Vientos de Cambio Justo

martes, 23 de abril de 2024

Presentación

28 de febrero de 2018 

El modelo neoliberal se ha instalado dando la impresión de que es la única forma posible para que el mundo prospere. Nos intenta convencer que la economía tiene unas reglas a las que hay que someterse. Que lo natural es dejar que las cosas se arreglen solas. Que los mercados ya se autorregulan y por lo tanto hay que limitar el papel de los Estados en su papel de regular, recoger impuestos, crear marcos de convivencia, poner en marcha sistemas públicos de salud o de educación. Nos intentan convencer de que las cosas se arreglan dejando que los mercados decidan quién gana y quién pierde. Nos intentan convencer, en definitiva, de que no hay que hacer nada, porque basta con la apertura al comercio internacional, la eliminación de trabas para la libre circulación de los capitales, la eliminación de rigideces y regulaciones en el mercado laboral, la incentivación a que cada individuo emprenda la búsqueda de su propia aventura empresarial, etc. Nos intentan convencer de que la devaluación de los salarios es la única forma de competir en un mundo global. Nos intentan convencer de que ya hemos salido de la crisis y que así lo demuestran los indicadores macroeconómicos. Nos intentan convencer de que las políticas de austeridad son las únicas posibles si queremos mantenernos como un país desarrollado.

EL CACAO NOS DA LA PASCUA

Montaje con imagen del ‘artículo 16 diciembre 2021 Niños esclavos, el precio del chocolate, ¿quién es el responsable (RTVE)’

Antonio Aguilera Nieves

23 de abril de 2024

 

Los huevos de Pascua, este año, serán más caros que nunca. La singular atracción que tenemos hacia el chocolate, se hace cada vez más costosa.

La razón fundamental es que su principal materia prima, el cacao, está registrando los precios más altos de la historia. Una tonelada de cacao cuesta más de 10.000 dólares, más que el cobre. Es el grano que más ha subido en el último año, un 135 %. La causa, las terribles sequías que están sufriendo Costa de Marfil y Ghana, quienes producen el 60 % mundial de cacao.

La oferta se está viendo muy afectada por fenómenos meteorológicos adversos en el África Occidental, y también porque muchos agricultores prefieren alquilar sus tierras para la minería, y abandonarlas. Es decir, la creciente industria minera, alimentada por la fiebre tecnológica, es también causante directa de esta subida del precio del cacao. A ello hay que sumar las mayores exigencias comerciales por las que, por ejemplo, la UE prohíbe que el cacao proceda de tierras deforestadas.

Una situación extremadamente compleja que deriva en una crisis económica: tendremos en la UE el precio del chocolate más alto que jamás hayamos visto. Una tensión de precio alcista que en realidad tiene un origen de crisis climática, que se trasladó a crisis social y tiene su derivada en la economía. En todo ello, el error infantil sería quedarse sólo en el último eslabón, y culpar a las exigencias ambientales de la Unión Europea, porque la primera crisis, la más perceptible, la que evidencia el agotamiento y debilitamiento de los recursos naturales, es el origen.

El evento climático del kiloaño 4-2 (iniciado hace unos 4200 años) produjo una terrible y prolongada sequía que acabó con civilizaciones. En Vichama hicieron frisos donde las ranas tienen el estómago abierto y vacío. Los petroglifos de los Aulagares, en Zalamea La Real, imitan en la piedra el impacto de las gotas al caer sobre los charcos. Huellas de las sequías que se encuentran también en las cazoletas, calderones y canalillos del Cenajo en Hellín. Culturas rurales todas que necesitaban y dependían de los ciclos naturales.

Hoy seguimos en la misma dinámica. Por muy lejana que la sientan los que viven y trabajan en estables ambientes urbanos, todos seguimos dependiendo de las dinámicas naturales e hídricas. Porque la seguridad alimentaria, el abastecimiento de energía, las cadenas de suministro y producción siguen absolutamente ligadas a la Tierra y su clima.

Es por ello que, como hoy, la emergencia climática y la degradación de los recursos naturales y de los ecosistemas, tienen un origen antrópico, no podemos eludir la responsabilidad de frenarla y revertirla.

Es cierto que se están logrando ciertos acuerdos internacionales sobre la necesidad de concretar medidas contundentes para frenar y mitigar el cambio climático realizando una transición energética y buscando un modelo de economía más verde, utilizando conceptos como “crecimiento sostenible” o “crecimiento sostenido”, fundamentado en cambios progresivos no traumáticos que eviten alarmas sociales en los países más “avanzados”, aunque eso suponga a veces desabastecimientos o encarecimiento de bienes de consumo básicos, recortes en los suministros, paro, inflación, reducción de la movilidad, como estamos comprobando ahora con el cacao.

