Las elecciones territoriales en las que hay mayor cercanía y convivencia entre las personas y los gobiernos (Ayuntamientos y Comunidades Autónomas) del 28M, podrían haber favorecido la continuidad de las políticas de progreso del gobierno del Estado. La mayoría de votantes ha dicho NO, con un gran refuerzo del abstencionismo entre los sectores más necesitados.
Manuel Armenta
20 de Junio de 2023
Aunque el balance del gobierno de coalición del Estado está marcado por una positiva trayectoria DEMOCRÁTICA Y PROGRESISTA, con más de 200 leyes y normativas que lo evidencian, en los últimos meses hemos vivido un desencuentro que daña y repercute en la vida política y las personas de forma negativa. Las campañas electorales rompen todo tipo de confluencia política y entendimiento, porque personaliza liderazgos de personas y partidos, olvidando los contextos de coaliciones para la gobernanza, para avanzar desde la diversidad de las organizaciones políticas alineadas en los contextos de izquierda progresista o derecha ultra-conservadora.
Diversidad más personalizada y potente en las personas y sectores sociales que, para comprender y actuar, necesitan además de palabras y discursos sobre futuro hechos en todos los contextos de la vida cotidiana del presente, pasado y futuro compartidos en la vida política, la institucional y el ejercicio de poder en las urnas. Discursos NO.
Las mayorías absolutas de los partidos para la gobernanza, como consecuencia de procesos electorales, son más posibles y frecuentes en los municipios por la cercanía y convivencia directa de la ciudadanía con las Instituciones y los liderazgos políticos. En las Comunidades Autónomas se aleja esta circunstancia aunque a veces se produce por valores políticos y sociales más compartidos por quienes pertenecen a ellas, mientras que en el Estado se aleja la hipótesis precisamente por el sistema competencial de los municipios y Comunidades Autónomas, que multiplica la diversidad política y social.
La historia de nuestra Democracia actual mantuvo un largo período de bipartidismo en la gobernanza, por el referente de Transición del modelo de Estado de Dictadura con todas sus connotaciones políticas, sociales y económicas al de Democracia liberal, con dos fuerzas representativas que asumieron liderazgos y representación de las mayorías sociales y marginando a movimientos y organizaciones más activistas que luchaban por Más y Mejor Democracia y condiciones de vida dignas. Este modelo quebró con la crisis económica del 2007 y los movimientos de lucha que se crearon en toda España, que fueron los referentes en los años siguientes de nuevos protagonismos políticos de lucha y alejamiento de las dos corrientes del sistema económico liberal, una por Más y Mejor Democracia, Igualdad y Condiciones de vida dignas y otra ultra-conservadora.
El sistema económico capitalista y el monopolio internacional que lo lidera y sostiene en medio mundo, al que pertenecemos por imposición de los poderes fácticos en todos los órdenes de la vida, incluido el modelo de régimen de Democracia regulado como su nombre indica, abre-cierra puertas, a todos los referentes de MAS o MENOS derechos, libertad, igualdad y condiciones de vida digna al conjunto de la sociedad a pesar de esa diversidad de factores.
Es evidente que los sectores pudientes y poderosos que controlan el sistema, intentan que ese régimen democrático y participativo del conjunto de la sociedad no sobrepase los niveles que ellos marcan en cada momento, que es variable, porque siempre está sometido a crisis de todo tipo que afectan a las economías y condiciones de vida de las personas, sistemas productivos de los países, situaciones políticas y una vida de paz sin guerras (como las estamos viviendo y protagonizando)..., que rompen todo tipo de convivencia y entendimiento en el protagonismo político, social e institucional, y en todos los ámbitos de vida que protagonizamos las organizaciones y las personas, luchando contra todo tipo de recortes que nos imponen.
Las pasadas elecciones municipales y autonómicas han dado un fuerte golpe a todos los avances de progreso y entendimiento que a nivel del Estado se han implementado en estos tres años de constantes crisis: sanitarias, económicas y la guerra. Una mayoría social ha golpeado al sector progresista, provocando un adelanto electoral a nivel del Estado para el próximo 23 de julio con una censura implícita a las fuerzas políticas que han protagonizado las mejoras, a pesar de sus confrontaciones, personalismos -sí o sí-, y la incapacidad de entendimiento con las mayorías sociales. Momento grave y crítico.
