- El 4 de diciembre de 2019 se ha constituido en Sevilla el Ateneo Republicano de Andalucía.
- Propugna la República como un sistema más igualitario y democrático, y como forma mejor para alcanzar un verdadero Estado laico.
Miguel Campillo Ortiz, Coordinador del Febrero Republicano de Sevilla,
Vicepresidente del Ateneo Republicano de Andalucía
Manuel Armenta
Juan M. Valencia Rodríguez
6 de diciembre
de 2019
En una reunión celebrada en Sevilla el
pasado 4 de diciembre, efemérides de la gran movilización por nuestra
autonomía, ha quedado constituido el Ateneo Republicano de Andalucía. Como
Presidente de la nueva entidad ha sido elegido Francisco Sierra Caballero,
catedrático de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de
Sevilla.
La nueva asociación republicana nace para Promover en la ciudadanía la
aspiración de alcanzar un Estado republicano, social y democrático de derecho,
emanado de los siguientes principios y consideraciones:
1.- La
República es un sistema más igualitario y democrático, puesto que hace de
la Jefatura del Estado una institución resultado de la libre elección de la
ciudadanía o de sus representantes.
La Monarquía es una forma de gobierno anacrónica,
herencia de sociedades elitistas anteriores a la época democrática, y que se
fundamenta en el principio de superioridad de una familia sobre las demás.
Rechazamos ese principio de desigualdad que otorga mayor dignidad y derechos a
una determinada familia.
La actual Monarquía española adolece de una
falta de legitimidad de origen, como heredera designada por una dictadura
que durante décadas privó de libertades a los españoles, tras acabar por la
fuerza y con ayuda extranjera con el régimen legal de la II República. Aunque
la Constitución monárquica de 1978 fue votada favorablemente en referéndum, es
innegable su déficit democrático de partida: se le hurtó al pueblo español la
posibilidad de elegir de manera específica la forma de Gobierno. La
restauración de la Monarquía, impuesta por Franco en 1947, se presentaba como
intocable. La Constitución nacía, por tanto, hipotecada por las limitaciones
exigidas por los poderosos residuos del franquismo.
2.- La República es
la mejor forma de construir un Estado verdaderamente laico, en el que
exista una separación estricta entre las religiones y el Estado, entre
los asuntos públicos que afectan a toda la ciudadanía, y los sentimientos y
creencias religiosas, que corresponden a la conciencia individual de cada
persona. La Monarquía ha tenido siempre vínculos estrechos con la religión, y
la supuesta aconfesionalidad de la actual Constitución monárquica queda
desmentida por la financiación de la Iglesia católica a través de los impuestos
recaudados por el Estado, la tolerancia con las inmatriculaciones de bienes
públicos que ha efectuado, la participación oficial de cargos públicos en actos
religiosos, etc. Defendemos la libertad de conciencia y pensamiento de las
personas, la libertad de religión y de culto de los creyentes. Pero entendemos
que ha de suprimirse la financiación pública de todas las religiones.
El
Ateneo concibe la República como un Estado social, profundamente democrático e
igualitario, que reconoce las identidades de las nacionalidades y los pueblos y
su capacidad de autogobierno. Asume los valores republicanos, entre los que se destacan la igualdad,
el feminismo en defensa de los
derechos de la mujer, la solidaridad
que trabaja por el bien común, la felicidad, la justicia y la paz. Propugna una democracia más profunda en la que se estimule la participación
política de la ciudadanía y se desarrollen la libertad, la tolerancia
y el respeto a los derechos humanos,
y que reconozca el derecho a la memoria, justicia y reparación de todas las
víctimas del franquismo.
La República que se quiere otorgará atención
preferente al Bienestar Social de la población, defendiendo los servicios
públicos como garantía de la igualdad efectiva de los ciudadanos, y un
sistema fiscal justo y progresivo que asegure su sostenimiento. Reconocerá la
diversidad de los pueblos de España, que ha de plasmarse en una organización
territorial descentralizada, en la forma en que determine la voluntad
mayoritaria de la ciudadanía a través de un proceso constituyente, en la que Andalucía
esté reconocida como nacionalidad histórica y con capacidad real de
autogobierno. Una República que despliegue
el amor a la Naturaleza y la preservación del medio natural,
hoy gravísimamente amenazado por la emergencia climática.
Para el
cumplimiento de sus fines el Ateneo Republicano de Andalucía fomentará la
difusión de los valores republicanos, impulsará la creación de Ateneos
republicanos locales en toda Andalucía y promoverá cuantas actividades legales
sean eficaces para la consecución de la República.
El Ateneo Republicano de Andalucía es un espacio
social, cultural y político independiente, no vinculado con ninguna alternativa
partidista, ni coalición electoral. Nace como una
asociación abierta a la participación en ella de todas las personas que compartan sus
principios y valores republicanos y progresistas.