Rosario Granado
30 de marzo de 2021
Para la generación de jóvenes que vivimos los últimos años de la dictadura
franquista Europa constituía un referente en muchos sentidos. La cultura
europea estaba muy por encima de los niveles en que nos movíamos en los
círculos españoles sometidos a una censura atroz; la vida sindical y política
contaba con la participación democrática de una mayoría de la población; el
notable desarrollo económico atraía a miles de emigrantes, muchos de ellos
españoles; y sobre todo la democracia, la libertad y el respeto de los derechos
humanos eran valores reales por los que luchábamos en España y que plasmaban el
objeto de nuestra admiración.
Nada que ver con la Europa del siglo XXI, la Europa de la hipocresía, la
que habla de derechos sin cumplir ninguno, la Europa que militariza sus
fronteras, la que sigue manteniendo políticas coloniales, la que aumenta su
armamento y apoya la guerra, la que sigue las directrices norteamericanas de
forma servil, muchas veces en contra de sus propios intereses. ¿Dónde están los
valores occidentales? ¿Qué pasó con ellos?
El parlamento francés aprobó en 2019 una resolución declarando que la crítica al régimen israelí es una forma de antisemitismo. Desde entonces unos veinte países han adoptado esta nueva definición de antisemitismo que asimila la crítica a las políticas del Estado israelí a un delito de opinión. Paralelamente se está llevando a cabo una auténtica caza de brujas silenciosa contra personas a las que se acusa de este nuevo tipo de antisemitismo, es decir, de criticar a Israel, comparable a la que se hizo en la época del macarthismo en EEUU. Hay miles de personas anónimas perseguidas, estudiantes, periodistas, intelectuales; algunas, artistas conocidas, han sufrido algún tipo de coacción, como Ángela Davis, Ken Loach, Olivia Zémor, Julio Pérez del Campo, etc. Este acoso a la libertad de expresión está llevando también a la autocensura ante el miedo a la represión y a un futuro profesional amenazado.
Borrell visitó Moscú en febrero y quiso dar lecciones de democracia a Rusia
olvidando que aquí nadie predica con el ejemplo. Fácil lo tenía Serguei Lavrov
al responderle con la situación de los presos políticos (o políticos presos
según la ministra) catalanes. También Lavrov le podría haber hablado de Julián
Assange, periodista preso, sin ninguna garantía legal, sometido a tortura y
aislamiento, o de Georges Ibrahim Abdallah, preso libanés-palestino, que sigue
encarcelado en Francia a pesar de haber cumplido su condena hace ya muchos
años. Pero este revés poco le importó a Borrell, que sigue hablando
hipócritamente de los valores occidentales. Y Europa pone sanciones a Rusia
porque dice que no respeta los derechos humanos, al tiempo que mantiene
excelentes relaciones con Arabia Saudí, que descuartiza a un periodista en su
propia embajada en Turquía, o tiene relaciones preferentes con el régimen de
apartheid israelí, que viola sistemáticamente los derechos humanos de la
población palestina y está cometiendo un genocidio en Gaza. ¿Cuál es la vara de
medir? ¿Hay acaso una sola vara?
La instrumentalización de los Derechos Humanos para desacreditar y atacar a
otros países está alcanzando niveles desproporcionados. Sólo hay que leer los
titulares de Le Monde, el periódico de referencia francés, que
miente sin ningún complejo. La edición del 26 de marzo de 2021 dice: «Los
chinos de la región de Xin Jiang sometidos a trabajos forzados», «Los Estados
Unidos acusan a China de cometer un genocidio», «En China alambradas de espinos
a lo largo de la Ruta de la seda»...
Pero, ¿qué interés tiene Europa en una guerra económica contra Rusia y
China? Ninguno, por el contrario con estas relaciones se obtendrían beneficios
económicos importantes. Los ataques propagandísticos, las sanciones, las
amenazas, todo se hace por los intereses de EEUU. Alemania esperaba el gas ruso
necesario para su economía, pero las empresas que trabajaban en la construcción
del gaseoducto se han visto amenazadas y obligadas a dejarlo. EEUU obliga a
Europa a comprarle sus hidrocarburos obtenidos con el fracking y
traídos en barcos que tendrán que cruzar el Atlántico. También España exportaba
gran cantidad de productos agrícolas a Rusia, exportación que se ha suprimido
por mandato europeo, sin tener en cuenta el daño a nuestros propios intereses.
¿Qué está pasando?
En el sistema capitalista la competencia es un valor fundamental para el
desarrollo económico. En el siglo XIX con la revolución industrial la
competencia hizo que los talleres se fueran convirtiendo en fábricas, las
fábricas competían entre sí mejorando sus sistemas de producción, y en una
época de competencia salvaje había empresarios que viendo el crecimiento del
vecino y no pudiendo competir, no dudaban en utilizar métodos mafiosos, con
matones, sabotajes, incendios... En la actualidad estamos viviendo un
capitalismo salvaje en el que los Estados occidentales se comportan también
como esos empresarios que ante la prosperidad de la fábrica rival terminan por
incendiarla, que no siendo capaz de competir legalmente, utilizan las amenazas,
las sanciones, los sabotajes y la guerra para destruir a sus rivales. Por esto
no están interesados en el mantenimiento de las buenas relaciones diplomáticas
y comerciales, de la regulación, de las normas, del Derecho Internacional, y
nos imponen la ley de la jungla, la ley del más fuerte.
Por esto necesitan convertir al país vecino en enemigo y esgrimir la
defensa de los “valores occidentales” como pretexto frente a “los otros”, “los
que no tienen valores”, “los salvajes”. Interesante es el amplio Informe que el
Gobierno de China acaba de hacer público con datos bien documentados sobre el
año 2020 en EEUU. Veamos sólo algunos: 23 millones de armas automáticas se
vendieron a la población civil, 8 millones compraron armas automáticas por
primera vez, 41.500 personas murieron en tiroteos, 10.000 personas fueron
arrestadas en las manifestaciones de solidaridad con George Floyd, 21 de ellas
muertas en comisaría, 139.000 mujeres pusieron denuncias por violación...
NOTA.- Puede leerse el texto íntegro del «Informe sobre Violaciones de los Derechos Humanos por los Estados Unidos durante el año 2020» picando AQUÍ