Estas iniciativas buenistas se están evidenciando como claramente insuficientes. No están dando respuestas a los gravísimos problemas asociados a las crisis climáticas, que son causantes de pérdida de biodiversidad, pero también de pobreza y desigualdad social.

No podemos considerar aceptables los cambios que disminuyan el impacto ambiental sin que vayan también acompañados de mejoras en las relaciones sociales, que incidan positivamente en el capital trabajo, que no se conviertan en progreso estable de las condiciones de vida del conjunto de la población, que tengan como criterios fundamentales la equidad y la justicia interterritorial e intergeneracional.

Es radicalmente falso considerar que desarrollo y decrecimiento son antónimos. Porque no se trata de disminuir sino de racionalizar y priorizar los criterios vinculados a la justicia y la equidad social y ambiental.

Lo que ahora si sabemos es que el crecimiento con el modelo neoliberal lleva al agotamiento de los recursos, a la concentración de riqueza y a acrecentar la desigualdad social, replicando, con guante más blanco, los viejos usos colonialistas. Por eso el progreso tiene que ser más cualitativo que cuantitativo y, para lograrlo, hay que reducir la presión sobre los recursos naturales, acompañándolo con medidas de redistribución de la riqueza.

Los agentes políticos y sociales susceptibles de impulsar los cambios culturales y políticos necesarios para abordar estos retos, son los que Salvador Milà denomina “los productivos", es decir, las clases trabajadoras de todo orden -del sector público y del privado-, de la economía social y de los emprendedores pequeños y medianos que están directamente implicados en la producción social de la riqueza: agricultores, ganaderos, manufacturas, sectores tecnológicos e innovadores, prestadores de servicios a las personas. Son los que necesitan aliarse porque son estos los que sufren el efecto económico y social de la crisis climática.

Disfrutemos de la Pascua y el chocolate, mejor si es artesano, ecológico y de comercio justo.

viernes, 19 de abril de 2024

UNA SOCIEDAD CIVIL FRAGMENTADA NO PUEDE AVANZAR

Una manera en la que se está manifestando la desconfianza hacia los partidos políticos progresistas es en el sentimiento de derrota de una buena parte de la sociedad civil progresista, lo que muchos manifiestan como la imposibilidad de cambiar las cosas en general y en Andalucía en particular.

Miguel Toro

19 de abril de 2024

Este artículo fue publicado originalmente en elDiario.es el pasado 7 de abril

En la sociedad actual de los países democráticos es muy común observar un apoyo mayoritario a las instituciones y valores de la democracia y un sentimiento de desconfianza hacia la política, los partidos y los políticos profesionales. Es algo que ha ido creciendo en los últimos años.

Una posible explicación a esta paradoja se puede encontrar en la frustración ante los resultados de la política. Especialmente cuando las fuerzas políticas se revelan incapaces de garantizar un modelo de sociedad y de desarrollo económico que satisfaga a sus votantes. Esto es especialmente preocupante en la parte progresista de la sociedad. Esta desconfianza hacia los partidos políticos progresistas, basada en la falta de efectividad para conseguir los objetivos que pregonan, se está canalizando en muchos casos hacia el alejamiento de la política. Esto hace que muchos votantes de partidos progresistas pasen al bloque, ya muy grande, de la abstención. 

martes, 16 de abril de 2024

TRAS LAS LLUVIAS DE MARZO: REFLEXIONES DE POLÍTICA DEL AGUA

28 de marzo de 2024. Presa de Alcalá del Río

Leandro del Moral Ituarte

16 de abril de 2024

Las lluvias de la última semana de marzo han traído cierto alivio a la importante situación de sequía que atraviesa Andalucía. Los ecosistemas terrestres y acuáticos han respirado con alivio: el agua ha saturado los suelos, los ríos han corrido por sus cauces, recuperando en ocasiones sus llanuras de inundación, y los acuíferos se han beneficiado de la infiltración de parte de la lluvia caída. Es cierto que estas lluvias no se han distribuido de manera uniforme por todo el territorio: en las cuencas del Tinto-Odiel-Piedras y del Guadalquivir -sobre todo en la primera, que afecta a la provincia de Huelva- las lluvias han sido abundantes y han dado lugar a una recuperación significativa de los recursos embalsados; por el contrario, en la cuenca del Guadalete-Barbate y en las cuencas Mediterráneas andaluzas, la precipitación ha sido menor, muy reducida en las zonas más orientales, de manera que las provincias de Cádiz, Málaga, el litoral granadino y Almería no han mejorado e incluso, pese a las aportaciones de marzo, se encuentran en peor situación que el año pasado por estás misma fechas.

