Vientos de Cambio Justo

viernes, 23 de marzo de 2018

LOS PARTIDOS DEL CAMBIO JUSTO Y SU FORMA DE ACTUAR EN LA VIDA POLÍTICA



Manuel Armenta

Quienes provocaron la crisis que vivimos desde hace 10 años y los partidos políticos que sustentan los poderes del Estado, siguen avanzando en sus posiciones de destrucción de derechos políticos, territoriales, condiciones de vida y de trabajo, etc., sin que el régimen  se “resienta” en la necesaria profundidad para conseguir implementar un Cambio de Tendencia, a pesar de la oposición y condena que se le hace al gobierno dentro de las Instituciones por partidos políticos, y por las huelgas, protestas y movilizaciones de la ciudadanía en los trabajos y las calles (hoy lideradas por las mujeres y pensionistas).

Las DEMOCRACIAS son por definición “imperfectas” y consolidan tendencias progresivas o regresivas en derechos, desigualdades y condiciones de vida dignas para las mayorías sociales, en función de quienes gobiernan las Estructuras del Estado. Ello emplaza a la sociedad civil a participar de la vida política para conquistar más y mejor Democracia.

La crisis hizo saltar por los aires el sistema de partidos políticos, porque evidenció en unos casos: que su naturaleza e ideología se fundamenta en servir al poder económico, y en otros, de ideología más plural pero que también lo sirven, y por el añadido de su fundamento de existencia, de asentar la estructura de partido en los órganos de poder de las Instituciones Públicas y en su estructura inclusiva de gestión de la vida política y social como objetivo de vida. Esas han sido las formas de actuar -con algunos matices entre unos y otros- de los partidos políticos en el régimen de Democracia que vivimos.

Y como todas las crisis provocadas por los poderes, destruyen derechos y condiciones de vida de las mayorías sociales, se provocan confrontaciones de poder con la sociedad civil en todas sus expresiones, que generan objetiva y subjetivamente más conciencia social, movilizaciones y nuevas estructuras organizativas políticas y sociales.





La confluencia de estos dos mundos de "conciencia social  y la acción política",   hace  posible progresar en 
Democracia. 








Y solo ese protagonismo de la protesta, movilización y luchas en todas sus expresiones, podrán ser el referente que haga posible que los partidos (nuevos o viejos) lleguen al poder Institucional y actúen en él, bajo el prisma de una nueva forma de ser y estar en política con Vientos de Cambio Justo.

La dilatada vida de toda organización política que asume objetivos de consolidación de Sistemas de uno u otro signo, siempre se caracterizará por el rasgo de profesionalidad para hacer sostenible en el tiempo sus objetivos de “mantenimiento o transformaciones de régimen o sistema, al servicio de los intereses de unos pocos o de mayorías sociales”.

Esa larga vida de las organizaciones y la experiencia de militancia en Partidos políticos, Sindicatos y otras formas de Organización social o profesional, también se caracterizó por el rasgo de profesionalización de un sector de sus militantes, en el interior de la organización y en las Instituciones Públicas.

Circunstancias, que en unos casos ha traído como consecuencia: corrupción, amiguismo clientelar, etc., y en otros, mantenimiento de estructuras de poder profesionalizadas y peleas o pugnas entre grupos/castas por su control, que degeneran el modelo de vida del Partido y de sus representantes, a pesar de que siempre manifiestan tener como objetivo principal, servir a las mayorías sociales y a los valores democráticos.

En consecuencia, las posibilidades de avanzar en la Tendencia de Cambio progresista y progresiva,  exigirá de sus protagonistas, representados por las movilizaciones de la calle o de la representación política, sindical, social o Institucional, un nuevo sistema y forma de entender y asumir, que la profesionalización en la vida política solo debe aplicarse  a los sistemas organizativos estructurales y NUNCA a las personas que militan en ellos, sean de elección social y abierta o de militancia interna de la organización.

Las nuevas estructuras de partido que hoy las mayorías sociales necesitan, tienen que asumir: la conciencia social y formas de actuar, que demuestre y convenzan con hechos y no solo con palabras, que viven y existen para “ayudar y servir” con prioridad al conjunto de la sociedad y a los derechos básicos de las personas, y NO a sus intereses personales ni a los de la organización en la que militan o apoyan.

El protagonismo político de CAMBIO necesita, de la confluencia real de la confianza de mayorías sociales, de la confluencia con la movilización y protesta en calles y centros de trabajo, y que se faciliten sistemas participativos a esos movimientos y sus liderazgos naturales, para que puedan representar todos unidos en las Estructuras del Estado a la “voluntad popular”, con un nuevo modelo participativo competencial y plural.

