Vientos de Cambio Justo

martes, 1 de junio de 2021

LAS COMARCAS COMO SUJETO DE PROPUESTAS


Enrique Cobo

1 de junio de 2021


La complementariedad y la congruencia interna de los distintos planes sectoriales correspondientes a los fondos europeos Next Generation me parece que tienen un rigor conceptual y metodológico que hará que las actuaciones concretas que se implementen sumen sus efectos para maximizar los objetivos de cada proyecto concreto y a la vez conseguir los distintos objetivos que el Fondo de Recuperación se propone, tanto en términos ecológicos, como de modernización del tejido productivo, como en sus efectos sobre el empleo, modernización y mayor competitividad de nuestra economía. 

No obstante hay una perspectiva para el Plan de Medidas Frente al Reto Demográfico que me hace pensar acerca de la metodología para la selección y coordinación de los proyectos, a financiar con dicho fondo, dirigidos a la consecución de una ocupación y un uso del territorio que permita que un alto porcentaje de la población española pueda vivir en entornos distintos a los de las grandes ciudades o aglomeraciones urbanas. El objetivo es que la ocupación del territorio sea más inteligente y pueda ayudar a optimizar el funcionamiento de una economía competitiva, limpia y eficaz en términos de empleo, de fijación de las personas al territorio y para conseguir importantes objetivos sociales tanto en servicios como en bienestar de las personas por las relaciones que debería perseguir. No se trata solo de que las personas que viven allí puedan acceder a los servicios básicos, sino de que puedan generar riqueza y vivir de su trabajo en esos entornos.

Para el éxito del Plan de Medidas Frente al Reto Demográfico, la carencia de instituciones que puedan ofrecer proyectos coherentes en los distintos territorios será causa de la ineficiencia que cabe esperar de esos fondos, porque difícilmente pueden cumplir su objetivo como suma heterogénea de proyectos municipales o porque la competencia de las Diputaciones provinciales no es la del desarrollo armónico de las distintas comarcas de la provincia, homogéneos en recursos y potencialidades. Lo que hacen las Diputaciones es satisfacer las competencias municipales que los pequeños municipios no pueden resolver por sí mismos y, en todo caso, la realización y gestión de algunos servicios de abastecimiento o comunicaciones o algunos servicios sociales.

Por otra parte las Mancomunidades que están siendo puestas en marcha para ser unidades desde las que plantear perspectivas de desarrollo de los municipios mancomunados con el objetivo de hacer posible una vida satisfactoria en el territorio comarcal, en la mayor parte de los casos se quedan en mancomunidades para la gestión de uno o varios servicios públicos.

Con las iniciativas de ayuntamientos concretos o con las diputaciones como administraciones provinciales, creo que no caben planes de actuación ni proyectos que sirvan para fijar a las personas al territorio facilitando una ocupación inteligente del territorio en base a los recursos disponibles, con los objetivos principales de generar empleo, explotar los recursos naturales de forma inteligente y respetuosa con el medio ambiente y con perspectivas a largo plazo que permitan iniciativas empresariales, sociales o públicas que se sumen y den como resultado la ocupación saludable y productiva del territorio de los pueblos medianos o pequeños.

Creo que la presencia en los Fondos de Recuperación Europeos de un Plan dirigido a atender las necesidades de las zonas rurales para que en ellas se puedan hacer realidad los objetivos generales compartidos ha de pasar por hacer hincapié en la participación informada de la ciudadanía en la implementación de proyectos comarcales coherentes con todos y cada uno de los objetivos de los fondos europeos Next Generation, porque haría posible la presencia de proyectos con dimensión suficiente para garantizar resultados significativos, la cooperación entre los ayuntamientos de la comarca y de sus pobladores, siempre que se les dé tiempo y se les abran cauces administrativos que puedan usar para formular planes comarcales al amparo del Plan de Medidas para el Reto Demográfico.

