Vientos de Cambio Justo

viernes, 26 de julio de 2024

9J-2024 – ELECCIONES EUROPEAS

Estas elecciones han dejado en toda Europa una marca muy negativa del “modelo y sistema de Democracia” confluyente de todos los Estados que la componen, con el referente de un importante respaldo popular a las fuerzas políticas que representan a las ultra-derechas del neo-fascismo en sus diferentes vertientes.


 

Manuel Armenta

26 de Julio de 2024


El primer referente a destacar en unas elecciones generales es el ejercicio de poder popular en las urnas. Votantes y abstencionistas deciden quiénes representarán en las instituciones y órganos de Gobierno, a las fuerzas políticas que las dirigen y gobiernan, así como que abren puertas a las políticas democráticas de Progreso e Igualdad, o a las de Recortes en Derechos, Libertad y Condiciones de vida Dignas (experiencias vividas en todos los Estados de la UE en el pasado siglo XX, que siguen vivas y retornan).

Votantes y abstencionistas han compartido un cercano 50 % en el conjunto de países de la UE, que ya marca un importante referente de desinterés social por participar con el voto y decidir quiénes representarán al conjunto de la sociedad europea en la vida política parlamentaria y en los poderes institucionales que la regirán. Las razones y responsabilidades de ese desmarque social tan potente son diversas, variables y difíciles de entender, pero sí debemos arrojar responsabilidad sobre quienes se autoexcluyen y al conjunto de fuerzas políticas progresistas y de izquierda que luchan por un futuro de MÁS Y MEJOR DEMOCRACIA, necesariamente alineados siempre con el poder popular para conseguirlo sin guerras ni manipulaciones.

A ello hay que añadir que las fuerzas políticas de la extrema-derecha, que por principios recortan “derechos y condiciones de vida dignas” a mayorías sociales más necesitadas y actúan como eurófobos, han crecido brutalmente desde todos los ángulos de Europa consiguiendo cerca de 200 parlamentarios de los 720 que configuran el Parlamento, se han acercado al poder institucional en muchos Estados de la UE, conformando el nuevo grupo de Patriotas por Europa con la ultra-derecha más representativa en los diferentes Estados (incluido Vox).

Las Elecciones Legislativas en Francia, celebradas el 30 de Junio (primera vuelta) y el 7 de julio (segunda vuelta) han sido un referente electoral para Europa, en tres direcciones: 1) la participación, en la primera votación del 66 %, y en la 2ª del 67 %; 2) la fuerza política más votada en la 1ª vuelta, la ultraderecha RN (Lepen), pasó a ser la tercera en la 2ª vuelta; y 3) la creación de un Frente Popular (LFI-PS-EELV-PCF) en la 2ª vuelta, aliado también con el partido que gobernaba en más de 200 circunscripciones, consiguiendo ser las dos fuerzas más votadas. Es de resaltar, en una situación como la vivida, dos aspectos: que amplios sectores sociales cambiaron en unos días su voto, y que los partidos políticos de izquierda y conservadores, llegaran a un entendimiento para frenar a la ultraderecha.

Estas Elecciones generales de la UE, a pesar de mantenerse básicamente las mayorías parlamentarias sustentadas por las fuerzas que sostienen el modelo existente, no pueden obviar el profundo cambio que se ha producido con el fortalecimiento de la ultra-derecha en la gran mayoría de los Estados y en las instituciones europeas, por el presente y futuro que eso proyecta, tanto por su historia reciente del siglo XX con las dictaduras fascistas y la Guerra Mundial, como por la voluntad explícita de sus políticas y comportamientos en todos los ámbitos de la vida económica, social y política en sus Estados de origen y en la UE actual, de la que buscan su quiebra y disolución.

Esta nueva realidad conlleva en el conjunto de países de la UE la necesidad de afrontar una nueva Transición de Progreso Democrático en la gobernanza, las políticas básicas y la pedagogía más cercana a mayorías sociales de la UE, que eleven su protagonismo y comprensión de un futuro mejor. Sin ello será complicado y muy difícil avanzar por el Sistema Democrático Europeo en derechos, libertad y la igualdad.