Solo desde el concepto confluyente, competencial y plural de partidos y la sociedad civil en sus diferentes expresiones, superaremos la crisis que vivimos y podremos salir victoriosos de ella y de la confrontación en la que estamos inmersos, recuperando derechos, condiciones de vida dignas y de trabajo que nos están siendo arrebatadas, así como poder caminar y avanzar hacia Más y Mejor Democracia por la senda de los Vientos de Cambio Justo.

Algunas medidas básicas que deberían implementarse en la vida de los Partidos Políticos que luchan por el CAMBIO de progreso, son:


MEDIDAS BÁSICAS DE FUNCIONAMIENTO.

·         Estructura Territorial de los Sistemas organizativos y Confluencias.

Aunque la transformación social y política solo es posible a nivel del Estado, son las estructuras territoriales básicas de Comunidades y Municipio, en las que se produce la relación más directa entre las personas, movimientos y organizaciones, con los partidos políticos y los órganos de poder. En consecuencia, debe ser en estos territorios en los que se activen de forma básica, los referentes del modelo de organización partidaria.

El Estado requiere un modelo de organización del Partido “federal”, confluyente y unitario en estrategias políticas y de actuación; y las Comunidades, con los añadidos de independencia y autonomía en base a los requerimientos de sus ámbitos.

·         Concepto de "Vanguardia" de Organizaciones Políticas y “liderazgos” naturales.

El partido que en conciencia y honestidad busca representar  y servir a sectores sociales, a clases sociales y al interés general de la sociedad, debe de asumir que su actividad política tiene que ser inclusiva socialmente. Y en consecuencia, deben implementar fórmulas que integren en los ámbitos de representación Institucional, a personas “no militantes” cualificadas profesionalmente y a líderes naturales de los que protagonizan las luchas, movimientos y organizaciones sociales.

Este es el camino para dar cuerpo y forma, a las expresiones que hoy tanto se manejan en política de: participación, empoderamiento y protagonismo de la sociedad civil, y que tienen que comenzar a ser realidad con listas electorales “abiertas”, y en órganos de control y transparencia del propio partido.

·         Incompatibilidad y Temporalidad en la profesionalización de la vida política.

La “profesionalización intemporal” de cargos en el partido y las Instituciones Públicas, así como la “compatibilidad” de funciones y responsabilidades simultáneas en ambos órganos, debe ser excluida de toda Norma y Práctica, y así evitará los “personalismos y grupos de poder” en la vida política partidaria e Institucional, y convertirse en referente y ejemplo de la sociedad Justa e Igualitaria que se defiende.

·         Igualdad de género en los órganos electos del partido y de las Instituciones.

La igualdad de género, tiene que implementarse como un principio Estatutario, tanto de carácter interno para toda la estructura orgánica del partido -electa y funcional-, y para las listas electorales y órganos de confluencias. La Igualdad de género, será el referente de “proporcionalidad” en la secuencia de orden de las listas, y la Igualdad de género estará en los sistemas participativos de personas “no militantes”.

·         Sistema participativo-representativo de personas y territorios en los órganos.

A nivel de Estado, será prioritario el criterio proporcional ciudadano y territorial, que garantice la presencia igualitaria de todas las Comunidades Autónomas. En las listas electorales, con la participación y presencia de personas NO militantes, en proporción no inferior al tercio de su composición total, y alternancia de orden en las listas.

A nivel de Comunidad Autónoma, similar al Estado y el añadido de las Mancomunidades de Municipios que tendrán protagonismo presencial en todos los ámbitos. Así como un 50% de participación y presencia de personas NO militantes.

A nivel de Municipio, similar a las Comunidades Autónomas y el añadido de  barrios o núcleos urbanos con identidad, que garantizan cercanía, participación y representación plural y transversal en la vida política y en los órganos partidarios e Institucionales.

El Partido en los niveles del Estado y Comunidades Autónomas, se dotará de órganos de Control y Transparencia, independientes del mismo y de composición mayoritaria por personas profesionales no militantes, con perfiles de experiencia y conocimiento en la materia y el compromiso ético y deontológico que proceda en cada caso.

·         Compromiso “Ético y Deontológico” del cargo o representante.

Todos los cargos a nivel de organización interna o Institucional, comprometerán su trabajo y responsabilidad, a una forma de proceder ética y deontológica garantista del cumplimiento de la ley, el servicio a la sociedad y a la transparencia en sus actos.

-          Ejercerán su cargo con dedicación exclusiva e incompatible con cualquier otra función o responsabilidad.
-          Cumplir, hacer cumplir la Ley y denunciar cualquier presunto delito de los que tenga conocimiento, en su vida privada y de responsabilidad pública.
-          A no presentarse de candidato o desempeño del cargo para el que hubiera sido elegido o nombrado, en más de dos ocasiones o periodos de tiempo electoral.
-          Participar –como uno más- y fomentar la participación ciudadana, en los movimientos sociales, sectoriales y profesionales y demás plataformas cívicas.