3 de Abril 2018
Tomamos
decisiones, actuamos, llevamos una aceleración en nuestra vida que, en
demasiadas ocasiones parece que lo hacemos a la ligera. Nos detenemos, por
desgracia, poco a reflexionar por qué, para qué, hacia donde nos lleva una
velocidad que, a todas luces, resulta excesiva.
A
ello debemos unirle la capacidad que la ciencia y la tecnología nos
proporciona. Eso supone que el poder que tiene hoy el hombre era insospechado
hace apenas unos años. Las decisiones que estamos tomando hoy están cambiando
nuestro mundo sin posibilidad, en la mayor parte de los casos, de poder volver
atrás.
En
los numerosos encuentros y debates en los que participo, estas ideas son
recurrentes. Junto a estas reflexiones, las participaciones suelen acabar
apelando a la conciencia, en el sentido de que se concluye que, de seguir así,
puede resultar triste el futuro, el panorama que se encuentren las generaciones
que vengan después de nosotros. En lugar de un buen legado podríamos estar
dejándoles una frustración, o lo que es peor, una condena.
Las
generaciones futuras no son tenidas en cuenta en las decisiones que tomamos
hoy, quizá porque demasiadas de las mismas son tomadas en base al resultado económico
y político, y ya sabemos, las generaciones futuras, ni compran ni votan.
Para
intentar generar un movimiento que corrija esta, en mi opinión, carencia, desde
la Fundación Savia que presido, hemos emprendido una iniciativa para que las
instituciones internacionales creen una figura, en nuestra opinión, necesaria y
beneficiosa para todos: El Defensor de las Generaciones Futuras.
Hemos
enviado carta a Naciones Unidas que, gratamente nos ha respondido aplaudiendo
la iniciativa. Para impulsar y otorgar fuerza a la propuesta, hemos considerado
que son los municipios, los ayuntamientos, como entidades públicas locales las
que deberían ser las primeras en sumarse a la propuesta dada su responsabilidad
sobre sus ciudadanos y sobre el territorio.
En
estos momentos son casi 120 los ayuntamientos de diez comunidades autónomas las
que se han sumado aprobando la moción de la creación del Defensor de las
Generaciones Futuras en sus plenos municipales. Ayuntamientos de todo signo
político lo que da fe de la transversalidad y universalidad de la idea. Junto a
los ayuntamientos, otras entidades como diputaciones provinciales,
mancomunidades, asociaciones, empresas, se están incorporando a un proyecto que
aumenta su fuerza cada día. Numerosas personas también están mostrando su
respaldo individual enviándonos sus muestras de apoyo. Cada día somos más, cada
día más fuertes, cada día más cerca la creación de esta institución que
intervendrá en las grandes decisiones que afectan a los que aún están por
nacer.
Desde
aquí quiero invitarte lector a sumarte a la idea, de manera individual, desde
tu entidad, desde tu municipio. Mostrando expresamente tu apoyo, y sobre todo,
generando, trasladando conciencia. Porque cada uno debemos asumir nuestra
propia responsabilidad, todos somos necesarios en la solución del problema.
Tenemos que conseguir que nuestros hijos, nuestros nietos nos miren desde el
mañana con orgullo.