Una clave fundamental de avance de la UE está en RECUPERAR LA COMPETITIVIDAD en el sector económico respecto a los grandes bloques mundiales: EEUU, CHINA, RUSIA y JAPÓN, y así superar crisis económicas que dañan condiciones de vida dignas de las mayorías sociales y superar el desconcierto por el avance de la extrema-derecha. Y ello sería más factible, centrando políticas básicas en: la reindustrialización, implantación de nuevas tecnologías, Cambio Climático y el reforzamiento de los Servicios Públicos básicos en todos los Estados de la UE. Se necesita reforzar el poder público de los Estados para que se acerquen al conjunto de la sociedad en todo lo concerniente a la convivencia, a las condiciones de vida dignas y a la igualdad. Sin olvidar la necesidad de trabajar con la máxima intensidad en ACABAR CON LAS GUERRAS mediante la diplomacia y reducir el gasto en la industria armamentística.

Todas las corrientes políticas DEMOCRÁTICAS, PROGRESISTAS, de IZQUIERDA y todos los MOVIMIENTOS SOCIALES organizados, tienen que reforzar sus políticas de acercamiento a amplios sectores de la población, no solo para el entendimiento entre ellas, sino para el avance del protagonismo social en la vida política, con la necesaria transparencia en todos los órdenes de la vida, que tanto se daña por los diferentes poderes fácticos. Tengamos presente en este sentido los datos de encuestas de personas en los 27 países de la UE con más de 15 años de edad, sobre la preocupación por la extendida corrupción en sus países, que alcanza a una media de ciudadanos del 70 % (siendo los países más destacados Grecia con el 97 %, Hungría -96 %-, España -89 %-, Italia -85 %- y Francia -69 %-).

El presente y futuro de la vida política, económica y social está dañado desde muchos ángulos, a pesar de los esfuerzos que desde otros también se hacen para combatirlos y mejorar la vida de las personas y la sociedad en su conjunto. La sociedad está influida para que el YO de las personas predomine sobre el TODOS, como se ha puesto una vez más en evidencia con estas elecciones. Y los dos caminos están claros, como la realidad de vida pasada y presente demuestra. No hay nadie más responsable de ello que las organizaciones y personas que anteponen a todo su interés personal y no el colectivo.

Tenemos que intentar una vez más AVANZAR con el todos y la igualdad con una pedagogía que evidencia las diferencias entre los dos caminos y los dos mundos, de PROGRESO o RETROCESO social. Y para ello, se necesitaría un programa político (de “ruptura”) con propuestas concretas y realistas, que aporte calidad de vida a la sociedad y a las personas más necesitadas en todos los Estados de Europa. 

martes, 23 de julio de 2024

DEBATES VERANIEGOS CON EMPRESARIOS Y SINDICALISTAS EN TORNO AL CAMBIO CLIMÁTICO


Leandro del Moral Ituarte

23 de julio 2024


Hace unas décadas, quizás todavía en los años 80 o incluso más acá, pronunciar en un acto público la palabra ‘capitalismo’ removía los asientos de un auditorio de empresarios (todos) o políticos (los situados desde el centro-izquierda hasta la derecha). La palabra tenía una connotación intrínsecamente negativa, crítica, y trasmitía antagonismo frente al sistema económico y social al que hace referencia, porque esa era en general la intención del que la utilizaba. En la actualidad, me parece que es posible manejar con menor tensión el concepto, seguramente por la influencia de autores como Thomas Piketty y por el propio contexto de ausencia de alternativas reales, geográficamente existentes, con las que contraponer al capitalismo.

Hay otros conceptos propios de los análisis y debates sociales y político-económicos, como ‘clases sociales’, ‘clase dominante’ u ‘oligarquía’, que también tenían esas connotaciones y producían esas reacciones. A diferencia de capitalismo, estas otras expresiones han desaparecido de la bibliografía científica actual y generalmente de la comunicación y del debate social, a no ser para aplicarlas a Rusia, en donde sí se identifican como “oligarcas” a los grandes empresarios que controlan sectores o partes de sectores importantes de su economía. Los dueños y dirigentes de Apple, Microsoft, Amazon [1], Tesla Inc u otras grandes empresas, sin llegar a estas megagigantes, no son oligarcas, son las ‘élites’. Esta es la expresión que ha sustituido, al menos en las dos últimas décadas, a las anteriores expresiones en buena parte de la investigación social crítica moderna.

