Miguel Toro
11 de julio de 2025
Publicado originalmente en elDiario.es
el pasado 3 de julio
Estamos
en un momento de muchas urgencias nacionales e internacionales que atraen
nuestra atención: el avance de la corrupción en España, el genocidio de Gaza,
el aumento de los aspectos despóticos del gobierno de EEUU, el cambio
climático, la restricción de los derechos de los colectivos LGTBI, etc. Pero
también debemos mirar a medio plazo. El Estado del Bienestar, su
fortalecimiento o deterioro, es un problema que nos preocupa a muchos.
El Estado del Bienestar surgió en respuesta a las crisis económicas del siglo XX, como la Gran Depresión, se consolidó después de la Segunda Guerra Mundial y se desarrolló como respuesta al atractivo que podía generar en aquellos momentos el bloque soviético. Una revisión de la economía clásica llevó a pensar que el Estado debería asegurar un nivel mínimo de vida para todos sus ciudadanos, a través de políticas públicas y sistemas de protección social. Su objetivo era evitar las flagrantes desigualdades sociales. Hoy, esa política de bloques que dividía al mundo entre capitalismo y socialismo ya no existe, pero sí continúa habiendo conmociones y sacudidas, ya sea en forma de crisis financieras, pandemias o de inflación.