El Tribunal Supremo también acordó por mayoría absoluta, hace unos días, la correcta aplicación de los tribunales en la reducción de penas a condenados por violaciones de acuerdo con la “Ley del SÍ es SÍ”, que en junio ya afecta a 1.127 rebajas de penas y 115 excarcelados... Y seguimos sin ninguna autocrítica personal o de partido, que tanto afecta negativamente a la sociedad civil que defendemos.
La historia y la propia vida de las generaciones que seguimos existiendo nos enseña que hay dos maneras de expresar y actuar en cada momento, para conquistar los objetivos del largo plazo: teorizar en los entornos más activistas y avanzados en la filosofía y ética de modelos de cambios de sistemas que permitan y acerquen la igualdad en todos los ámbitos de la vida, y la de unir teoría y práctica política con los movimientos sociales y el conjunto de la sociedad, desde la diversidad, para conseguir desde las Instituciones y desde las movilizaciones y protestas en las calles y centros de trabajo, los objetivos más concretos y necesarios que esas mayorías necesitan como modelos y formas de conquistar derechos y condiciones de vida dignas, con entendimiento en la diversidad que nos permita avanzar paso a paso sin olvidar la sostenibilidad de coaliciones.
Cualquier coalición, sea para gobernar o para conseguir el mayor apoyo popular en los procesos electorales, tiene que asumir que la base de esa estructura y su manera de actuar desde esa diversidad es la del protagonismo compartido que sólo busque que sea la Institución o el bloque político quien asuma todo lo bueno o malo del órgano en cuestión en su actividad pública orgánica institucional o de acción política y social. Se trata de NO confrontar porque YO quiero más, sino de mostrar el protagonismo base de todo tipo de coalición que siempre perseguirá ser entendido por la diversidad de la sociedad consiguiendo el doble objetivo sostenible de las mejoras conquistadas.
El Partido Socialista, como fuerza mayoritaria, afronta las elecciones en solitario, y otras fuerzas políticas a su izquierda abren una nueva puerta, SUMAR, que nace confluyente, en amplios sectores sociales y mejores resultados electorales, como la única forma de conseguir el Poder Institucional del Estado, que es el único camino para mantener una continuidad de las mejoras y avances en derechos, igualdad y condiciones de vida ya conseguidos, y abriendo nuevos caminos de progreso.
SUMAR, como nueva organización política -liderada por Yolanda Díaz-, entiendo que empuja más hacia el PRAGMATISMO que hacia el IDEALISMO como objetivo más estratégico de unidad sostenible y más desligada del partidismo ideológico, así como un Movimiento Ciudadano Federalista de las izquierdas a nivel de Estado y las distintas regiones y nacionalidades que integran España. Aglutinan las 16 organizaciones más relevantes a la izquierda del PSOE en una candidatura única para las próximas elecciones del 23 de julio. Acontecimiento histórico en un momento tan complicado, y con un profundo trabajo de más de un año con amplios grupos de personas muy profesionalizadas para dotar de contenidos a SUMAR y hagan sostenibles los avances y mejoras implementadas por el actual gobierno de coalición, para así poder seguir avanzando por esa Democracia tan deseada y pragmática para las mayorías sociales.
SUMAR ha conseguido un acuerdo histórico en Democracia que abre puertas para un futuro sostenible de progreso y de igualdad en todos los órdenes de la vida.
La sociedad necesita ese pragmatismo de las
fuerzas políticas de izquierda progresista: mayoritarias y minoritarias,
nacionalistas y sectoriales, unidas y confluyentes para gobernar en
coalición y para comprender y entender todos mejor que hoy sólo hay un
camino para mejorar la vida política, económica y social, que es uniendo el
VOTO a la corriente política que representa el PSOE y SUMAR, frente a los
partidos PP-VOX de las derechas más conversadoras y ultra-conservadoras que
las recortan y destruyen.
