Vientos de Cambio Justo

martes, 1 de diciembre de 2020

ARTÍCULO PARA UN GOLPE DE ESTADO


Enrique Cobo

1 de diciembre de 2020

Me refiero al artículo firmado por J.L Cebrián y publicado en el periódico El País el 16 de Noviembre de 2020.

Con el título del artículo – “Pecados de leso socialismo”- nos quiere hacer creer que se escribe desde alguien que respeta y guarda la esencias del socialismo, que el autor es un fiel representante de los valores socialistas eternos para ello se presenta como si viniera de la mano de los auténticos socialistas de esta democracia Francisco Bustelo- un intelectual respetable, militante histórico del PSOE y defensor de lo que llamó el socialismo marxista democrático” y Felipe González, “templado y astuto” lo define y “amigo y discípulo de grandes dirigentes históricos de la izquierda continental, como Willy Brandt y Olof Palme”.

Lo de la ejemplaridad de Bustelo lo hace compatible con que fuera defensor del “socialismo marxista democrático” pero a la vez esa expresión es un oxímoron es una contradicción entre sus propios términos, es decir, que para Juan Luis Cebrián es imposible ser socialista y marxista y democrático a la vez. El quiere definirse como socialista a “fuerza de ser liberal” y eso sí que es un oxímoron para mí porque pienso que ser socialista y liberal es contradictorio. Él quiere que el socialismo sea lo que él piensa y no le gusta ni respeta lo que otros pensemos que significa el socialismo como sistema de pensamiento elaborado. Cebrián quiere que el socialismo sea lo que a él le parece que tendría que ser. Es normal entre las gentes que no creen en la democracia tergiversar las palabras y usarlas para equivocar al personal. Una crítica venida de J.L. Cebrián no bien desde el socialismo histórico, ni desde el socialismo “científico” no desde el socialismo definido en los sucesivos congresos del PSOE desde que comenzó hasta nuestros días. Está disfrazado porque quiere que lo confundamos y quiere cargarse al gobierno desde sus filas, las de los liberales de derecha, de las derechas más liberticidas en las que su figura encaja con más precisión. Para ello miente o equivoca pero nunca viene a las claras. Por ejemplo no quiere decir que F. González fue apadrinado por Helmut Kohl canciller de la derecha alemana con el que coincidió gobernando, y dice que se dice alumno aventajado de Olof Palme, que a sí mismo se definía como socialista, como marxista. Tampoco quiere referirse a Helmut Smith que fuera presidente de la RFA hasta 1982 sino que escoge a figuras del socialismo más carismáticas para poner a Felipe a su altura. Cebrían es un periodista tramposo.

En realidad lo que pretende en su artículo es cargarse al gobierno de izquierda de España desde la izquierda. Sí habéis leído bien: Cebrián quiere cargarse al gobierno de España desde la izquierda. Sí, pero usando los argumentos de la derecha, de la derecha real, de la derecha española, españolísima, de la derecha del PP y de Vox. Con sus argumentos. Y para ello toma prestadas sus predicaciones:

Dice con una frescura que da asco que este gobierno atento contra las libertades porque quiere renovar el CGPJ y como no puede porque la derecha española no quiere cumplir con sus obligaciones constitucionales, dice que quizá conviniera cambiar la ley para que el CGPJ responda en su composición a la voluntad del pueblo soberano. No quiere saber nada de que el pueblo soberano elige a sus representantes en el poder legislativo y que de ese poder legislativo, POR MAYORIA SIMPLE, se forma el ejecutivo. Eso le parece una forma lógica de hacer nacer otro de los poderes del estado pero le parece dictatorial y casi fascista –compara a este gobierno con el de Polonia- que sea ese mismo legislativo el que por mayoría simple pueda elegir el órgano de gobierno de otro de los poderes del estado: el judicial. En cualquier caso nunca dice, es una de sus características desde siempre, cual debiera de ser la fórmula para que se respete al máximo la soberanía popular, la voluntad del pueblo soberano. No se le ocurre criticar que el CGPJ se auto-componga, se auto-renueve y no ve ningún peligro en esa deriva corporativista ajena totalmente a la soberanía que solo el pueblo detenta para adjudicar los poderes de su estado.