Volviendo al título de este texto, los pasados 2, 3 y 4 de julio participé en el curso que el Consejo Económico Social de España (CES) organiza habitualmente en el marco de la UIMP de Santander para presentar su Memoria Anual, cuyo tema monográfico este año se ha dedicado al cambio climático. El curso contó con la participación de destacados especialistas, varios de ellos miembros del Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC). Además de corroborar las informaciones que todos venimos recibiendo derivadas del Sexto Informe del IPCC (2021-2022) y de otros organismos (Global Tipping Points Report 2023, Global Carbon Budget 2024), en el curso se actualizaron algunas informaciones realmente preocupantes. Un dato clave sobre el que hay pocas dudas es que en 6-7 años, es decir en el año 2030, se superará el límite de 1,5º de elevación de temperatura global respecto de los niveles preindustriales, que se estableció en la Conferencia sobre Cambio Climático (la COP 21), celebrada en París en diciembre del 2015, como condición para reducir la probabilidad de rupturas del equilibrio del sistema climático y evitar puntos de irreversibilidad, como la intensificación de la fusión en Groenlandia o la Antártida occidental, el colapso de la cinta transportadora del Atlántico Norte (la corriente termohalina), la liberación del metano del permafrost, el incendio de zonas de Amazonía o la mortalidad generalizada de los arrecifes de coral.

Para la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el organismo que representa con mayor crudeza la perspectiva, los valores y los intereses de «los países avanzados» (es decir, las potencias atlantistas encabezadas por EEUU, expresando en el terreno energético lo que la OCDE en la perspectiva económico-social general), las acciones clave necesarias para reducir la curva de emisiones hasta 2030 son «conocidas y muy rentables»:

1. Triplicar la capacidad de energía renovable (80% nueva capacidad de generación eléctrica hasta 2030).

2. Duplicar el ritmo de mejoras de la eficiencia energética al 4% anual.

3. Aumentar la electrificación.

4. Reducir emisiones de metano en operaciones de combustibles fósiles.

Entre estas 4 estrategias suman más del 80% de la reducción de emisiones necesarias hasta 2030 para dirigir el sector energético hacia el objetivo de los 1,5ºC. Según esta alternativa, todos los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) alcanzarán el pico (‘peack’) de producción antes de 2030 en el escenario de ‘cumplimiento de los acuerdos políticos suscritos’ (STEPS).

La AIE entiende que los impulsores del crecimiento de la demanda de energía en la mayoría de las ‘economías emergentes’ y ‘en desarrollo’ siguen siendo muy fuertes. Las tasas de urbanización, el espacio construido per cápita y la posesión de sistemas de aire acondicionado y vehículos son mucho más bajas que en las economías avanzadas. Encontrar y financiar fórmulas bajas en emisiones para satisfacer la creciente demanda de energía en estas economías determina la velocidad a la que, al final, caerá el uso mundial de los combustibles fósiles.

Mientras, los expertos de perfil más académico (universidades, centros de investigación), situados en la lógica más amplia y abierta que representa el IPCC, hablan de tecnologías, pero también de cambios sociales y de «cambios de sistema», de «cambios sistémicos». Pero, hay especificar qué cambios. Es necesario enumerar los elementos clave: desigualdad y conflictividad. ¿Se puede pronunciar el vocablo crítico, que apunta más al fondo de la realidad: ‘capitalismo’?

Mi impresión y experiencia, ante la cúpula empresarial, sindical, y otros sectores (consumidores, agrarios, etc.) españoles que componen el CES, es que sí se puede. Sobre la base de reconocer sus características (y cualidades) esenciales (estímulo al cambio, a la innovación, al esfuerzo individual) es fácil que todos reconozcan su atributo fundamental: la competitividad entre los humanos en torno a la maximización del beneficio y el ‘legítimo lucro’, que mueven la rueda del crecimiento, sin el cual el sistema entra en ‘recesión’ o, aún peor, en ‘depresión’. En nuestro tema concreto, la propuesta del sistema para escapar de esta contradicción es la apuesta por la aparición de una «nueva economía de energía limpia», liderada por la energía solar fotovoltaica y los vehículos eléctricos, que ofrece «esperanza para el futuro». Pero detrás de estas bellas palabras se esconde la ‘geoingenieria climática’, que incluye desde la modificación de la radiación solar (MRS) hasta la extracción de CO2 (Carbon Capture, Utilisation and Storage, CCUS o CCS), bien mediante la captura y almacenamiento de una fuente puntual (especialmente industria pesada, siderurgia y química) o mediante la llamada captura directa del aire (DAC, Direct Air Capture), aplicable a la producción de hidrógeno.

