martes, 11 de marzo de 2025

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL NO ES TONTA: LA SANIDAD PRIVADA, AL ASALTO DE LOS DATOS SENSIBLES DE LOS PACIENTES Y USUARIOS

La vorágine de movilizaciones y conflictos desencadenados por el deterioro de la sanidad pública no nos debe impedir comprobar y evaluar la estrategia subyacente en todo este proceso. La estrategia de la sanidad privada tiene muchas líneas de acción interrelacionadas. Quisiera referirme a una de ellas: la utilización por la inteligencia artificial de las bases de datos de millones de usuarios y pacientes; sus vidas, sus enfermedades, sus tratamientos, sus antecedentes, sus incidencias vitales y laborales y un largo etcétera forman parte de este conglomerado gigantesco de las bases de datos de la sanidad pública…

Sebastián Martín Recio. Médico de Familia. De la Portavocía de Marea Blanca en Sevilla y de la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas.

11 de marzo de 2025

El sector privado, a la ofensiva: “los datos no son de la Administración, pertenecen a los pacientes”

Se suscitó un debate después de que el Ministerio de Sanidad haya sacado a audiencia pública el texto del decreto (1) que actualiza el conjunto mínimo de datos que deben recabarse para hacer interoperable la historia clínica en todo el país y poder así compartir información y reducir la duplicidad de pruebas diagnósticas, entre otras cuestiones. El texto de la norma, que supone la modificación del Real Decreto 1093/2010, de 3 de septiembre, por el que se aprueba el conjunto mínimo de datos de los informes clínicos en el Sistema Nacional de Salud, afectará a todo el SNS pero no a la sanidad privada. Esto ha despertado la ofensiva de los sectores de la sanidad privada, que tienen como estrategia poder acceder a las historias clínicas de los pacientes que obran en la sanidad pública, con el argumento de que esos datos no son de la administración pública sino de los propios pacientes…

Así, la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) (que forma parte de IDIS) sugirió “referir de forma indistinta a la aplicación de estos informes para sanidad pública y privada” y la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS), que trabaja en estrecha relación con las sociedades científico médicas, había reclamado que aunque el ámbito de la norma esté limitado al ámbito público “se establezcan unos contenidos mínimos comunes aplicables para el ámbito público y privado”. En ambos casos, Sanidad descarta estas dos opciones “por estar fuera del alcance de la norma” según detalla en borrador del decreto que acaba de salir a audiencia pública para presentar alegaciones hasta el próximo 19 de octubre. 

Desde el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS)(2), que aglutina los intereses del sector asegurador sanitario y de los principales grupos hospitalarios privados, se explica a la luz del borrador de la nueva norma que “sería deseable que se hubiera tenido en cuenta al sector privado de titularidad privada para esta iniciativa” pero se asegura que “en cualquier caso, nosotros, como agente clave del sector sanitario, por supuesto que reportaremos los datos que sea preciso”.

La Alianza Sanitaria de la Sanidad Privada Española (ASPE), que integra al grueso de clínicas privadas, había advertido ya en junio que “la reforma de interoperabilidad digital en la que trabaja el Ministerio de Sanidad responde a una recomendación de la Unión Europea que comprende la atención sanitaria público-privada presente en todos los sistemas nacionales de salud de nuestros países vecinos. Si España optase por dejar de lado al sector de la provisión sanitaria se estaría, por tanto, operando contracorriente de Europa en términos de la tan necesaria digitalización de la sanidad”. 

ASPE defendía, en concreto, la interoperabilidad entre sector público y privado argumentando que “la historia clínica pertenece al paciente, que es quien debe autorizar, si así lo desea, el acceso a sus datos sanitarios al médico que le esté tratando”, con independencia de si esa atención se está produciendo en el sector público o en el privado.

Junto a este “principio argumental” de que los datos pertenecen a los pacientes y, por tanto, es indiferente que estén atendidos en la sanidad pública o en la privada, aparece otra sub-estrategia: el escenario europeo como cómplice para arbitrar normativas que permitan el trasvase de datos de la sanidad pública hacia la privada.

Para ello, surge otra línea argumental desde el sector privado IDIS: “El sistema ha de adaptarse al paciente; no el paciente al sistema”. Para que estos consigan la mejor sanidad, IDIS considera que la continuidad asistencial es uno de los puntos “clave”, para lo que es necesario compartir los datos médicos entre los facultativos. Esta cuestión también es apoyada por los pacientes, según refleja un informe del IDIS titulado ‘Continuidad asistencial y paciente único’.