No es hora, por tanto, de lanzar las campanas al vuelo. En primer lugar porque las lluvias no han venido a resolver de manera general la propia situación de sequía meteorológica y todavía no han compensado el déficit de precipitación acumulado. A esto se añade que después de las lluvias vuelven las temperaturas anormalmente altas, provocando una evapotranspiración extraordinaria, que reducirá la productividad en términos de ‘lluvia útil’ o ‘agua azul’ de estas precipitaciones.

jueves, 11 de abril de 2024

¿REPUBLICA?, SÍ


Manuel Lara Castejón

12 de abril de 2024

 

Desde la Transición Política en 1977, pensada y orquestada por el aislado y poco competitivo capitalismo español de aquel periodo (que en su día organizó y financió el golpe de Estado), dirigida por los sectores franquistas más abiertos a adaptarse a las democracias europeas una vez muerto el dictador, y hecha posible gracias a la colaboración necesaria e imprescindible de los partidos políticos contrarios a la dictadura por su renuncia miserable a lograr un sistema democrático avanzado en derechos y libertades, en particular el PCE, la República ha estado siempre en el debate político.

La traición más dolorosa de estos partidos para los trabajadores y los ciudadanos fue no exigir incondicionalmente la reinstauración de la república como forma de gobierno legal y elegida por el voto popular, derrocada por el golpe militar del dictador por la fuerza de las armas, y apoyar la monarquía parlamentaria que tenemos. Ni siquiera se planteó un referéndum para que los ciudadanos eligieran la forma de gobierno que querían.

Hoy hay multitud de grupos y plataformas republicanas que reclaman su instauración, incluso aquellos que en aquel periodo histórico renunciaron a ella.

 

¿QUÉ ES UNA REPUBLICA?

martes, 9 de abril de 2024

SOLEDAD NO DESEADA

 

Antonia Corona Aguilar

9 de abril de 2024

 

¿Es la soledad no deseada un invento del neoliberalismo?

Desde que hace unos meses nos llegó el encargo de una empresa para hacer un estudio sobre la soledad no deseada, me viene rondando esta pregunta por la cabeza. No me gusta ir con ideas preconcebidas cuando hago investigaciones. Soy más de lo inductivo que de lo deductivo, por eso entro en el proyecto dispuesta a escuchar a toda la gente implicada. Conforme más escucho más cerca siento las tendencias neoliberales.

En 2012 tuve contacto por primera vez, en Inglaterra, con este fenómeno social. Me fui encontrando con muchas personas mayores, la mayoría de ellas con familiares de primera línea de consanguineidad, que vivían en centros residenciales. Centros de diversas categorías, pero siempre privados. Se les veía tristes, aislados, con poca comunicación…, como dejándose morir. Estaban además fuera de sus entornos habituales… Me llamó mucho la atención, pues no respondía al modelo más habitual de nuestra Andalucía. Las residencias aquí existían, pero no se solían utilizar como primer recurso, nuestras prácticas más habituales son mantener lo máximo posible a las personas mayores vinculadas a sus familias y a sus territorios. De ahí que nuestro modelo de políticas de bienestar social se denomine Familiarista o Mediterráneo (Moreno, 2000)[i].

domingo, 7 de abril de 2024

AMNISTÍA - CONVIVENCIA Y ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS

Desde la proyección de caminar por el Estado de progreso DEMOCRÁTICO en todos los ámbitos de la vida política, económica y social, era imprescindible ya, recuperar los derechos arrebatados a la ciudadanía CATALANA, y eliminar las condenas de muchos de sus dirigentes políticos por “sedición, rebelión, terrorismo y organización criminal”, impuestas a partir de la aplicación del art. 155 de la Constitución, por actuaciones pacíficas de la ciudadanía, así como del independentismo, “incorrectas o ilegales”. Esta LEY DE AMNISTÍA beneficiará a toda la sociedad española, porque le permitirá avanzar en Convivencia y Derechos.

‘Amnistía’ de  Agustín Ibarrola 1976. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Manuel Armenta

7 de Abril de 2024 

Diez años después de los acontecimientos vividos en Cataluña, con los referentes de la DUI (Declaración Unilateral de Independencia), y la aplicación del artículo 155 de la CE (Constitución Española) que sobrepasó todos los límites y alcance de su contenido en su aplicación por los órganos de poder del Estado (gobierno, cuerpos de policía y poder judicial), hoy, con la AMNISTÍA aprobada por el gobierno y la mayoría parlamentaria, se reinicia el camino de la convivencia y el entendimiento de la gran mayoría social no solo de Cataluña, sino de todas las nacionalidades y territorios de España, que retoman los derechos arrebatados reconocidos en la Constitución.