El concepto clave es Emisiones Netas Cero (ZNE), detrás del cual, mediante los mecanismos mencionados o a través de cambios de uso del suelo y silvicultura (Land use, land use change and forestry, LULUCF), se activan los sistemas de compensación por emisiones de carbono (mercados voluntarios de emisiones, bonos, créditos comercializables), que permiten seguir emitiendo a la vez que se ‘reduce la huella’, mediante compensación y proyectos de absorción de CO2.

En realidad, lo más plausible es que una verdadera transición climática, ecológica y social no puede prescindir de la capacidad de la sociedad para establecer formas de planificación integrales. Una planificación que debe provenir de un despertar de la democracia real y participativa.

En términos más propositivos, desde la perspectiva de las clases subordinadas a los designios del capital, una de las tareas importantes es superar divisiones entre sindicalismo y ‘ecologismo desde abajo’, es decir, las resistencias comunitarias a los costes que la estrategia capitalista despliega en el territorio (en las ciudades y en los espacios rurales). Defender la convergencia de los intereses de los trabajadores en el centro de trabajo con los intereses comunitarios de las mayorías sociales. La experiencia del Colectivo de Fábrica ex-GKN-Driveline de Campi Bisenzio y su convergencia con los activistas de Fridays for Future, en Florencia en 2022, apunta en ese sentido: «La lucha por el fin de mes no tiene sentido si no la ganamos contra ‘el fin del mundo’. Y es imposible conseguir que una parte cada vez mayor de la población se implique en la lucha contra el fin del mundo si no la unimos a la lucha por llegar a fin de mes».

Enlaces:

[1] https://www.ig.com/es/estrategias-de-trading/las-10-empresas-mas-grandes-del-mundo-por-capitalizacion-bursati-230904#apple

[2] https://rojoynegro.info/articulo/apoyo-al-proyecto-de-la-fabrica-ex-gkn-de-campi-bisenzio-florencia-italia/

 

martes, 16 de julio de 2024

EL FEBRERO REPUBLICANO. UNA INICIATIVA PEDAGÓGICA, REIVINDICATIVA Y LÚDICA (III)


Miguel Campillo Ortiz

16 de julio de 2024

 

En 2014 conseguí traer al III FR a Julio Anguita González, ante la sorpresa de UCAR que llevaba años intentándolo. Anguita estaba muy reacio a participar en algo organizado con Unidad Cívica por la República (UCR). Decía que aún estaban obsesionados con la II República y la guerra civil. Los denominaba irónicamente “republicanos de banderita”…. Él sólo quería hablar de futuro. Durante el verano anterior, a través de correos y conversaciones telefónicas, pude convencerlo de que lo que queríamos era que nos hablara del contenido de su libro Conversaciones sobre la III República y de los valores en los que debía sustentarse: libertad, igualdad, solidaridad, laicidad…apelando a su demostrada laicidad (recuérdese su incidente con el obispo de Córdoba: “Yo soy su alcalde, pero usted no es mi obispo”).

martes, 9 de julio de 2024

FINANCIACIÓN, REALIDAD MATERIAL Y CULTURA ARTIFICIOSA EN ANDALUCÍA

Los andaluces, como decía Ortega y Gasset, actuamos como comparsas de un ballet con música y coreografía que explicita el ethos narcisista que desde siempre se han esforzado en difundir los señoritos locales, ahora representados por Moreno Bonilla


Carlos Arenas

9 de julio de 2024

Este artículo fue publicado en elDiario.es el 12 de julio de 2024

En un intento de favorecer la investidura de Salvador Illa en Cataluña y de salvar la continuidad de la mayoría pro-gubernamental en el Congreso, Pedro Sánchez ha aceptado los argumentos del candidato y de sus socios catalanes de incrementar la financiación de aquella Comunidad Autónoma aludiendo a la peculiaridad que define aquel territorio. Lejos de meterse en un charco de difícil salida en alusión a la España plurinacional, el argumento se ha centrado en la necesidad de adecuar las competencias asumidas por aquella Comunidad y sus necesidades financieras.

