viernes, 19 de septiembre de 2025

UN NUEVO ORDEN MUNDIAL

EEUU rompe todos sus referentes “democráticos” de liderazgo a nivel mundial: en lo institucional, la política, la economía y la convivencia social de países y Estados con los que mantuvo liderazgo o relaciones. La crisis interna lo envuelve, y su nuevo liderazgo ha entendido que ha de ser el resto del mundo quien pague su crisis.


Manuel Armenta

19 de septiembre de 2025             

Algunos referentes históricos del siglo XX y anteriores a la II Guerra Mundial, debemos considerarlos también como elementos de importancia para la mejor comprensión de lo que hoy está ocurriendo y sus consecuencias en el Nuevo Orden Mundial Multipolar por el que ya se camina.

Los avances económicos por todo el mundo, derivados de la revolución industrial, pusieron en crisis los modelos de Estados monárquicos así como sus regímenes de poder económico y la gobernanza, y el fortalecimiento de los nuevos poderes populares y del mundo del trabajo con la potente proyección ideológica de lo que se definió como “izquierdas o comunismo”, con los referentes de la nueva URSS y CHINA; y en otros muchos países de Occidente, las Repúblicas con diferentes modelos de gobiernos y potentes contenidos en derechos y condiciones de vida dignas.

Situaciones que tuvieron mucho que ver con el origen y fortaleza de los movimientos y poderes “ultra-conservadores” que fundaron las organizaciones políticas fascistas que se asientan por todo el mundo, con guerras o golpes de Estado. Así surge en Alemania el germen de la II Guerra Mundial, que acabará dando forma y contenido al imperante orden-sistema capitalista, que el mundo ha sostenido en los últimos ochenta años.

Guerra Mundial que no distinguió en su invasión, muertes y destrucción, en países de diferentes continentes y modelos de gobernanza y poderes: monarquías, capitalismo, dictaduras o comunistas, con el objetivo común de búsqueda e implante de un nuevo modelo de poder UNIPOLAR de dictaduras a nivel mundial, al que dio forma el pacto firmado por Alemania, Italia y Japón en 1940 y cuando en diciembre de 1941 Japón bombardea Pearl Harbor (Hawai), EEUU se integra en la guerra en alianza con Gran Bretaña y la Unión Soviética. La guerra termina en 1945 cuando Alemania y Japón se rindieron, y EEUU lanzó bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Los desastres y las muertes fueron terribles, aunque no todos los países, derrotados o victoriosos, los sufrieron con la misma intensidad: caso destacado fue el de la URSS, el país que más muertes sufrió, y participó de manera principal en la caída del poder fascista en Alemania, que ponía fin a la guerra.

El fin de la guerra impulsó a los poderes de EEUU y Gran Bretaña a construir un nuevo imperio poder internacional para la parte del mundo no afecta o influida por el comunismo liderado por la URSS y CHINA, que avanzaban por un nuevo camino de remodelación de su poder y modelos de Estado. Este contexto de la historia también aporta raíces al sobre-poder que los EEUU buscaban tras el fin de la II Guerra Mundial, dirigido a implantar sus políticas y liderazgo al nuevo mundo, establecer desde la potencia mundial que representaba y lideraba el marco por el que se podía caminar, y crear los nuevos referentes Internacionales que le dieran la mejor cobertura de poder fáctico, para su nuevo imperio, objetivo y subjetivo.

Tras el fin de la guerra, se crearon ORGANIZACIONES INTERNACIONALES que abrieron puertas para avanzar por el camino de progreso y democracia tan necesitado por el mundo, pero también para reforzar el liderazgo de poder de la gran potencia que representaban los EEUU a nivel mundial, con el criterio de: igual dignidad de todos los seres humanos frente a los horrores de las guerras, y bajo los principios democráticos de justicia, libertad y solidaridad. A la vez trataba de ocultar la parte obscura y negativa de su poder en varios frentes de tipo económico y militar, que condicionarían la vida de todos los países anexos a las nuevas estructuras institucionales de poder a nivel mundial. Con la Carta de las Naciones Unidas, firmada por 193 Estados en San Francisco en 1945, se crearon la FAO (destinada a temas de alimentación); la UNESCO (para la Educación, Ciencia, Cultura y Comunicación); la OIT (para el mundo del trabajo); la OMS (para el mundo de la Salud); la PNUD (para el desarrollo); y UNICEF (para el mundo de la infancia).

Para rematar el contexto unipolar del nuevo mundo, en 1948 la ONU publicó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En España, en 1953 se firma con EEUU un Tratado de Ayuda Militar que implicaba una aportación de más de 200 millones de dólares, para fortalecer la base económica del Programa de Colaboración Militar, que se concretó implantando en el territorio bases militares aéreas y navales; siendo España un Estado de dictadura fascista, logra sin embargo ser admitido en la ONU (1955), a la vez que emprendía un cambio de rumbo económico con el Plan de Estabilización de 1959. Hoy los EEUU siguen manteniendo todas sus bases por el mundo, como armas de guerra activas.