Es un camino que se puede poner en marcha ahora para que esté disponible en un plazo no superior a dos o tres meses, porque muchas zonas o comarcas de España tienen claro cuáles pudieran ser las líneas de actuación para hacer posible una ocupación del territorio más ecológica, más eficiente, generadora de empleos.

Planes que deben dar lugar a poner en marcha la cooperación de instituciones educativas, sobre todo en Formación Profesional y en las universidades del entorno, con los empresarios locales o de otros lugares, a los que se les darían oportunidades para realizar sus proyectos, y sobre todo la participación de los ciudadanos, trabajadores o empresarios, solos o agrupados, para desarrollar proyectos de investigación y desarrollo o incluso para dotar de suficiencia energética, acordes con los proyectos económicos y sociales de planes comarcales en la misma línea y con las mismas prioridades del Plan de la UE.

La existencia de instituciones comarcales con órganos de representación directa sería un instrumento muy efectivo para abrir la posibilidad a que se formularan proyectos en los que el objetivo fuera  la ocupación enriquecedora de territorios homogéneos en cuanto a sus recursos naturales y culturales.

Hoy, aunque no existan instituciones comarcales representativas, podrían hacerse proyectos comarcales que contaran con la participación informada de los ciudadanos para dar sentido a planes que puedan fijar en los distintos territorios a su población. Hoy parece oportuno y posible que los gobiernos central y autonómico creen una línea que haga posible la formulación y presentación de proyectos comarcales permitiendo la asociación de ayuntamientos para tal fin y concediendo un plazo de tiempo suficiente para formularlos y para presentar los correspondientes planes para su financiación con los fondos Next Generation de la UE.

Sé que muchos territorios no podrán formular proyectos comarcales completos, pero también me consta que en multitud de territorios sí hay consenso respecto a actuaciones comarcales; y también creo que la ocupación del territorio que quiere promover el plan necesita de instituciones supra-municipales e infra-provinciales, de las mancomunidades, de las comarcas, como instituciones para la participación de los ayuntamientos, y en su momento de los ciudadanos de un territorio, en la planificación y realización de planes comarcales ambiciosos en consonancia con los objetivos regionales y del Estado que se predican en el Plan de Recuperación de la UE.

Todos los ciudadanos desean optimizar el uso de los recursos para la generación de riqueza y su bienestar. Todos los municipios desean tener un desarrollo armónico de actividades turísticas, agrícolas, industriales…. Pero su ámbito de competencias es solo su municipio, que por sí solo no puede. Fruto de esa contradicción vemos cómo proliferan Planes Generales municipales en los que se contienen usos turísticos, industriales, de servicios, de vivienda, de equipamientos que o bien son ineficientes o directamente imposibles porque la dimensión de los mismos no es la adecuada a cada término municipal, o bien son propuestas de “adorno” porque no cuentan con los medios necesarios, ni públicos ni privados, para ejecutarlos, pero que se incorporan a modo de “a ver si hay suerte y alguien los desarrolla”.

Es necesario hacer coincidir los deseos de un desarrollo armónico e integral que contemple los objetivos de los individuos y de la comunidad, con las instituciones que los puedan hacer posible. Instituciones que puedan contar con participación informada de los ciudadanos en la definición y ejecución de los objetivos y que ejerzan sus competencias en las dimensiones más adecuadas y más eficientes. Las comarcas pudieran ser esos espacios para la planificación, el entendimiento y la cooperación entre los habitantes y ayuntamientos de su territorio.

En sentido político más intemporal, me parece que cada vez está más clara la necesidad de dotarse de instituciones con competencias propias que puedan formular normativas comarcales y que dispongan del órgano de gobierno correspondiente.

La COMARCA debe tener una personalidad institucional permanente. Pero aunque en este momento no exista tal institución, ha de poderse facilitar la formulación de proyectos promovidos por ayuntamientos de la misma comarca natural que puedan ser sustentados y puestos en funcionamiento con los recursos económicos del Plan Europeo y, por tanto, que puedan entrar en la propuesta que se ha hecho por parte del Estado español a la UE y en concreto dentro del Plan De Medidas para el Reto Demográfico que ha propuesto España.