Al respecto de las peculiaridades en España, vengo años diciendo que este país, más que plurinacional es pluricapitalista, y lo lleva siendo desde hace muchos siglos, y que Andalucía, junto con Extremadura y Canarias, forma parte del pelotón de las regiones atrasadas, empobrecidas, por el arraigo de instituciones formales e informales construidas para favorecer a las élites y a sus clases subalternas “muy españolas y mucho españolas”. Frente esta realidad, empíricamente demostrable a poco que se consulten los datos, lo peor del caso es que los andaluces, como decía Ortega y Gasset, actuamos como comparsas de un ballet con música y coreografía que explicita el ethos narcisista que desde siempre se han esforzado en difundir los señoritos locales, ahora representados por Moreno Bonilla.

viernes, 5 de julio de 2024

UNA DECISIÓN POLÍTICA DEL SUPREMO CONTRA LA AMNISTÍA

El auto del Supremo es político. Para defender su concepto de la unidad de España. Y para poner en su sitio a un Parlamento que el pueblo ha querido que esté controlado por progresistas y nacionalistas. Los jueces han decidido dejar claro que los únicos que mandan de verdad son ellos.


Joaquín Urías
. Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla y ex letrado del Tribunal constitucional.

5 de julio de 2024

Este artículo fue publicado originalmente en elDiario.es el pasado 1 de julio. Lo publicamos aquí con autorización del autor.

 

El Tribunal Supremo lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a violar la soberanía popular. Nuevamente ha decidido que su voluntad vale más que la del pueblo, expresada –como dice la Constitución– en la ley. Los jueces de nuestro más alto tribunal de justicia dejan así una vez más en el aire la pregunta de si en España es posible la democracia.

La explicación técnica de lo que han hecho es sencilla, aunque en los próximos días el aparato mediático y jurídico de la derecha nos va a intentar convencer de lo contrario. La ley de amnistía dice que no serán amnistiados los delitos de malversación cuando haya existido propósito de enriquecimiento. Para aclarar este concepto, la propia ley detalla que no se considerará enriquecimiento la aplicación de fondos públicos a finalidades independentistas “cuando, independientemente de su adecuación al ordenamiento jurídico, no haya tenido el propósito de obtener un beneficio personal de carácter patrimonial”. La norma es clara. Cristalina. Nos puede parecer mejor o peor, podemos estar o no de acuerdo con lo que dice, pero no hay duda de ello: si se usó dinero público para el referéndum del uno de octubre sin intención de obtener un beneficio patrimonial personal, es decir, sin voluntad de quedarse con dinero para ellos mismos, el delito tiene que ser amnistiado.

martes, 2 de julio de 2024

LAS AULAS NO SON PARA EL VERANO

Carmen Yuste Aguilar

2 de julio de 2024

 

Los largos días y las cortas noches de los veranos de la infancia y la juventud ocupan un lugar especial en nuestra memoria. Semanas sin colegio, libres de la rutina de las clases y las obligaciones escolares, de acostarse tarde y levantarse más tarde aún, desayunar sin prisas, helados, travesuras, andar con los pies descalzos para sentir el frescor de las losetas húmedas, eternas siestas en semipenumbra para esconderse del calor… A veces sin salir del barrio, otras en la casa familiar del pueblo, en la playa o la sierra e incluso más lejos. Reencuentros, nuevas amistades y amores efímeros que se juran eternos. Los veranos de nuestros recuerdos los evocamos como mágicos y, de alguna manera, seguramente lo fueron.

En estos primeros días de julio, muchas niñas y niños empiezan a construir sus recuerdos del futuro. Habrá viajes, juegos en el mar, excursiones a la montaña, los primos y primas del pueblo, chapuzones en la piscina, campamentos e incluso viajes al extranjero para conocer otras culturas y aprender idiomas. Habrá también un paseo por el barrio cuando refresque al caer la noche, tomar algo en la terraza de un bar, ir a ver una peli en los escasísimos cines de verano que aún resisten, salir a la plazoleta, pipas, charlas, ligues… - ¡Venga, a casa que ya es muy tarde! (Ya se puede intentar dormir con las ventanas abiertas).