Para ello, mantienen, es necesario “posicionar al paciente como eje vertebrador y para ello es necesario adaptar el sistema a las necesidades del paciente; es fundamental conseguir sinergias entre los niveles asistenciales, que asegure la comunicación, coordinación e interoperabilidad de los profesionales; es fundamental la eliminación de las barreras territoriales; y, finalmente, habría que normalizar al sector privado como parte del sistema sanitario”.

Con estas argumentaciones, el sector privado concurre, como lobby de gran relevancia y alianzas fuertes en el neoliberalismo europeo, a los procesos normativos que se están gestando en la UE. A esto le llaman “la Interoperabilidad” (3) necesaria para construir el Espacio Europeo de Datos Sanitarios, que afectará a la compartición de la historia clínica digital del paciente. La aprobación de este reglamento está prevista para finales de este año 2024 o principios del siguiente y su implantación a partir de 2025, según los expertos. La dificultad reside en la interoperabilidad y la armonización de los datos, pues cada país tiene sus propias características del sistema sanitario.

La necesidad de tomar conciencia sobre las consecuencias para la población de esta estrategia de la sanidad privada

En un artículo, el Profesor y epidemiólogo Antonio Escolar (4) se refiere a esta problemática, partiendo de la iniciativa que ya hace un año emprendió la Comisión Europea, que dirigió una comunicación al Parlamento Europeo y al Consejo con el título de Un Espacio Europeo de Datos Sanitarios: aprovechar el potencial de los datos sanitarios en beneficio de las personas, los pacientes y la innovación. “Aunque sin nombrarlos, los beneficiarios ocultos tras la habitual cortina de humo del bien común estarían fundamentalmente: 1º) las compañías que están dando soporte al desarrollo de sus respectivas IA; 2º) las compañías del complejo industrial fármaco-tecnológico; y 3º) los conglomerados asistenciales privados y sus inversores asociados (compañías de seguros, bancos y fondos de inversión) implicados en los procesos de privatización parasitaria de los servicios públicos de salud.”

En el documento de la Comisión Europea, la importancia del llamado “Espacio Europeo de Datos Sanitarios” se destaca con el comentario siguiente: “Se calcula que el valor de la reutilización de los datos sanitarios oscila entre los 25.000 y los 30.000 millones de euros anuales. Se espera que esta cifra alcance aproximadamente los 50.000 millones de euros en un plazo de diez años”.

Ya tenemos el escenario completo: los intereses y beneficios económicos en liza, la correlación de fuerzas existente y el escenario europeo más proclive a satisfacerlos. Enfrente: el derecho a la salud, el derecho a la privacidad, la defensa de lo público, en concreto de la sanidad pública.

Concluye Antonio Escolar: La defensa de la sanidad pública pasa por incorporar estos elementos de reflexión en el catálogo de reivindicaciones, además de la necesidad de extremar la vigilancia en el posible expolio de los datos públicos y la exigencia de presión sobre los representantes políticos copartícipes de la defensa de nuestro modelo de salud para que impulsen legislaciones y normativas que protejan NUESTROS DATOS.

 NOTAS

(1) Real Decreto 1093/2010, de 3 de septiembre, por el que se aprueba el conjunto mínimo de datos de los informes clínicos en el Sistema Nacional de Salud:

https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2010-14199

Actualización 5/07/2023:

https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2010-14199&b=5&tn=1&p=20230705#daunica

(2) Los intentos de la Sanidad Privada por conseguir el acceso a los datos clínicos de los pacientes de la sanidad pública:

https://www.redaccionmedica.com/secciones/privada/la-privada-ve-el-compartir-datos-medicos-como-clave-para-mejorar-la-sanidad-2147

 (3) La privada fija la interoperabilidad como meta de la base de datos europea: IDIS analiza en un encuentro las dificultades y oportunidades que trae el nuevo Espacio Europeo de Datos Sanitarios:

https://www.redaccionmedica.com/secciones/privada/la-privada-fija-la-interoperabilidad-como-meta-de-la-base-de-datos-europea-5443

(4) Los datos de los Servicios Públicos de Salud, el tesoro a expoliar. Antonio Escolar:

https://www.eldiario.es/andalucia/en-abierto/datos-servicios-publicos-salud-tesoro-expoliar_132_11278932.html (Antonio Escolar, Abril 2024)