Los EEUU en 1962 con el bloqueo militar a Cuba y 1980 vuelven a potenciar al máximo la carrera armamentística, con la excusa de la llamada Guerra Fría de Occidente contra la URSS y los países “comunistas”. A partir de 1990 la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) abandona sus referentes comunistas y se produce su disolución, con la Independencia de sus Estados miembros y Territorios. La carrera armamentística se culmina en 2025 desde la OTAN al decidir que todos los países pertenecientes a ella deberán duplicar sus gastos armamentísticos del 2,5 al 5 % de sus respectivos PIB para reforzar su papel mundial y sacar a los EEUU de su crisis actual. Los efectos de sus nefastas políticas son evidentes: más de 20 guerras lideradas por la OTAN en todo el mundo desde hace 80 años; el despliegue militar en el Caribe; y las dos guerras vigentes, Rusia/Ucrania y el genocidio de Israel en Palestina/Gaza. EEUU hoy reafirma sus actitudes bélicas con la expresión “no me importa lo que dice la ONU”.

Israel, con el respaldo y ayuda constante de los EEUU, no solo destruye el territorio palestino para apoderarse de él, sino que comete el más brutal genocidio con todos sus habitantes, especialmente niños/as. Y desde octubre de 2023, también realiza acciones de guerra contra países colindantes: Líbano, Irán, Yemen, Siria y Catar. La guerra se inició con bastante consentimiento europeo y mundial, pero ese apoyo está retrocediendo con fuerza por parte de los mismos Estados y especialmente por la sociedad civil, que ha desplegado protestas crecientes contra el genocidio, así como por parte de instituciones Internacionales evidenciaron: en agosto, la ONU, España y otros 20 países alertaron de una catástrofe humanitaria en Gaza, exigiéndole a Israel el cese inmediato de su expansionismo; y en septiembre la Asamblea General de la ONU, con la participación de 193 Estados, decidió crear un Estado Palestino con 142 votos a favor y 10 en contra (entre los que se encontraban EEUU, Israel, Argentina, Hungría y Paraguay). Gaza está siendo destruida, con muerte y expulsión de todos sus habitantes. No hay ningún tipo de confrontación bélica, solo GENOCIDIO.

Estas guerras evidencian más que nunca la necesidad de un NO rotundo a la escalada armamentística y un SÍ por la paz y la convivencia. El mantenimiento de la guerra Rusia/Ucrania, aunque surgiera por motivos contrapuestos de territorialidad y empoderamiento, tampoco tiene ningún sentido, solo produce muerte y destrucción, nadie sale beneficiado. La UE debería retroceder en su determinación de mantenerla para que Rusia la pierda, porque la paz solo será posible por el entendimiento, ya que Rusia es hoy la primera potencia nuclear del mundo. La UE tiene que recuperar su autonomía sin ningún tipo de dependencia de los EEUU ni de sus políticas armamentísticas ni arancelarias, para recuperar su origen y poder avanzar por el camino del bien común, la libertad y la igualdad en PAZ. Sus relaciones internacionales han de estar abiertas a todos los Estados del mundo.

La profunda crisis que soportan los EEUU en todos los órdenes de la vida, las políticas que su actual gobierno está implantando en su interior y en sus relaciones con el resto del mundo, ya han roto toda perspectiva de avanzar por la vía de progreso, la Paz y la Convivencia necesaria e imprescindible para el conjunto de Estados y personas. Ello supone la quiebra definitiva del sistema unipolar de poder que el mundo ha soportado desde 1945, con sus aciertos y retrocesos. El mundo en su conjunto ha vivido y evolucionado con los avances de la ciencia y las tecnologías, que han revolucionado los modelos económicos hoy imperantes, y pueden protagonizar liderazgos productivos y de relación y convivencia, que permitan avanzar con la suficiente autonomía económica de todos los Estados hacia el nuevo orden multipolar.

En la 25 Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), con la participación de más de 20 países, de 10 organizaciones internacionales de apoyo a la Organización Mundial del Comercio, y la presencia del Secretario General de la ONU y el Secretario General de la Asociación de Naciones de Asia (ASEAN), se abordaron temas de relaciones bilaterales, seguridad global, la reforma de la ONU, el sistema financiero mundial, como contenidos de una iniciativa de gobernanza global desde la primacía del Derecho Internacional y basada en las disposiciones fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas. La reunión adoptó una estrategia a 10 años orientada a defender la colaboración mutuamente beneficiosa y el éxito compartido, y así poder contribuir a la construcción de un mundo multipolar, más justo e igualitario.

Hoy, desde la reciente Cumbre de la OCS (que agrupa a pises de EURASIA), y el Foro Económico Oriental, que han reunido a más de 70 países (incluidas las más importantes superpotencias económicas), surge un nuevo poder basado en el entendimiento y la igualdad de los países que quieran avanzar por los derechos y la libertad de los territorios y las personas sin guerras ni dictaduras y por un sistema de gobernanza global más justo y equitativo, marcado por la igualdad y soberanía de todas las naciones, el derecho internacional, el multilateralismo y centrado en las personas y la toma colectiva de decisiones, que son expresión de los principios fundamentales de la ONU.

Las políticas arancelarias de los EEUU reportarán el fortalecimiento de los BRICS y del nuevo poder económico mundial, debilitando aún más el poder del dólar, y encuentra ya el contrapeso del interés común manifestado por China, Rusia e India, que en sus recientes encuentros reafirmaron sus objetivos de desarrollo económico, resolución de los problemas sociales y mejora del bienestar de la población.