Vientos de Cambio Justo

martes, 25 de febrero de 2020

NUEVA TRANSICIÓN para MÁS DEMOCRACIA



España reinicia en las Instituciones y en la vida política el nuevo camino de reconstrucción democrática que las mayorías sociales con sus luchas y demandas y el sufragio universal, han venido reivindicando durante años frente a los recortes en derechos y condiciones de vida dignas arrebatados


Manuel Armenta

Sevilla 25 Febrero 2020

La confluyente crisis económica y política del 2008 y el modelo de régimen democrático de la Transición del 78, no han podido soportar la lucha y movilización de millones de personas por un modelo de Democracia más justa, que retorne lo arrebatado y amplíe los derechos, la libertad, la igualdad y una vida digna de las personas para convivir en la diversidad ideológica, política, económica, social y territorial.

En consecuencia, este nuevo modelo de Transición debe enfrentar cuatro grandes retos en su estrategia de Cambio Progresista:

1) Derogar e Instaurar nuevas leyes y normas que restablezcan lo arrebatado y lo muy necesitado de mejora debido a las nefastas actitudes políticas de todos los órganos de poder del Estado durante la crisis.
2) Aplicar con rigor principios Constitucionales de los derechos básicos: de las personas, la Igualdad y del Estado Aconfesional en: lo Institucional, Representativo y Educacional.
3) Dar voz y presencia a la sociedad civil y a sus organizaciones en las Instituciones del Estado, con un nuevo sistema participativo más competencial y no profesionalizado.
4) Afrontar los nuevos retos de: Crisis Territorial, Cambio Climático, Agua, Agricultura y el Despoblamiento territorial, con medidas efectivas.


El nuevo modelo de Transición nace con protagonismos confrontados de organizaciones políticas de las “derechas ultraconservadoras, frente a las izquierdas, progresistas y nacionalistas” confluyentes en las Instituciones del Estado, y con la voluntad popular mayoritaria expresada en las urnas y movilizaciones de protesta y demanda en calles y centros de trabajo desde 2011, a consecuencia de los efectos de la crisis y sus recortes en la vida política, económica, social y territorial. A diferencia de la Transición del 78 el poder, en todos los órdenes de la vida, está protagonizado por los valores de la Democracia, de la Igualdad real y la ideológica del futuro de Progreso.

Iniciamos cuatro años de vida confrontada pero con un potente rearme de la conciencia ideológica y política en la vida Institucional y en la sociedad civil, sin contravenir la supervivencia y poder fáctico del sistema económico, financiero y religioso que nos rige.

Un factor determinante de estos cuatro años será la diversificación de los gobiernos en los ámbitos territoriales de Comunidades, Diputaciones y Ayuntamientos por su carácter político, ultraconservador o progresista, que atacarán o reforzarán la acción política del nuevo gobierno del Estado. Situación de gran importancia por su impacto controvertido en la sociedad civil y las personas en todos los órdenes de la vida.

Esta circunstancia requerirá una importante labor de pedagogía política e ideológica del Gobierno, de las fuerzas políticas de progreso y de los movimientos sociales, para el mejor entendimiento y convivencia de las personas en la realidad del día a día y en las políticas institucionales, que más afectan a la diversidad, desigualdad, precariedad y a los sistemas públicos de salud, educativos y asistenciales.

Otro factor determinante para el futuro será la forma de abordar la renovación del Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial y el Defensor del Pueblo, hoy con mandatos “caducados o de cercana caducidad” y sujetos a elección por mayorías cualificadas parlamentarias, que no deberán afrontarse con el método del bipartidismo histórico, sino mediante la reforma de sus leyes reguladoras con las que han venido funcionando estos 40 años. El nuevo gobierno progresista tiene la palabra para dar el primer paso hacia un futuro de cambio profundo, donde imperen los valores y principios electos y representativos de una Democracia Más Justa e Igualitaria.

La nueva realidad política tiene que resucitar el principio Constitucional “aconfesional” para que la Iglesia Católica deje de ser UN PODER Institucional del Estado. Su función directiva en el sistema Educativo con las clases de religión; el control del profesorado y los conciertos con colegios de su propiedad; la Inmatriculación de Bienes Inmuebles; la exención de Impuestos y la cesión de recursos económicos de Impuestos Públicos y otras muchas prebendas sin justificación política. Su libertad y derecho a ejercer y promover creencias religiosas u otras actividades, es exclusivamente suya y en ningún caso del Estado Constitucional, ni de la sociedad, ni de la igualdad educativa.  

El nuevo modelo de Transición solo será posible si el protagonismo de entendimiento prima entre las fuerzas políticas de izquierda, progresistas y nacionalistas, a cualquier otro modelo con el resto de fuerzas políticas de la derecha ultraconservadora. Y será más posible si los órganos Institucionales del nuevo gobierno se aplican el criterio de implementar las nuevas políticas escuchando las demandas y reivindicaciones de la sociedad civil y de sus movimientos y liderazgos más representativos.

De la actividad de cohesión ideológica, organizativa y de transparencia en la vida interna de los partidos políticos que protagonizan la nueva Transición, tambien va a depender que se mantengan las mayorías de representación Institucional; y del mantenimiento, el reforzamiento y entendimiento de los movimientos sociales que luchan y se movilizan por sus reivindicaciones, dependerá la acción más progresista del gobierno y un futuro sostenible de más Democracia e Igualdad en todos los órdenes de la vida. Sirva de ejemplo negativo al respecto, el cambio y retroceso vivido en los gobiernos de Madrid y Andalucía en favor de las fuerzas políticas ultraconservadoras que tanto daño causan a la sociedad y personas, favorecidos por la falta de conciencia, confluencia y quiebra de la unidad interna de partidos políticos del Cambio.

El nuevo gobierno progresista expresión de la voluntad popular mayoritaria en las urnas, goza de la confianza de todos sus votantes, y ésta se tiene que fortalecer con el nuevo grito de SI NOS REPRESENTAN mediante la acción del gobierno y sus políticas en el día a día. Tenemos el margen de tiempo de cuatro años para demostrarnos todos que construimos y transitamos por el BUEN CAMINO de igualdad en los todos órdenes de la vida.