Vientos de Cambio Justo

martes, 24 de octubre de 2023

LA NUEVA TRANSICIÓN AVANZA

La Transición de 1978 nos trajo la democracia en un marco de entendimiento y alianzas con los poderes provenientes del fascismo, que se afianzó con el llamado bipartidismo político. En este bipartidismo se abrieron brechas de confrontación con las crisis de 2008 y con las históricas movilizaciones del 15-M en 2011. Esta quiebra en la vida política y la quiebra institucional parlamentaria se consolidaron con el gobierno del PP en 2017, que al caer con la moción de censura abrió las puertas al nuevo modelo de Democracia, con el protagonismo de las izquierdas, nacionalismos y progresistas en 2019.


Manuel Armenta

24 de Octubre 2023

2023 marca otro hito de la realidad política que prima y consolida los avances en Más y mejor Democracia, Igualdad y condiciones de Vida Digna, que ya vivíamos con el gobierno de coalición y pactos con Nacionalistas y Progresistas desde 2019. Y todo ello, a pesar de los acontecimientos electorales en Municipios, Comunidades Autónomas y  Estado, que refuerzan los apoyos electorales y el poder institucional de las fuerzas políticas reaccionarias, PP-Vox, y  de la otra instancia política ultra-conservadora y anti-democrática, la Jefatura del Estado. Además, los líderes más destacados de la historia moderna del PSOE –González, Guerra y otros- reivindicaron la gobernanza de PP-Vox.

Todos los intentos de favorecer la quiebra política progresista han fracasado. Se ha retomado la responsabilidad de formar el nuevo Gobierno por el PSOE de Sánchez, que busca el respaldo de todas las fuerzas y organizaciones que sustentan la confluencia institucional progresista. 

Lo que NO debe NI puede olvidarse, ni desde el nuevo gobierno ni por las fuerzas políticas que lo hacen viable, es la disminución de apoyos electorales de amplios sectores sociales, con especial incidencia del sector laboral, de las capas sociales más necesitadas, la juventud, mujeres y mayores, que son quienes más deben protagonizar, con su lucha y su VOTO, el logro del progreso social y del mantenimiento y ampliación de los derechos de la ciudadanía.

La Nueva Transición del 2019 superó los ataques de poderes institucionales y fácticos y consiguió formar gobierno con los necesarios apoyos de los nacionalistas y fuerzas de izquierda y progresistas. Se han producido además quiebras internas del PSOE y de Podemos, que se han reformulado y fortalecido para intentar seguir por el camino de MÁS Y MEJOR DEMOCRACIA con otros cuatro años de gobernanza. También se destaca políticamente que este nuevo periodo incrementará la dificultad de implementar las nuevas leyes y normas de progreso, por la oposición sistemática en los Tribunales de Justicia, el Senado y las Comunidades Autónomas que gobiernan PP-Vox.

Una clave fundamental de la nueva situación política y su tendencia de CAMBIOS está siendo el modelo territorial de autonomías que en la actualidad equipara la capacidad de autogobierno de todas ellas -aunque con matices. Esta segunda etapa o período de Transición abre la posibilidad de que se abra una amplia diferenciación, principalmente en Cataluña, País Vasco y Galicia, que por su origen, lengua y fuerzas políticas nacionalistas/independentistas de sus territorios, se integran como organizaciones políticas del cambio progresista, y aunque minoritarias, imprescindibles para alcanzar las mayorías absolutas de la gobernanza, así como afrontar un reto más para avanzar en derechos territoriales y competenciales de gobernabilidad,  vinculados al concepto y objetivos de Más y Mejor Democracia.

Otros referentes de gran envergadura han sido las confrontaciones internas del PSOE y UP, que son quienes sostienen el gobierno de coalición y protagonizan la vía de la nueva Transición. Pedro Sánchez ha sufrido un ataque descarnado de un importante núcleo de dirigentes históricos de su partido, que fueron quienes dieron nuevas señas de identidad a la organización socialista y se entendieron con los poderes de la dictadura para dar vida al modelo de Transición del 78. Hoy se niegan a que se siga avanzando por la vía de progreso por la que España camina, y permitirían al PP-Vox que formaran el nuevo gobierno. Su potente campaña fracasó, y el PSOE y su líder se han fortalecido, recuperando la historia más democrática del partido socialista.