El “socialista de siempre”, Cebrián, dice que “el gobierno es el principal enemigo de la libertad de expresión”, que quiere hacer una ley para “premiar a los afines y castigar a los díscolos” y todo ello porque el gobierno quiere, también la UE lo ve necesario, luchar contra los que usan los medios para equivocar a la gente afirmando como verdades hechos que no son verdad. La norma no quiere perseguir las opiniones vertidas en los medios; lo que quieren los demócratas europeos, gobierno de España incluido, es luchar contra las fábricas de mentir sobre los hechos, sobre la realidad y eso, como estamos viendo, es necesario para que la gente pueda acceder a los hechos ocurridos distinguiéndolos de los inventados. Pongo un ejemplo: la eutanasia. Con la ley que se promete no se puede ni se quiere perseguir a los que opinen de la eutanasia en virtud de su libertad para exponerlas sus argumentos pero sí debería perseguirse que se publique para apoyar su oposición a la eutanasia, que, por ejemplo, en Andalucía o en Galicia, se han asesinado en los últimos meses a cientos de ancianos mayores de 80 años fingiendo que ellos han solicitado que se les ayude a morir. Si se investiga y se demuestra que no es cierto ha de haber una figura en el Código Penal que castigue al hacedor de esa mentira.

Por último y para guinda para que no quede ningún cabo suelto de los que ha lanzado la derecha no democrática, Cebrián, denuncia “toda una agresión contra la igualdad de los ciudadanos y su derecho constitucional a educarse en su lengua materna” para acabar con el castellano en las zonas de España en las que hay otras lenguas “maternas”, porque en la ley de educación se suprime la redacción que a este apartado de las lenguas vehiculares se le dio en la versión de Wert, la LONCE, cuando el PP tenía mayoría absoluta y la impuso sin consenso alguno. No le preocupa a Cebrián ni a la derecha que el castellano siga siendo la lengua hablada, estudiada y aprendida por más de 500 millones de personas en el mundo, no le preocupa que los catalanes no puedan usar el castellano para expresarse. No es esa su preocupación porque ambas perspectivas son mentira: el castellano, cada día está más vivo, cada día es más utilizado para expresiones artísticas, cada día es hablado por más personas en el mundo, cada día es más querido por más gente. Sus denuncias solo tienen como objetivo cargarse a este gobierno progresista con otro más de los temas con los que ataca la derecha de este país y algunas personas liberales o “socialistas a fuerza de ser liberales”.

Todo ello envuelto en el mensaje de que la “debilidad” del PSOE debida a que no obtuvo mayoría absoluta, y solamente obtuvo los apoyos a su investidura de partidos minoritarios, la debilidad, de PSOE es su culpa, porque no debería ser débil. En realidad lo que dice Cebrián es que no debería ser gobierno o en todo caso serlo sin que lo condicionaran los que ahora lo condicionan sino que sería mejor que lo condicionaran PP, VOX o Ciudadanos, que no quieren apoyarlo ni condicionándolo, sino que simplemente quieren cargarse a este gobierno democráticamente nacido. Para ello amplifican lo que llaman cesiones a los rojos comunistas, a los nacionalistas -separatistas o no- y a los “terroristas” aunque no sean comunistas, no sean separatistas o no sean terroristas y que a los que pretenden serlo se les combate con el dialogo y con los valores del pueblo soberano. No hay pruebas en contrario sino muestras de la firmeza con respecto a aspiraciones inconstitucionales.

Cebrián es un periodista poderoso de extrema derecha a fuer de ser liberal. Cuando he leído su artículo me ha parecido que podría valer para un manifiesto para un golpe de estado, para impedir por todos los medios que este gobierno siga gobernando porque él y otros como él dicen que está destruyendo la patria, está acabando con las libertades, con la división de poderes… . Tengo una técnica para que no me equivoque él ni ninguno de los que trabajan como él: cuando ellos dicen libertad, yo reclamo la justicia; cuando ellos dicen justicia yo reclamo libertad, cuando ellos dicen patria yo digo España y cuando ellos dicen España yo digo patria común de todos los españoles. Cuando les vivo opinando así con tanta coordinación, con tanto poderío, yo salgo corriendo a por el capote porque sé que se proponen embestir.