Francisco Casero
Rodríguez
Fundación
Savia, presidente
4
de febrero de 2020
Los más exigentes mercados quieren alimentos andaluces. Gran parte del valor añadido se genera en la transformación e intermediación de estos. Fortalecer nuestra industria agroalimentaria aprovechando la proximidad a los lugares de proximidad, la competitividad que ofrecen las energías renovables, la mano de obra cualificada, el estar integrado en el sistema normativo más exigente del mundo son las mejores herramientas y aliados.
En la Fundación Savia hemos participado en el Grupo de Trabajo que el Parlamento de Andalucía ha denominado PAC POST 2020. Hemos defendido la necesidad de una política agraria que despliegue justicia territorial, que elimine desigualdades comarcales, que favorezca la incorporación de los jóvenes, que incentive la producción ecológica en la que Andalucía es referente mundial, que gestione el agua en base a la disponibilidad, que mitigue el cambio climático, que apueste por la calidad y la sostenibilidad en lugar de la productividad, que arraigue a las mujeres y hombres a sus pueblos, que deje de ningunear a la dehesa y la ganadería extensiva.
Tenemos
que curar esta orfandad crónica que tienen las mujeres y hombres del campo,
fortalecer su estima, valorar la función esencial que desarrollan, no sólo
surtiéndonos de alimentos de proximidad, temporada, ecológicos y de calidad;
también garantizando la propia viabilidad del medio urbano, cuidando del
territorio del que proviene el agua, la energía, el aire, los componentes
básicos de la vida. Esas mujeres, esos hombres están en la práctica maltratados
por la presión del mercado, están infravalorados por aquellos que,
paradójicamente dependen de ellos para alimentarse, respirar, beber cada día.
Es nuestra responsabilidad fortalecer este primer eslabón de la cadena alimentaria,
el que nos agarra a la tierra.