Cristina Ruiz-Cortina Sierra. Geógrafa.
6 de
junio de 2025
Yo he conocido esas calles bulliciosas, con hermosos flamboyanes
a cuya sombra se sentaba la gente en los veranos. Como un soplo de aire fresco,
un repartidor de butano, con un
carrito empujado por un burro, se anunciaba por megafonía con el “Para Elisa”
de Beethoven. El aire fresco de la mañana se
llevaba el bullicio de la gente con esa melodía que, cada día, alegraba
las calles. Yo he conocido esas calles llenas de luz.
He conocido las mezquitas y las iglesias de Gaza. San Porfirio está enterrado en Gaza. A la viejísima
iglesia había que entrar por el coro pues la nave había quedado semienterrada
en las volubles arenas de Gaza. Es de una riqueza ascética y comedida, con
grandes pinturas y poderosas columnas que, en los últimos meses, da alojamiento a cualquier vecino que hubiera
perdido su casa o buscara un lugar, creando
comunidad y sentimiento de pertenencia entre
el horror de las bombas.