En el caso de UP y el propio Podemos, se arrastraba en los dos últimos años una crisis interna por motivos políticos y de liderazgo: distanciamiento entre los líderes por personalismos y confrontaciones internas desintegradoras de las estructuras organizativas en Comunidades Autónomas que afectaban al Estado. Una de sus consecuencias ha sido la reconstrucción de un movimiento plural integrador por la alianza de un importante conjunto de fuerzas políticas, que hoy representa SUMAR como nuevo diseño del liderazgo confluyente e imprescindible de las izquierdas, al margen del PSOE, pero con el objetivo claro del modelo de gobierno de coalición progresista.

Otro factor de relevancia política que vivimos: los partidos más votados y con  mayor representación institucional siguen siendo PSOE y PP, pero sus mayorías NO son absolutas y en consecuencia requieren de alianzas y pactos profundos para su acción política institucional y de gobierno, bien de progreso democrático y justicia social, o de retroceso y recortes. Así lo han evidenciado los diferentes procesos electorales en todos los ámbitos territoriales, y también los avances y retrocesos ideológicos y políticos de ambos partidos, que son los más determinantes para que la nueva TRANSICIÓN sea más Democrática y Justa, o por el contrario se mantenga la del 78 con retrocesos en todos los sentidos de la vida. Las luchas internas en el seno del PSOE, saldadas con el triunfo de la vía de progreso que representan el Presidente y la gran mayoría de su militancia, definen esta realidad política.

No es casual tampoco que las organizaciones políticas nacionalistas e independentistas prioricen un posicionamiento claro de apoyo a los gobiernos y coaliciones progresistas del Estado, porque solo con ellos pueden avanzar por la vía del diálogo y la legalidad y alcanzar mejoras en las condiciones de vida de las personas y los derechos y autonomía de sus territorios. La vida evidencia que estos objetivos políticos prevalecen sobre otros tipos de ideas del conservadurismo económico, con énfasis en Cataluña y Euskadi, donde son también fuerzas políticas gobernantes, representadas en las instituciones del Estado. La confluencia es imprescindible para una Democracia Justa.

La nueva Transición no solo afianza los avances y mejoras en condiciones de vida que se han implantado en estos cuatro años, sino que mantienen las puertas abiertas para que se siga avanzando por el buen camino que la sociedad y las personas necesitan. En esta ocasión, el gobierno de coalición y las fuerzas políticas que los apoyan necesitan mejorar sus ritmos de entendimiento con esos amplios sectores de la sociedad que, a pesar de ser los más beneficiados por las políticas de progreso, se dejan llevar a la hora de votar por las corrientes políticas ultra-conservadoras, para abstenerse o votarlas a ellas. 

No hay que olvidar que cuanto más avancemos en Progreso y Democracia más dura y descarnada será la confrontación conservadora contra el gobierno de progreso, las fuerzas políticas y las personas que lo representan y apoyan en las instituciones públicas. Tampoco se debe olvidar que la continuidad de  mejoras y avances en Más y Mejor Democracia solo es posible con el protagonismo de mayorías sociales en las urnas y las calles, paso a paso.

En relación con las guerras, muertes y destrucción, hay que destacar los atropellos que Israel acomete contra Gaza y la población PALESTINA, que están creando fracturas en la vida política, globales, en la UE y en España, y amenazan con su expansión por el Oriente próximo. La sociedad civil en Gaza está desprotegida, se destruye y asesina, mientras Israel impide la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. Hoy se hace ya imprescindible el reconocimiento del Estado de Palestina por España y por las instituciones de todo el mundo, así como el respeto al Derecho Internacional Humanitario.