- Del capital cultural o simbólico hay que olvidarse?.

Decía Carlos Arenas a principios de marzo en un artículo muy interesante que tiene publicado “En Campo Abierto” lo siguiente: “La clase dominante lo es no solo porque posea los medios de producción, sino porque, gracias a ello es poseedora también de todas las modalidades del capital: el capital humano, el social y el cultural o simbólico.”

El asunto no es nada trivial y sobre todo cobra especial importancia cuando hemos visto en las elecciones andaluzas que todo un programa político de realidades, de futuro, de soluciones detalladas era contrarrestado con sólo una palabra y algunas imágenes: ¡España!, la bandera roja y gualda, el toro de osborne y el caballo en el campo.

No es baladí ninguno de estos mensajes: Ni España ni la roja y gualda son ni una palabra que utilice muchas veces la izquierda, ni tampoco la bandera es el telón de fondo en ninguna de sus intervenciones. Si una vez la utilizó Pedro Sánchez fue muy comentado. El toro y todo lo que conlleva es como la línea de flotación del buque España, es un icono para el mundo y bien claro tuvo el nacionalismo catalán a donde disparaba cuando en julio de 2010 el parlamento decidió prohibir las corridas de toros en toda la comunidad, no era un problema sentimental porque mantuvieron el resto fiestas asociadas a dicho animal, además deberían saber que en España se celebran más de 17.000 actos al año donde participa un toro. La relación entre este animal y el pueblo llano tiene vínculos lejanos. Igualmente el caballo en el campo es una figura rural y aristocrática que se asocia también a la caza y es difícil imaginarse a cualquier líder de la izquierda en estas tareas, pero no lo es para las zonas rurales…  Todo el programa esta sintetizado en mensajes sencillos. Han ganado en esta disputa porque nuestros mensajes apenas existen o los han desprestigiado.

La izquierda ha prestado mucha atención asumiendo demandas modernistas y matices relativos en la creencia de que aumentaban sus simpatizantes y ha prestado poca atención a ese capital cultural o simbólico que conforma sentimientos quizás no tan racionales como el pragmatismo realista del trabajo y el salario, pero que existen y forman parte en los ideales de un pueblo, no se trata de incorporar toreros a sus listas de políticos como con prisas han hecho el PP y C's, pero en cualquier caso si algunas tradiciones han de evolucionar hay muchas maneras de hacerlo con argumentos de peso, pero lo más importante es que ni se pueden dejar en manos de las derechas porque como vemos son utilizados con descaro… ni aceptar sin más cualquier propuesta de última hora.

Pronto tendremos las fiestas primaverales en Sevilla un popurrí de nazarenos, muchos de ellos laicos, mezclados con la fiesta de los toros y al poco bailes y cante. La república editaba un único cartel de dichas fiestas transmitiendo unas fiestas únicas y paganas y el franquismo lo dividió en dos: el primero nazarenos, cristos y vírgenes (religiosidad), y el segundo toros y casetas (Circo).

Se puede optar por Jesús Quintero o por Juan y Medio después no nos  quejemos.


Al final todo pesa en la memoria global e influirá en los resultados del 28A.