Pedro Andrés González Ruiz, autor del blog Criticonomia.
31 de enero de 2025
Una de
las acusaciones más frecuentes hacia las ideas de Marx es la falta de
actualidad, sin embargo, las secciones económicas de los diarios con sus
frecuentes reseñas sobre fusiones y adquisiciones empresariales se empeñan en
desmentirlo.
En
este sentido, el último anuncio ha sido la fusión de Honda y Nissan (y
posiblemente Mitsubishi) para 2025. La nueva empresa sería la tercera del mundo
en producción con 3,65 millones de unidades, solo por detrás de Volkswagen
(4,34) y Toyota (5,16). Además, Nissan, que atraviesa una mala situación tras
despedir a más de 9.000 personas (en 2021 cerró su planta de Barcelona), con
progresiva reducción de beneficios, acepta que Honda ponga a la mayoría de los
dirigentes. Uno de los argumentos de este movimiento empresarial es la
competencia de la industria automotriz china, mejor posicionada en el vehículo
eléctrico, que se espera sea dominante en los próximos años.
Se
reúnen aquí varios de los elementos que contempla Marx en su investigación
sobre la acumulación del capital (capítulo 23 de su obra El Capital): mercado mundial, lucha y competencia entre capitalistas,
centralización del capital (fusión), aumento de tamaño de las unidades
capitalistas de producción, cambio de tecnología. Veamos a grandes rasgos cómo
se relacionan.
La
acumulación de capital, esto es el incremento de capital, bajo la forma de la
reunión de distintos capitales (como el caso anterior de Honda y Nissan) que
forman un nuevo capital individual, le otorga a éste nuevas potencias.
Por un
lado, al ser un capital mayor aprovecha en mayor medida la elasticidad de la
fuerza de trabajo (prolongaciones de jornada, aumentos en la intensidad del
trabajo, recurso a formas de fuerza laboral más simple, por ejemplo), así como
obtiene mayores ahorros por el uso de más cantidad de medios de producción.
Ambos aspectos redundan en una mayor productividad y reducción de costes
derivados del mayor tamaño del nuevo capital.
Por
otro lado, si el capital centralizado opera con un cambio en la relación entre
los medios de producción y la fuerza de trabajo, de modo que el proceso de
producción resultante sea más productivo, se acentuará el descenso del coste de
producción.
Así,
el nuevo capital incrementado resultante de la unión de capitales ya
existentes, la expropiación de los capitalistas entre sí que dirá Marx,
redundará en una mayor productividad y en una rebaja del coste de producir las
mercancías. Esto será la base de la rebaja del precio y de la consecuente
ampliación del mercado. Resultando de ambos fenómenos el aumento de beneficios
del capital centralizado.
Simultáneamente
se intensifica la lucha entre capitales que se libra en el mercado, resultando
que algunos competidores perderán compradores y sufrirán el retroceso del
beneficio (caso de Nissan más arriba).
Marx concluirá que, por regla general y como una ley inexorable, los capitales menores son
desplazados hacia otras esferas y si no lo hacen, insistiendo en competir con
los grandes, terminan arruinados o en manos de los grandes (léase el caso de
Nissan).